Ensayo sobre “La profesión y el enfoque ético”
Enviado por Antonio • 26 de Diciembre de 2018 • 1.759 Palabras (8 Páginas) • 513 Visitas
...
Hasta ahora, se ha explicado a la ciencia como uno de los requisitos para ejercer correctamente la profesión. Ahora bien, otro requisito para ello es la idoneidad, la cual es uno de los objetivos de la profesión que encontramos en la búsqueda de valores objetivamente válidos, según el Código de Ética Unificado.
Este concepto se refiere a la aptitud de la persona para ejercer una profesión, es decir, que además de los conocimientos necesarios, tenga todas las condiciones óptimas para el cumplimiento de su deber. Estas condiciones bien pueden ser físicas, psicológicas, morales, o cierto nivel de experiencia.
La falta de idoneidad profesional puede verse antes de que la persona obtenga su título habilitante, por más que posea la “ciencia” necesaria, o bien puede verse una vez terminada la carrera, por falta de la capacitación constante que debe seguir todo profesional, o por problemas de salud que aparecieren, por alguna enfermedad o por algún accidente.
El mal de Parkinson, el tartamudeo, problemas motrices, falta de audición o visión, son algunos ejemplos de falta de idoneidad por complicaciones físicas. Sin embargo, la falta de idoneidad en una profesión determinada, puede no ser muy influyente en otras profesiones, por lo cual, la idoneidad puede variar según la profesión de la que se trate.
El último requisito para el correcto desarrollo de la profesión u oficio, es la vocación.
Es un requisito plenamente personal, y se refiere a la inclinación hacia una profesión en particular, de modo que la persona se siente satisfecha al cumplir con su actividad.
La vocación puede ser casi innata, lo que lleva a una persona a estudiar una carrera o un oficio porque es lo que siempre ha querido; o bien puede ser que la vocación se obtenga a través del estudio.
Si bien en la mayoría de los casos es difícil encontrar nuestra propia vocación o la de los demás, ésta puede distinguirse en algunas carreras más claramente que en otras. Es en el caso de la docencia, donde se es consciente de la paciencia y perseverancia que se deberá tener, además de los problemas económicos que son recurrentes en esta profesión, y aún así la persona se decide por la enseñanza. También es común encontrar muchos profesionales con una vocación muy fuerte en la medicina y todas sus ramas, como el psiquiatra o el forense que pueden experimentar situaciones realmente desagradables pero tienen en claro cuál es su deber y no se arrepienten de ello.
Cuanto más fuerte sean estos requisitos profesionales, cuanto mayor sea el conocimiento que se posea, cuanto mayor sea su aptitud y más fuerte sea su vocación, mejor ejercerá el profesional su actividad. El elegir un determinado oficio teniendo en mente solo la necesidad económica puede evitar que el profesional logre su plenitud personal. Lo mejor es entonces tratar de satisfacer su idoneidad y su vocación, y a partir de allí elegir cuál es la mejor opción para su sustento económico.
Hasta ahora se han aclarado los requisitos para el cumplimiento óptimo de la profesión, pero es también necesario mencionar las cualidades morales necesarias para ello.
Para comenzar, en el mundo profesional, la autoridad es otorgada a la persona que posea un elevado nivel de conocimientos en la actividad que cumple, y que además, sea veraz, de manera que siempre diga lo que piensa (si la situación respalda esta acción). Quien conozca estas dos cualidades del profesional, creerá y confiará plenamente en él. Si la veracidad del profesional es cuestionable, se dudará de lo que diga; si en cambio se duda de sus conocimientos, puede que ya no se acuda a él.
Entra en este punto otra cualidad relacionada. El profesional, como autoridad, debe proceder con ética y ser responsable, de modo que constantemente actualice sus conocimientos, que cumpla su deber con compromiso hacia sus clientes, que confiese su falta de conocimientos sobre algún tema, o que repare algún mal que haya hecho. Esta responsabilidad no se origina al comenzar la profesión, sino que crece en un proceso de largo desarrollo con ayuda de los padres y educadores a lo largo de la vida.
Si se es responsable, es decir, si se cumple con todo lo prometido para satisfacer la necesidad del cliente, cumple a la vez la virtud de la justicia.
Otra cualidad moral a tener en cuenta es la honestidad intelectual. El concepto de “intelectual” está relacionado con todo lo que se refiere a inteligencia, la cual siempre tiene por objeto la verdad. Toda persona, y sobre todo los que tienen una profesión intelectual, deben ser intelectualmente honestos, ya sean científicos, historiadores, etc.
Los juicios que los profesionales dan día a día pueden ser verdaderos o falsos, y para comprobarlo es necesario confrontarlos con la realidad para saber si ésta se adecua con el contenido de dichos juicios. Las decisiones que se tomen luego de que la verdad se haga conocida, dependerá de factores ajenos a ella. Quien busca la verdad la acepta, pero puede suceder que se la ignore o niegue a causa de prejuicios o las consecuencias que pudiera traer el aceptarla.
Anteriormente, se mencionó que si un profesional tiene autoridad, debe decir lo que piensa, solo si esta acción está respaldada por la situación. Esto se debe a que la ética exige actuar con prudencia; el mentir es un acto inmoral, pero si el decir la verdad en un determinado lugar o momento daña a la persona a la que se la diga, efectivamente se estará diciendo la verdad como corresponde en principio, pero también se estará actuando de manera totalmente inmoral.
Sin embargo, el profesional que al momento de ser interrogado afirme que no sabe algo, no está mintiendo, ya que debería estarlo diciendo para no romper con el secreto profesional, el cual se encuentra contemplado en el Capítulo 6 del Título III del Código de Ética Unificado.
Lo correctamente moral es que el profesional no engañe a su cliente para sacar beneficios como el lucro. Debe aclarar cuando sea incompetente en alguna situación o debe aclararle a su cliente que no necesita su atención profesional si puede resolver su problema por sí mismo.
...