Hipócrates de Cos.

...

Posterior a un diagnóstico y a una proyección, procede al tratamiento de las enfermedades, al igual que el diagnóstico, el tratamiento solía ser bastante general y pasivo, careciente de especialización, siendo reacio al uso de drogas y componentes externos, haciendo, de vez en cuando, omisión a esto último, y administrando poderosas drogas si la magnitud de la enfermedad era elevada. Cuando esto no era necesario, hacía utilización de medicina natural, como el poder de los ungüentos e infusiones, recomendando descanso e inmovilidad total o máxima posible. En éste ámbito, ha sido muy valorado en el tratamiento de ‘enfermedades secas’, como por ejemplo los problemas a los huesos, pues se volvió un experto en reparación de huesos rotos, y lesiones internas de ésta índole.

Ahora bien, Hipócrates proponía la existencia de los cuatro humores. En esencia, ésta teoría mantiene que el cuerpo está compuesto por cuatro sustancias básicas conocidas como ‘humores’ cuyo equilibrio indica el estado de salud del paciente. Estos humores fueron identificados como bilis negra, bilis amarilla o normal, sangre y flema. Quienes adoptaron esta filosofía médica, creían que el desequilibrio de estas dependía directamente de la dieta y la actividad física, y que cuando éstas se veían desequilibradas y fuera de proporción, esto repercutía en su personalidad y además su salud se veía afectada. Éste fenómeno era conocido como Dyscrasia.

Según hipócrates, las personas tenemos distintos humores innatos, que, sin embargo, van cambiando conforme a nuestra vida, conforme a esto, podemos reconocer personalidades Melancolicas, que es cuando se expresa más la bilis negra, Sanguíneas, en que se presenta más sangre, colérico, en que hay mayor presencia de bilis amarilla, y flemática, que es una mayor cantidad de flema. A continuación les presentaré una tabla que resume lo dicho anteriormente, agregando otros factores influyentes en la personalidad y en la salud según Hipócrates.

Otro aspecto en que es necesario hacer un alto, es en la dietética, pese a que algunas de las teorías de Hipócrates con respecto a éste campo están obsoletas, es importante hacer mención de como esto repercute en su filosofía. Y finalmente, en el tratamiento que le daba a los pacientes. Es como bien dice, el precursor por el interés del balance alimenticio, es decir, que consideraba indispensable el consumo variado y nutritivo para una buena salud y una regularización de humores, por ejemplo, recomendaba con insistencia el consumo de legumbres y frutas, pues decía que eran estímulos reguladores del humor corpóreo. Además, recomendaba consumir alimentos contrarios al humor al que se estaba sometido, para así tratar de balancearlos y estabilizarlos. Por ejemplo: Lo más probable es que un joven, en primavera, sea de un comportamiento amable y valeroso, y que su humor sea sanguíneo, lo cual quiere decir que es templado húmedo, para regular dicho humor, es necesario el consumo de alimentos fríos, secos, o al menos fríos húmedos, en un caso así, Hipócrates habría recomendado pescado frío, para calmar un poco el humor sanguíneo y volverlo tal vez un poco más melancólico o flemático.