LA ETICA Y EL PREJUICIO

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Las actitudes negativas hacia otros grupos sociales, tienen múltiples consecuencias en la vida de las personas, tanto de las víctimas como de los victimarios. Una de las principales consecuencias es la discriminación. Para las personas discriminadas, este tipo de actitudes generan exclusión y aumentan los abismos sociales de los grupos humanos. Las personas discriminadas suelen tener menos acceso a servicios sociales y educativos. Esta ha sido la situación, por ejemplo, de muchas mujeres, y continúa siendo un problema en culturas tradicionales como la musulmana donde las mujeres no tienen prácticamente derechos. En países como Estados Unidos, donde las brechas sociales y culturales son evidentes en relación a la raza, las personas tanto “negras” como “blancas” viven entre perjuicios mutuo. En el Perú, por ejemplo, el prejuicio y la discriminación también son temáticas de gran importancia en la medida en que el problema se expresa en distintos sentidos, no sólo vinculado con la raza y la etnia, sino también la religión, la orientación sexual y la estética. Recordando que cuando un país es unicultural, la situación se complejiza. Estos comportamientos han hecho del hombre un ser anti-ético, un individuo que vive en un mundo superficial, en una ilusión que lo hacer creerse moral y digno. Mientras que realmente está pisoteando a los demás y rompiendo todas las “reglas sociales” impuestas por el mismo para poder vivir en paz.

Desde mi punto de vista, creo que no es fácil, como todo hábito o costumbre, librarnos de este virus de prejuzgar. Como cualquier otro comportamiento este puede ser modificado y deshacernos de esta actitud a través de buenos hábitos recordando nuestros principios y poniéndolos en práctica en cada momento. Sin embargo, como es sabido muchas personas dejan de lado sus principios prefiriendo juzgar a otros sin importar que al que están juzgando sea un ser bueno que los podría beneficiar

En conclusión, se podría decir que el ser prejuicioso es un ser anti-ético, pues el perjuicio rompe las reglas de la sociedad, ya que evalúa erróneamente el comportamiento de aquel que juzga y por lo tanto lo define mal. Aunque era de esperarse del ser humano actual pues vive de las apariencias y del que dirán, sin embargo, cabe señala que si el hombre logra rompe esas barreras sociales, culturales, políticas, etc. Y aprende a corregir sus hábitos y a apreciar a las personas de diferente manera este logrará ser un individuo realmente ético.

Referencias

Beller Taboada, W. (2006). El estudio de la etica y las morales particulares en etica actual y profesional. México D.F.: Thomson.

Camps, Victoria (2012). ¿Qué son las emociones? En El gobierno de las emociones.

Barcelona: Heder