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Hombres en escabeche. Ana Istarú

Enviado por   •  19 de Febrero de 2018  •  1.645 Palabras (7 Páginas)  •  1.104 Visitas

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Sin embargo tampoco obtiene la atención masculina que desea, por lo que decide convertirse en la persona que le han prohibido ser, “la otra”.

“…Así que reflexioné: ¿por quién me dejó mi novio? Por la otra. ¿Por quién me dejó papá? Por la otra. Ergo: decidí ser la otra…”

Finalmente, cuando comprende que nunca será reconocida por su padre, que nunca encontrará el amor de su vida y que nunca recuperará la virginidad – elemento primordial para ser considerada una “señorita” y no “la otra” por la sociedad, es cuando por fin obtiene lo que ha esperado toda la obra: que su padre la recuerde, encontrar a un hombre que la quiera.

Sin embargo, a lo largo de sus discursos con el público, como niña, como mujer de bien, como “la otra” y finalmente como una mujer “resignada” continúa el yugo patriarcal sobre ella, pues a pesar de no seguir siendo la misma “mujer objeto” continúa pensado que por el hombre de su vida tendría una vida de sumisión, tal vez por falta de comprensión masculina o simplemente por ser la forma desesperada de llenar aquel vacío que dejó un padre prácticamente ausente.

“Estoy esperando a un hombre…” “…Por ellos se hacen las cosas más espantosas: sentarse con las piernas cerradas, no hablar en público, pedir permiso para pedir permiso. Se les habla de amor y escuchan sumisión. Se les ofrece la vida y esperan un felpudo. Puede aparecer alguno en cualquier momento. Pero no me molesta: estoy preparada…”

No solo ocurre un cambio de forma sicológica en la vida de Alicia, sino también en el vestuario que utiliza a lo largo de la obra, el cual puede ser –de cierta forma- una extensión de su alma, de su ser - el cual comienza con un vestido de novia esplendoroso a cada vez estar más maltratado a medida que avanza la obra al punto de terminar prácticamente irreconocible, descocido, deteriorado. De cierta forma aquella descripción externa de ella, puede resultar como una extensión de lo que ha ocurrido de forma interna con la protagonista.

El vestuario también juega un rol identificatorio, pues al parecer quien será el hombre que Alicia estaba buscando es el desconocido que aparece al final de la obra, también vestido de novio.

Por otro lado, no solo la mujer presenta su estereotipo frente a la audiencia sino también lo hace, al final de la obra, el hombre vestido de novio.

“… ¿Quiere saber realmente lo que espera una mujer de un hombre? Una casa, dos carros y un sueldo en dólares…”

Contrastándose con la idea de Alicia, que rápidamente es catalogada de feminista.

(Sobre que espera una mujer) “¿Será tal vez lealtad, fidelidad, entrega, solidaridad, compromiso?”, “¿Libertad, sinceridad, apoyo, respeto de las diferencias?”

A pesar de la discusión que tienen los novios es este contraste el que al parecer hace generar en Alicia las chispas de amor que no pudo encontrar en sus objetos de adoración pasados. Además de una historia de vida similar: fracasos amorosos mutuos.

En parte, la obra intenta rescatar las vivencias de muchas mujeres representadas por Alicia, incluso en la actualidad. Un rol que muchas veces aún se establece por los padres, la perfección que nunca consiguen por tan solo ser catalogadas como “señoritas”, hecho que no solo estigmatiza sino también limita, como un ejemplo de los tantos que señala la obra: ir de pesca con su padre el día que le ha llegado su primera menstruación. Además de obligaciones disparejas que hombre y mujer, hermano y hermana tienen en una casa.

La obra es una sutil crítica al rol establecido para las mujeres, las contradicciones masculinas de las que muchas veces somos víctimas. Dando como resultado, que al leer las siguientes tres citas, exista una “Alicia” en todas nosotras.

“La lógica masculina es aplastante. Tienes que ser virgen, pero no esperes que virgen sea yo. ¿Ah, eres virgen? Entonces no eres competitiva y no te quiero por tarada. A menos que me des tu prueba de amor. Pero no te preocupes que si me la das, te dejo y si no me la das, también. ¿Qué es lo que quieren los hombres? ¿Una virgen con pasado?”

”Quieren a la madrecita de sus hijos, tonta, ciega, sorda y muda, feroz en la cama como un témpano de hielo, y a cinco kilómetros de distancia a una amante voluptuosa y devoradora, que haga aeróbicos sobre el sitio de su pecado, y esté dispuesta por ellos a reventar en el basurero su juventud y su maternidad, y a pasar las navidades sola, despedazando el mantel de la cena con los dientes”

“Pero si se te ocurre meterlas a las dos, a la santa y a la zorra, en una coctelera y eres una mujer normal, a la que le gustan los niños pero también ese sabroso procedimiento que se sigue para traerlos al mundo, ¡paf!, se les cruzan los cables. Se les tuerce el cerebro al revés. Implosionan”.

Bibliografía

- Istarú, Ana. Hombres en escabeche. España: Ayuntamiento de Sevilla, Área de Cultura y fiestas mayores. Colección Compás, 2001.

- Corrales Aria, Adriano. Arte Curico. N.p. 2012. Web. Dic, 2012.

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