La felicidad, ¿Emoción alcanzable o inalcanzable?

Persona Y Cultura Contemporánea

Grupo 10

Daniela Ponce Martínez

La felicidad, ¿Emoción alcanzable o inalcanzable?

Hoy en día  se  enseña que la felicidad es un derecho que los seres humanos poseen  y no una aspiración que tanto comentan los antiguos filósofos.  A continuación se comparará a diferentes filósofos que tienen sus ideologías y pensamientos sobre qué es la felicidad, se analizará desde filósofos como aristóteles, psicoanalistas como Freud y contemporáneos como Odin dupeyron o Mario Alonso Puig, sobre su percepción de qué es la felicidad; si está es un fin supremo del ser humano; y cómo este concepto se ha ido transformando en el pasar de la historia de la humanidad, como pasó de ser una finalidad a ser un derecho gobernado por el deseo que conlleva a la frustración de las personas como individuos.

Para hablar de un tema tan delicado como el de la felicidad primero se deberá definir qué es, pero en este caso la definición en la cual se basará este análisis será la más vaga de este concepto.  Su origen etimológico proviene del latín  “Felicitas” que se traduce como fértil. La felicidad  es un estado emocional que satisface al ser humano con lo que está experimentando o viviendo en ese instante. (Merino, 2022)  Tomando  en cuenta su origen etimológico y su definición se observa  que la felicidad no son  más que los momentos vividos que dan frutos que le proporcionan abundancia a  la persona, de ahí su relación con la sus bases la palabra “fértil” y el hecho de que la felicidad es una emoción que su objetivo es la satisfacción del individuo. Pero, tomando en cuenta lo anteriormente mencionado, ¿Por qué existen tantos significados sobre la felicidad? ¿Los seres humanos pueden alcanzar la felicidad?

Empezando por, el filósofo, Aristoteles mejor conocido por ser el autor de una de las frases más reconocidas sobre la felicidad “El fin supremo del hombre es la felicidad”. Para él, vivir significa elegir un objetivo para que toda nuestra conducta se dirija hacia este, donde cualquier actividad que realice el ser humano tiende hacia un fin. Aristoteles menciona que el hombre debe poseer un fin último y este será un fin en sí y no un medio para llegar a otro; por consiguiente tendrá que ser el bien soberano, este fin supremo es la felicidad, está siempre se escoge por encima de cualquier otro bien como lo son  el honor, placer, riqueza, etc. ya que estos son bienes que son elegidos para llegar o encontrar la felicidad convirtiéndolos en medios. De acuerdo con Aristóteles, la felicidad hace que la vida tenga un significado,  es autosuficiente, por consiguiente es un deseo constante para el individuo que está presente en todas las acciones que realiza la persona. (Ayaquica,2018).

Tomando en cuenta que el hombre necesita de un fin último y la felicidad es considerado como ese bien supremo la felicidad se transforma en él deseos más grande del hombre, horrilandolo a buscarlo hasta en los lugares, momentos o sustancias que pueden dañar la integridad del mismo, convirtiéndolo en una emoción de frustración y no en una emoción que causa satisfacción dejando a un lado el simple y pleno objetivo de lo que es la felicidad; hecho que en la actualidad la raza humana se ve tan afectado y con un  deseo enferimizo de poder alcanzarla.

El filósofo divide los bienes que son el contenido de la felicidad en tres tipos:

• Bienes del alma: la sabiduría.
• Bienes externos:El honor,  la riqueza o el  poder
• Bienes del cuerpo: la salud o el placer.

Para aristóteles, los bienes del alma son los que favorecen el pleno desarrollo de la esencia humana y estos radican a la felicidad por excelencia, pero la felicidad no puede ser plenamente algo abstracto o en cierto punto inalcanzable, por consiguiente son necesarios los bienes externos y del cuerpo, debido a la naturaleza del ser humano, el reconocimiento o la salud son sueños o deseos  (National Geographic. 2022). Estos “contenidos de la felicidad” que componen al bien supremo da como asentado que la felicidad es necesariamente existente concluyendo que ser felices es posible para todos los individuos y que es impensable que la felicidad, a la que todos desean aspirar  hoy en día, sea algo inalcanzable o una simple ilusión filosófica.

Pero Freud, el padre del psicoanálisis sobre la felicidad,  concuerda con la filosofia de Aristoteles  con que todo ser humano esperan alcanzar la felicidad y conservarla pero, el camino que nos marca Freud tiene dos lados, uno donde posee una meta positiva que sería la vivencia de sentimientos que causan placer al ser; y uno negativo donde la meta se alcanza mediante la ovación el dolor y la falta del placer  es loquo nos menciona Freud en su libro “El Malestar en la Cultura”  y en el mismo, después de afirmar que la felicidad es necesaria para el ser humano, menciona que la felicidad es episódica y parcial. A lo que el ser humano llama “felicidad” corresponde sólo a la satisfacción repentina de necesidades que han sido retenidas por consiguiente es posible solo si es episódico. (Ons, 2022) Desde este punto Freud propone el lado realista y pesimista de lo que es la felicidad que es y no más como un deber de satisfacción del placer, y este sentimiento genera que el ser humano desesperadamente busque más de él, llevándolo por el camino de la obsesión, no solo para poder experimentarlo nuevamente si no que gracias al placer se lograra alcanzar el camino hacia la felicidad plena y absoluta.  

Freud plantea que desde la creación no se encuentra la intendencia de que el hombre debe ser estrictamente feliz ya que, nuestra naturaleza hace que no sea fácil vivir o experimentar la desdicha, y lo plantea como desdicha porque la persona suele tomar el camino negativo donde evita el dolor; y también por el hecho de que la felicidad se ve amenazada constantemente por:

• La naturaleza del hombre; un hombre condenado a la ruina, donde es necesario la presencia del dolor y la angustia para darse cuenta de que no va por el camino que lo llevará a alcanzar la felicidad.
• Las relaciones con otros seres humanos, menciona que es la fuente más dolorosa, pero que le causa cierta gratitud.
• Y la presencia del mundo exterior que es un mundo impredecible y destructivo que amenaza a la felicidad continuamente.

Dejando el ser humano en una constante búsqueda ya sea mediante los vínculos afectivos, mediante el autoestima o la concesión con la naturaleza pero ninguno de ellos permite al ser humano alcanzar la felicidad plena, si no momentánea , además de dar a conocer que para cada individuo es distinta la percepción y significado de felicidad, cada uno encontrará diferentes métodos para sentirse feliz o en su defecto satisfecho. Es ahí donde Freud menciona que es imposible dejar la búsqueda de la felicidad; pero esto solo llevará a que si el humano logra mantenerse en un estado de satisfacción continua solo experimentará cierto grado de bienestar.  (Ayaquica,2018).