Diabetes mellitus tipo II en hombres de 40 a60 años de la Cdla. Almeida del cantón Milagro en el mes de agosto del año 2015.
Enviado por Albert • 13 de Diciembre de 2017 • 10.492 Palabras (42 Páginas) • 754 Visitas
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Las clases sociales y la pobreza son determinantes fundamentales que influyen en la aparición de muchas enfermedades y la presencia de desigualdades en salud. Las desigualdades sociales en salud han mostrado, que las áreas rurales más pobres son más vulnerables que la población de las clases sociales más privilegiadas o urbanas.
Este proyecto se realiza en beneficio de las personas que son propensas a desarrollar la diabetes tipo II, y posteriormente como información o base para futuras investigaciones de gran importancia en el ámbito de salud, educativo y comunitario.
En el ámbito institucional, la información adquirida mediante investigación, podrá servir de base sustentable para desarrollar investigaciones de intervención, partiendo desde un punto ya confirmado y poder avanzar e incrementar la información ya recopilada.
En el ámbito social esta información nos permite tener conocimiento e intervenir en la comunidad, institución, establecimientos educativos, etc., para aminorar el problema que afecta directa e indirectamente a las personas más vulnerables.
En el ámbito educativo, los conocimientos plasmados en este proyecto servirán para adquirir y desarrollar habilidades de investigación a nuevas generaciones de investigadores, para eliminar los vacíos que las personas que se interesen en aprovechar la información recopilada, puedan referirse y guiarse con bases sólidas y concretas.
CAPITULO II
MARCO REFERENCIAL
2.1 MARCO TEORICO
2.1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS
(Rivero, Cochabanba 2007), refiere: La diabetes era ya conocida antes de la era cristiana. En el manuscrito descubierto por Ebers en Egipto, en el siglo XV AC, se describen síntomas que parecen corresponder a la Diabetes. Al final del siglo I y principios del siglo II Ateneo de Italia funda en Roma la Escuela de los neumáticos. El concepto griego de neuma (aire, aliento vital) se remonta a la filosofía de entonces. El neuma se obtiene a través de la respiración y las enfermedades se deben a algún obstáculo que se presente en el proceso.
ARETEO DE CAPADOCIA, un médico griego que posiblemente estudió en Alejandría y residente en Roma describe las enfermedades clásicas como la tuberculosis, la difteria y la epilepsia; para él la Diabetes es una enfermedad fría y húmeda en la que la carne y los músculos se funden para convertirse en orina. Fue él quien le dio el nombre de Diabetes que en griego significa SIFÓN, refiriéndose el síntoma más llamativo por la exagerada emisión de orina. Él quería decir que el agua entraba y salía sin quedarse en el individuo. En el siglo II Galeno también se refirió a la diabetes.
Renacimiento y siglo XVI
A partir del siglo XVI comienza a sucederse descubrimientos médicos, principalmente en Europa. Paracelso (1491-1541) escribió que la orina de los diabéticos contenía una sustancia anormal que quedaba como residuo de color blanco al evaporar la orina, creyendo que se trataba de sal y atribuyendo la diabetes a una deposición de ésta sobre los riñones causando la poliuria y la sed de estos enfermos. Sin embargo, la primera referencia en la literatura occidental de una "orina dulce" en la diabetes se debe a Tomas Willis (1621-1675) autor de "Cerebri anatome", el mejor tratado de anatomía del cerebro realizado hasta la fecha.
Siglo XVI
Unos 100 años más tarde, Mathew Dobson (1725-1784) médico inglés de Liverpool hizo por primera vez estudios en grupos de pacientes. Después de tratar un pequeño grupo de pacientes Dobson informó que estos pacientes tenían azúcar en la sangre y en la orina y describió los síntomas de la diabetes. Dobson pensaba que el azúcar se formaba en la sangre por algún defecto de la digestión limitándose los riñones a eliminar el exceso de azúcar.
Siglo XIX
(Rivero, Cochabanba 2007), menciona: que en la segundo mitad del siglo XIX el gran clínico francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes y marco las normas para el tratamiento dietético, basándolo en la restricción de los glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta.
Una de las mayores figuras fue el fisiólogo francés Claude Bernard (1813-1878) que realizó importantes descubrimientos incluyendo la observación de que el azúcar que aparece en la orina de los diabéticos había estado almacenado en el hígado en forma de glucógeno. También demostró que el sistema nervioso central estaba implicado en el control de la glucosa al inducir una glucemia transitoria en el conejo consciente estimulando la médula. También realizó numerosos experimentos con el páncreas desarrollando el modelo de ligadura del conducto pancreático y aunque el no llegó a atribuir a este órgano un papel endocrino, permitió a otros demostrar que con esta técnica se inducía la degeneración del páncreas exócrino manteniendo intacta la función endocrina.
En los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, se realizaron grandes esfuerzos para aislar la insulina. Uno de los primeros investigadores en obtener resultados fue el alemán Georg Zuleger quién obtuvo una serie de extractos pancreáticos que eran capaces de reducir los síntomas de diabetes en un perro previamente pancreatectomizado. Zuelger publicó sus resultados en 1907 e incluso patentó su extracto ("Acomatol"). Sin embargo, los graves efectos tóxicos que producía hicieron que renunciase a seguir sus experimentaciones.
Descubrimiento de la insulina
La insulina fue descubierta en el verano 1921 por Sir Frederick Grant Banting como consecuencia de una serie de experimentos realizados en la cátedra del Prof. Jhon J.R. MacLeod, profesor de fisiología de la Universidad de Toronto. Banting había mostrado ya mucho interés por la diabetes y había seguido de cerca los trabajos de Sahfer y otros, quienes habían observado que la diabetes estaba ocasionada por la carencia de una proteína originada en las células de los islotes de Langerhans y que habían denominado insulina. Shafer suponía que la insulina controlaba el metabolismo del azúcar en la sangre y su eliminación por la orina, de tal forma que su carencia ocasionaba una excreción urinaria aumentada. Sin embargo, su intentos por suplir esta deficiencia de insulina administrando a los pacientes diabéticos extractos de páncreas habían fracasado, probablemente debido
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