La Etica y La Moral y el Derecho

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Ejemplo: El medico que invita a salir a su asistente. Moralmente no lo considera incorrecto, pero éticamente no le parece correcto porque considera que mezclar su trabajo con asuntos personales no es adecuado en su profesión o en el entorno donde desarrolla sus labores, y entonces se abstiene. Si en el futuro su asistente deja de trabajar para él, automáticamente esa conducta de autorregulación que el mismo se impuso dejara de tener valor y efecto y posiblemente invite ahora si a salir a la mujer.

El ideal perfecto de una sociedad sana es que no solo se observen las normas legales, sino también las normas morales es decir los valores que el sujeto adquirió por medio de la familia, su educación desde niño hasta su formación profesional de ser el caso y que formen parte de cada quien. Es decir que el sujeto observe ambos conjuntos de normas en su comportamiento cotidiano. Es lo esperado por la sociedad.

En el caso del Abogado para ejercer su profesión este fue formado para poseer un conocimiento científico amplio del Derecho y sus normas legales de obligatorio cumplimiento, pero además este recibe una formación ética, se nos enseña cómo debe actuar un abogado según determinada circunstancia, se nos enseña a trabajar para el beneficio del cliente y a realizar todo lo que esté en nuestras manos para resolver los requerimientos de este. Como contraparte vamos a recibir una compensación económica o no, pero estaremos frente al ejercicio “profesional” del Derecho.

Como es bien sabido, efectivamente existen abogados y también médicos, ingenieros, etc, que dejan o apartan la moral y ética de su ejercicio profesional, es decir, sin importar el daño que puedan provocarle a su cliente o a terceros, ejercen su profesión con el único interés de obtener mayores beneficios económicos. Se apartan de sus propias leyes morales e ignoran la ética profesional. Si esta fuera la generalidad en la sociedad, estaríamos al frente de una descomposición de valores que propiciaría la anarquía en la misma, es decir cada quien hace lo que mejor le parece para obtener un beneficio propio sin importarle las consecuencias que afecten a los demás, esto claramente va en contra de lo que significa vivir en Sociedad.

De manera que si bien es bien sabido que existen excepciones en las cuales no se observan los tres elementos (moral, ética y derecho) en el ejercicio de la abogacía, definitivamente si es necesario que estas concurran para el desarrollo sano que toda sociedad requiere y que es lo que se espera de una profesión tan delicada como lo es el Derecho que puede acarrearle a las personas consecuencias muy graves incluidas las de prisión. Un abogado sin ética y moral puede afectarle la vida a una persona de manera importante. El Derecho es una profesión que afecta directamente a la sociedad, por ende deben definitivamente concurrir los tres elementos mencionados para ejercer la misma.