LA VIRGEN DE LOS SICARIOS DE FERNANDO VALLEJO

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de las ultimas noticias trágicas de su ciudad, a los curas que los insta a buscar de Dios para vivir en una paz total con su mundo exterior... pero no es así. "La virgen de los sicarios no es un documental sobre los jóvenes sicarios de Medellín. Ni es, ni pretendía serlo según el autor. Narra la historia en una ciudad donde habitan los sicarios, donde está la iglesia y en donde estos asisten a su peregrinación". Ellos se amparaban bajo la supuesta bendición de la virgen de Sabaneta, hoy virgen María Auxiliadora, antes llamada Virgen del Carmen, quien aparentemente los acompañaba y protegía durante sus hechos delictivos.

Esos sicarios son vistos como ángeles de la muerte; siempre van en dúos, en motocicletas desde donde atentas contra sus víctimas para luego disgregarse con gran premura. Son poco más que infantes y matan, y también sucumben; sin vínculos, sin recelos, sin percibirlo casi. Muchos de estos sicarios se asientan en verdaderos chicos de la calle, los cuales asisten a las iglesias, viendo esos raros templos como un lugar adonde hincarse a rezar, o vender y consumir vicio. La devoción es muy significativa en estos inmaduros jóvenes asesinos con paga, a pesar de su frialdad cuando de asesinar se trata; ellos aún mantienen vivas su fe asistiendo a estos templos religiosos. “La devoción de los sicarios es semejante a la de los soldados y los conquistadores, quienes se amparaban en sus dioses para que los protegieran durante sus actos vandálicos o de guerras, santiguándose con sus armas e imploraban de su amparo para sus orgías de muerte.

Para esa época, en Medellín la muerte acechaba en cada esquina y se olía por cualquier lugar; la vida y la muerte están separadas por una consumida línea, se separan solo por un parpadeo o por una desatención. Los jóvenes extinguen su existencia velozmente, viven el día a día porque el mañana no puede existir para ellos y ni siquiera les puede importar lo que vaya a suceder, sólo hay dos caminos; La vida y la muerte. La vida dependiendo de un delgado hilo para transformarse en la muerte, aunque parezca ilógico, así es. A diferencia de los delincuentes, él culpa de esa mala épocas a Dios, quejándose por su incapacidad de controlar esas matanzas que se reflejaban en día a día; Igualmente critica al estado por la incompetencia de sus dirigentes para mantener una paz estable en esa región del país. Se delinque en cualquier lugar y se asesina cualquier persona al frente de todo el mundo, en cualquier hora del día o bajo las tinieblas de la noche, es una constante estar en la ilegalidad. Fernando está convencido esta problemática se genera en las “comunas”, donde residen jóvenes con esa sed de muerte y destrucción. Estos fenómenos sumados a la corrupción politiquera han generado un nuevo contexto: el de las “comunas nidos de asesinos” que a su vez generan ese clima de desolación y muerte

Se crea la Paradoja del conflicto: “combatir la violencia con más violencia” A lo largo del argumento podemos advertir que sobre estos crímenes reina la impunidad y la falta de autoridad por parte del estado. Pero la inseguridad no solo se refleja externamente en las diferentes calles de Medellín, sino que también se refleja dentro del estado donde los actos de corrupción son comunes frente a esta sociedad. Es ley imperante, El hacer justicia con las propias manos, “Ojo por ojo, diente por diente”. un sicario, que asesina porque simplemente quiere asesinar, pretende limpiar su mundo llevado por su intuición, un simple capricho basta para que reaccione matando al “indiscreto”. Sin embargo, nos demuestra que debemos tener temor a Dios, al perdonarle la vida a quien fue uno de sus agresores, aun teniendo motivos personales para acabar con su verdugo, le surgió la inquietud de conocer los motivos por los cuales habían matado a su amante y amigo.

CONCLUSION

En narrador enfoca toda esa situación vivida en esa época en la ciudad de Medellín, nos da a conocer gracias a su periplo tal cual como son las cosas. Es un espectador crítico, en su vasto recorrido va examinando los distintos factores de violencia por la que está atravesando Colombia. Dentro de sus estrategias narrativas utiliza una cadena de recursos para que su historia mantenga ese nivel de credibilidad que intenta tener desde el primer momento. En este deseo de contar una historia real, lleva a dar nombres reales como un medio de comprobación de que lo que está narrando es verídico, Al dar nombres, está implícitamente diciendo que esa persona sí existe, y que todas las acciones contadas en ese lugar son ciertas. Da a entender que conoce muy bien el terreno por donde se están desplegando las acciones, conoce la sicología de la población, la del asesino, y no puede concebir tanto desbalance moral.

Esa historia, está narrada en relato didáctico cargado de sentimientos encontrados, tratando de ir más allá de una elemental reflexionar. Fernando da a conocer toda esa corrupción e injustica que está pasando su país. Así mismo es consiente que esa narración le puede originar muchos inconvenientes y aunque parece conocer más de lo que parece en algunos instantes opta por no narrar más allá de lo que le conviene.