La moral en los medios.

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La iglesia responde defendiendo la libertad de expresión y el pluralismo, al servicio de la verdad, sin coacciones por parte del poder, y agradecer la labor de los profesionales católicos.

- LA INFORMACIÓN EN EL CATECISMO

Llama a algunos la atención que en el Catecismo de la Iglesia se haga referencia al tema de la comunicación social, pues se trata de algo presuntamente terreno y no espiritual.

Sin embargo está claro que una de las labores de la Iglesia es la de definir algunas reglas y normas de comportamiento en función de la evolución de los tiempos dirigidas a :

- Los profesionales católicos

- A todos los hombres, pues todos tienen derecho a la información.

Estas reglas están basadas en una sólida tradición y reflexión y servirán de punto de referencia a aquellos que las reciban.

El Catecismo no es más que una estructura, esquema o armazón que sustenta todo el edificio de los principios fundamentales y generales de la fe católica y por tanto norma lo que hay que hacer y como hacerlo a modo de código ético.

Por su puesto es vinculante para los católicos (la adherencia a la Iglesia Católica es voluntaria), y tiene el carácter de recomendación para el resto de los hombres.Regula pues la vida actual cristiana y por lo tanto debe también incidir en los nuevos aspectos de la era de la comunicación. Comunicación que en estos tiempos es muy abundante y compleja, así como provista de gran alcance y penetrabilidad. Por todo ello exige mayor atención por parte de la Iglesia.

El hombre es un ser social y por lo tanto tiene necesidad de relacionarse con otros. De esa necesidad surge la comunicación, que está constituida por personas y para personas en su más profundo sentido.

Los medios de comunicación han hecho posible una mayor cohesión de la comunidad, universal, un acercamiento de las gentes, lo que se denomina ahora “aldea global”.

Pero el fin último y el sentido de esa comunicación no debe ser otro que el de favorecer la vida de la comunidad y la convivencia en paz. Por ello es necesario orientar los medios de comunicación en ese sentido. Para educar y cultivar a las personas preparándolas para que germine en ellas su propia personalidad y sean capaces de usar su libertad en busca de la verdad.

Para cumplir con plenitud su función y satisfacer el derecho a la información es imprescindible que dicha información sea:

- Libre: sin influencias ni coacciones externas

- Recta: para buscar la verdad

El Catecismo nace con la labor de pretender la educación y exposición en los valores de la Iglesia. Asume la importancia de los medios de comunicación social y difunde su mensaje también a través de ellos.Abordará todos los elementos constituyentes de los medios informativos y tratará de iluminar con la fe los nuevos problemas y situaciones que se plantean.

Trata de desterrar el pesimismo que nos invade al conocer el mal de cerca, especialmente en los informadores, y pretende recuperar el sentido trascendente, la alegría y el optimismo. Ayuda a afrontar sin miedo los nuevos retos.

La labor del Catecismo se dirige :

- A los comunicadores

- A los hombres, para que conozcan sus derecho a comunicarse (consustancial al vivir en sociedad) y sus deberes.

- LA COMUNICACIÓN SOCIAL

EL Catecismo no busca dar lecciones científicas ni técnicas sino aplicar el mandato de la Verdad a los medios pues éstos tienen una gran influencia en la opinión pública y además afectan la formación de la conciencia individual. La posibilidad de que se utilicen para imponer errores y abusos es lo que requiere una reacción de defensa.

Los medios de comunicación cumplen un importante papel en la información, formación y promoción cultural y la Iglesia lo reconoce.Ponen forma a la realidad, esto es, informan a través de sus distintos formatos y por tanto el informador debe conocer esa realidad.Y ese conocimiento, y el proceso de puesta en forma de la realidad para adaptarlo a los diferentes medios es un proceso complejo y lleno de trampas.

El Catecismo tratará de orientar el correcto proceso de traducir esa realidad al mensaje.Se dirigirá a todos los elementos humanos que intervienen en el proceso informativo:

-El destinatario

-El agente

-La organización

Todo ello en busca del bien común, pues la información debe ser un servicio para el mismo y por ello debe fundarse en la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad. La bondad o maldad de la operación informativa irá en función de que se cumpla o no con ellas.

De la justicia, dar lo debido a cada uno, nace el derecho que todos tenemos a la información.Debe ser siempre verdadera, así como honesta y conveniente, respetando escrupulosamente las leyes morales, los derechos y dignidad humanos, tanto en la búsqueda como en la divulgación.En cuanto a esta última es necesario que se adapte a las características de aquellos a los que se dirige para que la comprendan en su plenitud.

La orientación de la Iglesia no se dirige solo a los informadores sino también a los receptores de modo que si éstos tienen el derecho a la información, ello lleva como contrapunto el deber de formarse la conciencia para saber discernir aquellas influencias menos honestas, evitando la pasividad y reaccionando en busca del bien.

Esta formación le permitirá ser capaz de ejercer una crítica ante aquello que le parezca perjudicial para la dignidad humana o el bien común. Tiene el deber de suscitar en los demás ese amor a la verdad y el bien.Para ello puede utilizar los propios medios de comunicación a su alcance y ser capaz de este modo de sanear juntos las estructuras que no vayan en ese sentido.Su labor debe ser activa, de iluminación a los demás.

Por supuesto para conseguir este fin es necesaria una formación, documentación e investigación, para luego poder difundirla del modo adecuado.

Como quiera que el hombre habitual no siempre sabrá hacerlo es imprescindible que se apoye en los informadores profesionales, los cuales deben tener siempre su finalidad de servicio a la comunidad.Los