La educación como parte de las raíces de un pensamiento radical en Colombia

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Qué fruto se puede cosechar en un campo seco, sin los nutrientes mínimos, sin abono, tal vez solo con los deseos enormes del campesino que quiere sacar provecho de su tierra, pero que no entiende que se necesita algo más?

Como sociedad no debemos quedarnos con lo que fué si no con lo que debe ser. Sin embargo, no ha llegado el momento en nuestro país de decir que esa realidad hizo parte del pasado porque aún nuestra educación esta grandemente influenciada por educadores de las ápocas con déficit de formación, militantes de esos grupos que les aseguraron su estabilidad laboral y por los que trabajan sin contemplaciones. Aún vemos marchas y protestas reclamando más prevendas laborales, rechazando propuestas que propenden por un modelo de educación de mejor calidad como el que pretende evaluar o medir el nivel técnico del gremio, promoviendo la salida de los estudiantes de sus aulas para que pongan la cara por ellos en protestas que rechacen el desmonte de regímenes especiales ignorando que un trabajador es trabajador sea o no sea educador o mejor aún, que no hay trabajadores de primera, segunda o tercera categoría como el que el gremio de los maestros logró crear.

Son realmente pocos los educadores, pero los hay, que sienten ese compromiso paternal de querer entregar lo mejor de sí mismos para incentivar y lograr que la niñez y la juventud del país se forme no solo en conocimientos técnicos o formalismos, si no en mentes abiertas capaces de evaluar situaciones y determinar por si mismos lo que más conviene a ellos, no de manera individualista si no desde el punto de vista de comunidad, de sociedad, de nación, de heredad y no para un mañana inmediato, si no para un futuro infinito donde sus límites no se conocen ni en tiempo ni forma ni lugar.

En definitiva, la transformación de un modelo educativo vinculante de todos los actores sociales en los niveles justos, juega un papel más que importante en la forma de ver y por ende en la forma de hacer su mundo más cercano, más humano, más estable, más integral y sobre todo más social. Tenemos muchos ejemplos de países donde la variación en su ideología proyectada a sus ciudadanos a través de modelos de educación desde los más tiernos años de infancia, han logrado virajes espectaculares (Japón, Corea) en relativamente corto plazo (cincuenta años), logrando Estados que aunque nunca dejan de autoaprender, se esmeran por brindar condiciones lo más cercanamente parecidas y agradables a todos sus miembros, en todos las áreas.