“LA GESTIÓN PÚBLICA EN EL MARCO ÉTICO”.

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Esas cosas son con las que hay que tener cuidado, los placeres pasajeros hay que saberlos sacrificar por muy grandes que sean, porque nos pueden destruir la vida, los placeres pasajeros, emociones efímeras, momentáneas, de sobra se sabe que no llevan a nada.

Cuando la gente empieza a razonar estas cuestiones es cuando empieza a comprender y se forma la estructura de la ética, que nos empieza a regular para no caminar por ese sendero, para no avanzar por ese camino y así tomar caminos correctos y empezar a corregir de manera honesta y clara la vida, pero no por la necesidad de un castigo, no por un dolor, no por un premio, ¡no!… Sino por una claridad de que es mi vida, por una claridad de donde estoy parado, una claridad de adonde quiero ir, y con esa claridad entender que habrá una masa de placeres que se van atravesar en mi camino, pero de entrada y de sobra sé que son pasajeros, de entrada y de sobra sé que me van a satisfacer unos minutos, unas horas…, de entrada sé que no se va a llegar muy lejos.

Entonces vienen todos estos problemas cuando se tienen estos placeres a cambio de una vida correcta, a cambio de mi verdadera dirección y de los que en verdad quiero al final del camino, a ver la finalidad no a ver la inmediatez, lo ipso facto, en lo inmediato se encuentra lo efímero, en lo presto se encuentra lo pasajero, en la prontitud están esos placeres pero hay gente que los cambia, en lugar de invertirle con el corazón a lo que verdaderamente les va a…

dar una finalidad, prefieren disipar esos esfuerzos en cuestiones pasajeras, nada más en cuestiones efímeras, en cuestiones baratas ¡….porque en la inmediatez obtiene un placer y ya punto final se acabó...!

Entonces todo eso es terrible, porque se pierde lo moral, por eso se pierden los valores, por eso no hay respeto, por eso hay tantos problemas en una sociedad, por eso hay tantas broncas en quiebres del individuo en la corrupción, por eso hay administraciones públicas pésimas, por algunos servidores públicos, en fin, porque toda la gente está anteponiendo un placer efímero y pasajero de la inmediatez, las cambian por cuestiones profundas, las cambian por cuestiones trascendentales, y ahí es donde la razón tiene que actuar con fuerza, ahí es donde verdaderamente puede avanzar.

Muchas veces para desarrollar la ética, hay que admitir las cosas, hay que abrirse, hay que saberse conducir, pero de otra manera es imposible, vale la pena que nosotros hagamos un esfuerzo y de verdad hagamos algo por sí mismos en lo individual, y en vez de querer cambiar al mundo, observa cada contradicción, entre tu hablar y tus acciones, que se mueven por deseos e ilusiones a una doble moral en una ética material de mecanismos y sanciones.

En ese mundo de la Ética, en esa orbe, donde nadie nos ve como nos comportamos, donde creemos engañar al prójimo, donde nos sentimos a veces vivales, audaces, donde hay excitación por hacer cierta cantidad de cosas, en ese mundo debería de entrar un poquito de ética, y nos llenaríamos de paz y dignidad, en lugar de estar empujando de otros modos, de otras maneras, de otras formas incorrectas y equivocas.

Mientras exista el deseo particular en el poder y el dinero en el hombre sobre una sociedad mecanizada, por tener más y mejor en lo material, por una presunción asquerosamente regocijante, por el beneficio propio; desatando corrupción y disipando cada vez más hasta callar su ética, entonces este valor llamado ética, en los hombres inconscientes, se tendrá que apoyar de herramientas para guiar con disciplina las mentes humanas, es decir, conductas en los individuos en una sociedad irracional que no se conducen en lo correcto, mediante candados como códigos éticos y morales valiéndose de mecanismos y sanciones, por reglamentos formales, contratos, convenios y rendición de cuentas, para que se cumpla una justicia social que nos lleve a un bien común, en la gestión pública y en todo lo mundano. A esto yo le llamaría una ÉTICA MECÁNICA que depende de un sistema para conducir al individuo en la sociedad.