El corazon del hombre.
Enviado por Ledesma • 29 de Abril de 2018 • 1.285 Palabras (6 Páginas) • 357 Visitas
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Estoy muy de acuerdo en que el hombre tiene una capacidad irreparable de destrucción, que un hombre que ha iniciado un proceso de amor hacia la muerte, difícilmente correrá hacia el camino de la vida pues el corazón se hace hermético. Es el vaso lleno que no tolera una gota más, y la desprecia mientras esta patéticamente se desliza por su cristal impenetrable. Finalmente creo que son nuestras acciones las que definen si somos buenos o malos, en la medida que nuestra libertad (capacidad para expresarnos) lo permite.
Creo también en que no existe aquel pecado original, acepto que el hombre se hizo víctima de la corrupción pero que adquirió la libertad con lo cual, conocerá y de manera adecuada, amará la vida, aprenderá de ella y la hará en sí misma el objetivo de existir.
Me parece que el hombre es como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, tiene 2 enormes capacidades o potencias dentro de sí mismo, que laten junto a él en cada paso. Lo siguen en cada momento pero depende de sus elecciones cuál de ellos se hará más fuerte y reinará sobre su alma, logrando así una elección entre ellas. Logrando que el hombre se vuelva un lobo o un cordero cada vez en periodos más frecuentes, más intensos y más prolongados.
Finalmente Fromm menciona en este libro que las perversiones más grandes en el hombre son aquellas que se efectúan amando la muerte, negando la vida como el valor más importante: el complejo de Edipo, el narcisismo y el peor de todos, la necrofilia. A mí me parecieron muy asombrosas las diversas manifestaciones de estos individuos, que a pesar de lucir tan ordinarios, sobrellevan sus patologías mentales de modo que es a penas notorio en algunas ocasiones. Hay normales patológicos y anormales no patológicos. Acepto que no es normal el amar la muerte y hasta cierto grado tolerable pero no concuerdo del todo cuando empieza a relacionarlo con las teorías de Freud, manifestando carencias en la etapa anal que conllevan a que el individuo se produzca en un ambiente que admira la fuerza al grado que la misma, al aplastar la vida, le produce placer.
Creo que el libro se resume perfectamente bien con la comparación del hombre que es agua que fertiliza la tierra. Es la misma necesidad de vida la que motiva al ser humano a desarrollarse y crecer, a reproducirse, a soltar la semilla en la tierra que en un ambiente sano producirá el embrión, el producto de esas dos células.
Creo que el hombre es libre de tomar sus decisiones y a pesar de que actualmente no hay nadie que pueda presumir de tener una completa salud o higiene mental en esta sociedad tan corrompida, es posible aún encontrar bondad en la gente, felicidad en esas sonrisas sino ingenuas, inocentes. Creo firmemente que aún hay vida y esperanza en la humanidad.
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