HISTORIA DE LA FILSOFIA CONTEMPORÁNEA.

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6- Describir los tres caracteres de la voluntad como: la identidad , la indestructibilidad y la libertad.

Caráteres de la voluntad: La Identidad, la voluntad está toda entera aún en el más pequeño insecto, el cual quiere o no quiere tan plenamente como el hombre. La voluntad es siempre idéntica así misma, y su función de la más extrema sencillez: redúsece a querer o no querer. La irreductibilidad, cómo cosa en sí está fuera del tiempo, del cambio, del fenómeno y de la destrucción. Su manera de ser es un eterno presente, que es lo que se llama eternidad. Toda muerte es una apariencia. El hombre durante su existencia se deja guiar por dos ilusiones: el amor al placer y el temor a la muerte, ilusiones de que se sirve para conducirnos a nuestros fines de la voluntad ciega, pero soberana. La libertad, la voluntad es absolutamente libre como cosa en sí, y absolutamente necesitada como fenómeno.

Schopenahuer,sostiene que es un error poner en primer lugar a la inteligencia y en segundo a la voluntad, cuando lo verdadero es lo contrario la finalidad evidente que se encuentra en todas partes del organismo animal, demuestra claramente que hay allí una voluntad y no una fuerza ciega, pero nos hemos acostumbrado a no concebir la acción de una voluntad sino como dirigida por una inteligencia. Para Schopenahuer, la finalidad se deriva esencialemente de la voluntad, y como esta es el fondo de todo ser viviente, como todo cuerpo organzanizado no es más que la voluntad hecha visible, resulta de aquí que esta finalidad es inherente al ser mismo, le es interior o inmanente. La vida es el resultado de la acción de las fuerzas materiales, pero estas fuerzas no son más que la manifestación de la causa final de la vida, es decir, de la voluntad de vivir. En una palabra: la voluntad de vivir produce el organismo, y este, en su contacto con el mundo exterior, hace posible la vida: la voluntad de conocer da forma al cerebro, y este, en su contacto con las impresiones del mundo exterior, hace posible el conocimiento.

7-Definir el concepto de voluntad; conocimiento ; representación; del conocimiento humano de la volunta, o de un afuera de la intuición. Tener presente , para ello, las páginas 105 a 107 del texto fuente dado.

Voluntad, es según Schopenahuer lo irreductible, la explicación última, la cosa en sí. El conocimiento, es una representación, un fenómeno cerebral muy complejo que conduce a la formación de una imagen. Hemos visto que estando sometida la intuición a las formas del tiempo, del espacio y de causalidad, no puede darnos por esto mismo la cosa en sí. La cosa en sí no puede darse más que en la conciencia, queres asirla objetivamente es querer realizar una contradicción. La voluntad, necesita de un intermediario, la inteligencia, y esta a su vez supone un nuevo intermediario, el cuerpo, el cerebro.La voluntad por tanto está ligada para nosotros a las formas del conocimento, es dada en la conciencia bajo la forma de una percepción, y se bifurca, como tal, en sujeto y objeto. Cada acto de voluntad que sale de nuestro interior para llegar a la conciencia, representa el paso de la cosa en sí al fenómeno, el punto en que la cosa en sí se da inmendiantamente como fenómeno, y en el que se aproxima más al sujeto del conocimiento. La voluntad es lo que hay de más íntimo e inmediato en nosotros y de más independiente del conocimiento, y por lo que puede ser llamada " la cosa en sí"

1-La relaciones causales ( espaciales y temporales) interceden entre sujeto y objeto. (F) Schopenahuer, sostiene que el universo es objeto sólo por referencia a un sujeto, sólo es percepción para un espíritu perceptor. Objeto y sujeto son correlativos en el conocimiento, son pues inseparables.El fenómeno implica los dos términos. El entendimiento constituye objetos reales enlazando las representaciones. Este enlace se hace de cuatro maneras: según la ley de causalidad, según leyes lógicas, según espacio y tiempo y según ley de motivación. Pero siempre es el principio de razón suficiente el que actua en estas cuatro formas, es la única ley del entendimiento.

B-Consigna: justificar la falsedad de las premisas dadas, de acuerdo a la "Historia de la Filosofía", P. Lamanna.

1-La relaciones causales ( espaciales y temporales) interceden entre sujeto y objeto. (F)

Para Schopenhauer el representar es siempre un mirar de afuera, un conocer en superficie. El problema de la realidad del mundo exterior, en la secular controversia entre realismo e idealismo, es un problema mal planteado; realismo e idealismo presuponen que entre sujeto y objeto existe una relación de causalidad, en cuanto uno presupone que es la realidad la que produce la representación en el sujeto, y el otro, que es el sujeto quien produce las representaciones del objeto. Se trata, de un falso supuesto, porque las relaciones causales ( como las espaciales y temporales) interceden entre los objetos representados, pero no entre objeto y sujeto.Desde el punto de vista de la representación no hay distinción entre realidad y sueño: el mundo en cuanto conocido, no es más que un sueño, representación.

2_ El ser en sí, se manifiesta como conciencia representativa, prescindiendo del yo de nuestro cuerpo. (F)

Es falso porque el ser en sí no puede manifestarse como conciencia representativa, si no se determina en un producto que, para la misma conciencia representativa, aparecerá como un organismo corpóreo. En este sentido, la conciencia, el yo se identifica con su cuerpo.

3_La voluntad abandona su esencia eterna e inmutable al determinismo en las diversas graduaciones de especies de cosas que hay en la naturaleza. (F)

Es falso porque la voluntad como la esencia interna y única del mundo inorgánico, de los vegetales y de los animales, asigna a cada una de estas especies de seres su causalidad especial: de aquí las tres especies que distingue con los nombres de causa (Ursache), excitación (Reiz) y motivo (Motiv).

4_ El pesimismo de la voluntad es un engaño, puesto que, somos nosotros los que queremos y no, la voluntad de vivir. (F)

Es falso porque el pesimismo de la voluntad en sí misma debe concebirse como una tendencia ciega, como un esfuerzo sin fin ni término que no puede ser realizado ni satisfecho jamás. La voluntad no esta sometida al principio de razón suficiente, no depende de ninguna otra cosa posee la aseidad, es decir es libre. Sus manifestaciones son estrictamente necesarias, pero en si misma es absolutamente libre. Por lo tanto, si se considera