‘’EL PRINCIPE’’ Niccolò di Bernardo di Machiavelli

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Prevenir y estar atento el descontento e inconformidad de los súbditos o el ingreso de un forastero poderoso y por consecuente peligroso pueden hacer que un príncipe pierda el poder por eso es necesario erradicar el problema de inmediato.

El príncipe que llega al poder por corrupción, riqueza o ayuda de otro con fines de ambición es difícil que tenga voluntad para saber gobernar y será mediocre y presa fácil. En cambio si se logra ganar la amistad del pueblo siendo su protector y haciéndole favores podrá mantenerse pues se conserva la autoridad indiscutida y solo hay que ofender a los poderosos.

Cuando hay un príncipe que se hace de todo el poder este es el momento más difícil y solo hay una oportunidad para llevarlo a cabo con éxito, para esto es necesario que gobierne directamente, pues si se hace con personajes intermedios estos podrán arrebatarle el poder y por consecuente la autoridad.

Un príncipe debe de tener el respeto y temor de los súbditos pero también el cariño y dominio de los mismos. Es importante contar con buenas armas pues teniendo estas tendrá buenas leyes. Un mercenario propio para defender pero si este es prestado puede ser inútil y peligroso.

El modelo de príncipe de Maquiavelo no debe dejar la guerra y la lucha constante por el poder pues de ella se mantiene y si la pierde, pierde el poder. Aprovechar la paz para organizar milicia, ir de caza y conocer el terreno. En la mente estudiar historia, analizar a grandes hombres, sus batallas y elegir un modelo a imitar.

Un príncipe debe evitar ser odiado y traicionado, analizando estrategias propias para no perder el poder y estar al pendiente siempre, ser buen amigo o enemigo y jamás ser neutral o dudoso de sí mismo. Debe de honrar el talento de los súbditos, dar seguridad y ofrecer entretenimiento al pueblo.

Es necesario para el príncipe elegir bien a sus secretarios y ministros, analizarlos de tal modo que coloquen los intereses del príncipe y del estado por encima de todo interés personal y hay que beneficiarlos para que mantengan su fidelidad pero que no exceda.

Es difícil para el príncipe rechazar a quienes lo aludan y animar a quienes lo rodean a que sean sinceros.

Solo un príncipe sabio y prudente sabrá tomar consejos y será prudente para el bien del estado o nación.

No todo depende de la fortuna pero si una gran parte y lamentablemente la mayor parte.