EL CORAZON DEL HOMBRE CAP. I Y II.

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Violencia juguetona o lúdica: Como su nombre lo indica, solo se aprecia durante un juego, es para demostrar destreza, no está basada o influida por el odio y no busca destruir. Este tipo de violencia lo encontramos hasta en juegos donde participan niños, un ejemplo podría ser el jugar “luchitas”. En este juego los niños no tienen la prioridad de dañar o lastimar a su contrincante, más bien buscan tener la habilidad de no ser vencidos.

Violencia reactiva: Este tipo de violencia es la más común o la más usada ya que se refiere a la que se emplea cuando el ser humano se siente amenazado. La utiliza para defender intereses o bienes tales como la vida, la libertad, la dignidad, entre otras. Erich dice que este tipo de violencia, hasta cierto punto, es justificable ya que es empleada como mecanismo de defensa y no tiene fines de destrucción por gusto. También nos habla de cómo los lideres pueden influir en la decisión de las masas para generar hostilidad pero también entra el factor educación ya que para Fromm es más fácil persuadir a la gente menos civilizada a realizar estos actos que a las personas con un mayor grado de educación. Unida a este tipo de violencia está la que es producida por frustración y esta aparece cuando no se cumple un deseo o una necesidad, se puede apreciar en animales y por supuesto también en humanos. Se relaciona con lo envidia y los celos ya que cuando otro sujeto tiene algo que otra desearía surge odio y hostilidad, no solo porque otra persona lo tiene sino porqué en vez de ser favorecido yo, lo es la otra persona.

Violencia vengativa: Está relacionada con la violencia reactiva pero este tipo de violencia es considerada una patología ya que solo busca hacer daño. De este tipo de violencia, el autor explica que el daño ya ha sido hecho, y por tanto la violencia no tiene función defensiva, sino una función irracional de anular mágicamente lo que realmente se hizo. También menciona que las personas impotentes o inválidas, neuróticas y las clases más desprotegidas (en los aspectos económico o cultural y emocional), como lo son la media baja, tienden a utilizarla con mayor frecuencia y hasta la vuelven primordial en su vida ya que la toman como parte de su identidad y la incluyen en sus objetivos. Por otro lado están las personas que son productivas, estas suelen descartar este tipo de violencia porque al tener cosas más importantes que hacer olvidan las agresiones de las que fueron víctimas.

Este tipo de violencia puede ser producida por dos factores, el primero es por escasez psíquica que impregna al individuo y que convierte a la venganza como un medio para recuperar lo perdido y en segunda por el narcisismo.

Quebrantamiento de la fe: Está estrechamente relacionada con la violencia vengativa. Cuando un niño empieza la vida tiene fe en la bondad, en el amor, en la justicia y sobretodo en el seno materno. Cree que la madre siempre va a estar a su cuidado, que no va a dejar que nada malo le pase pero, conforme va creciendo, su fe se va quebrantando al ver que las personas que más admira también cometen errores, también mienten. Regularmente el quebrantamiento de la fe comienza desde una edad muy temprana, a los cuatro, cinco o seis años pero frecuentemente el quebrantamiento definitivo sucede en una edad más avanzada y se da con la traición de alguna persona cercana ya sea un amigo, una amante, un maestro o un líder político o religioso. Esto tiene consecuencias graves en el individuo pues empieza a odiar la vida y por ende cualquier cosas que se relacione con ella.