FINAL HUMANIDADES I

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Por otro lado las sociedades actuales se caracterizan por hacer caso a medias a las normas preestablecidas. Cuando se habla de transgresión se refiere a quebrantar, infringir, violar conculcar, vulnerar las normas sociales y las leyes. Vivimos en un mundo en donde las leyes están creadas para quebrantarse, la perdida de la esencia está presente ya que Los jóvenes se debaten buscando referentes. Los modelos, héroes e ídolos actuales son desechables, no duran, se desgastan, o bien pasan a pertenecer a lo común, aquello que dicta el mercado, el consumismo, la ausencia del pensar y del ser. Los valores y objetivos propuestos: la vida fácil, simple, sin esfuerzos, ni luchas, sólo comprar cosas y gozar con ello, el retorno al simple organismo hecho usuario consumista.

Así nos damos cuenta que tienen en común estos 2 pensamientos, esto es que cada vez es más difícil encontrarse a uno mismo, ya que la sociedad es muy cambiante y la esencia del yo cada vez cambia más. La sociedad distorsiona la manera en que pensamos, las cambiantes tendencias, el sistema en el que vivimos, en el que solo los más aptos sobreviven y como dice jan-jacques Rousseau “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”. Nacemos, buenos, inocentes. No todos nacemos iguales pero básicamente buenos, al crecer nos afecta nuestro entorno. La competencia, convierten a los individuos en competidores que para lograr sus fines no siempre actúan de la mejor manera, especialmente en el sistema capitalista, te enseña a derrumbar a la competencia. Ser bueno es definitivamente difícil ya que muchos se aprovechan y lo ven como una debilidad. Es así como la búsqueda del yo es un camino eterno que no se acaba y nunca se va a terminar de conocer.