Kant en 90 minutos (análisis)

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En 1755 a la edad de treinta y un años, Kant logro graduarse de la Universidad de Kógnisberg, gracias a la caridad de un benefactor pietista. Aun así, esta era una edad tardía para terminar los estudios; como ya sabemos, Kant fue un hombre inusualmente lento en sus progresos, a esa edad casi todos los filósofos habían ya empezado a formular las ideas por las que habían de ser recordados.

Con el tiempo Kant comenzó a crear realmente filosofía original dos décadas más tarde, pudo asumir el puesto de profesor auxiliar en la Universidad y se mantuvo en la cátedra durante los quince años siguientes, llevando una existencia académica de soltero e incesante esfuerzo. Durante ese periodo enseño principalmente matemática y física y publico una amplia gama de temas científicos. Pero la inclinación natural de Kant le dirigía hacia la especulación, continuó leyendo filosofía extensamente.

Al mismo tiempo, el interés de Kant por la filosofía de la ciencia lo llevó a leer al filósofo escocés Hume, Kant quedo impresionado por la insistencia de Hume en que la experiencia es la base de todo conocimiento, esto encajaba en el punto de vista científico, pero a Kant le perturbo la conclusión escéptica que saco Hume de su rígido empirismo.

Según Hume, “todo lo que experimentamos es una secuencia de percepciones” Es decir, una causa y efecto, cuerpo y cosa, son simplemente creencias.

Por alguna razón y de manera sorprendente, Kant se vio también conmovido por el atractivo emocional de Rousseau, fue uno de los primeros románticos y el menos académico de los filosóficos.

Su defensa de la libertad había de ser una inspiración embriagadora para la revolución francesa.

Puede ser que Kant tuviera un carácter esencialmente árido pero hubo algo en Rousseau que toco una fibra en sus emociones hondamente deprimidas.

Rousseau, “creía en la expresión personal mediante emociones más que en el pensamiento racional” Es decir, resultaba de mejor manera expresar por medio de emociones que por solo pensamiento propio.

Aun así, Kant no encontró una manera de conciliar y absorber estas influencias, no fue capaz de producir su propia filosofía original, y la enormidad de esta tarea llevaría largo tiempo. Por esta razón puede ser que Kant comenzó a impacientarse, pues entonces le sucede un extraño episodio, en lugar de publicar otra obra académica Kant escribió un libro titulado Sueños de un vidente de fantasmas explicados por los sueños de la metafísica

Kant compro un libro llamado Los secretos del cielo, del autor sueco Swedenborg esto produjo un profundo efecto en Kant, lo bastante como para inducirle a escribir todo un libro. En el interés de Kant por Swedenborg hay un elemento inconfundible de seriedad profunda. Anhelaba creer en la metafísica pero su formidable desarrollo intelectual empezaba a cerrar definitivamente esta avenida.

El estilo de la escritura de Kant es notoriamente detallado y difícil, pero sus clases eran, según todos los relatos, totalmente lo opuesto.

Las conferencias de Kant causaban sensaciones, y su fama se extendió pronto, por una gran cantidad de tratados sobre temas científicos. Sus celebres cursos de verano sobre geografía atraían siempre gente de fuera de las universidades, y así continuo durante más de treinta años de modo que Kant se estableció como el primer catedrático de geografía física, a pesar de que nunca en su vida vio una montaña, y posiblemente tampoco un mar abierto.

Kant comenzó también a dar clases de filosofía, y aquí se vio pronto que había viajado muy lejos por los territorios hostiles de la ética y la epistemología.

Mientras tanto, seguían fluyendo de su pluma tratados sobre temas más dóciles, tales como los fuegos artificiales, la defensa militar y la teoría de los cielos, y a pesar de esto le fue denegada dos veces la cátedra en la Universidad de Kógnisberg, no están claras las razones pero se puede sospechar que contaba un elemento de altivez provinciana, o quizás fue que simplemente no les gustaba.

Ya que a Kant le gustaba tanto Kógnisberg, rechazo el prestigioso puesto de profesor de poética que le ofrecieron en la Universidad de Berlín. Por fortuna las autoridades universitarias de Kógnisberg cedieron, y Kant fue nombrado el profesor de Lógica y Metafísica en 1770.

“Los objetos, causa y efecto, la continuidad, hasta la idea de la persona, parecían ser nociones ilusorias.” Es decir, quedaban fuera del alcance de experimentarlo

El empirismo de Hume parecía refutable e incluso, de mala gana, le convencía su escepticismo. Kant lo aceptaba porque le parecía indiscutible intelectualmente, pero no estaba contento con esta árida situación, no parecía haber lugar para proseguir con la filosofía.

Kant no publico nada durante once años, pero siguió elaborando su filosofía. Ya había comenzado a vivir con una regularidad extrema; durante este tiempo, la inalterabilidad de sus hábitos se hizo legendaria. Solo la confesión de Rousseau de su emoción romántica le hizo olvidar su rutina, pero tales sentimientos no bastaban para producir una seria ruptura en los hábitos de toda una vida.

Kant considero las posibilidades de casarse, dos veces durante esos años, en las dos ocasiones tardo mucho tiempo en dedicarse decisión, una de las señoritas se había casado ya con otro y la otra se había mudado a otra ciudad, no era hombre de decisiones apresuradas, pero su admiración por las ideas románicas de Rousseau no se limitaban a la teoría.

En 1781, Kant por fin publico su Crítica de la razón pura, considerada generalmente como su obra maestra, pero por desgracia no todo el mundo la recibió con entusiasmo. Cuando Kant le envió una copia del manuscrito a su amigo Herdz, este la devolvió leída solo hasta la mitad, y le comento que habría arriesgado su salud mental de haber seguido leyendo la obra de Kant.

Pero esto no debería hacernos olvidar la grandiosidad del sistema de Kant, su propósito era el restaurar la metafísica, pero negaba que todo el conocimiento se derivara de la experiencia. Los empiristas afirmaban que todo conocimiento se adapta a la experiencia, Kant le dio la vuelta brillantemente al decir que la experiencia debe adaptarse al conocimiento.

Según Kant “el espacio y el tiempo son subjetivos” Es decir, son nuestros métodos de percibir el mundo, y uno mismo debe adaptarse y crear su propia noción.

Se ha dicho que solo un hombre que nunca vio una