La violencia depende de los medios de comunicación.

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La violencia en televisión se puede clasificar a según cómo lo interpreten las personas que la están viendo. La percepción que tenga la sociedad va a constituir un elemento a tener en cuenta en el impacto de la programación. Algunas personas pueden encontrar más violento un programa que otras, y esto depende mucho de las características psicológicas de cada quién.

Algunos ejemplos de los principales tipos de violencia mostrados en televisión pueden ser la violencia gráfica que son las escenas que los televidentes ven diariamente y que cada vez son más reales; la violencia divertida, en la que se hace comedia mediante la violencia, entre ellas, los dibujos animados; violencia justificada en donde se ve la violencia como un medio para resolver conflictos entre “el bien y el mal”; o violencia recompensada en donde se muestra a alguien alcanzando sus objetivos por medio de la violencia.

Aunque la televisión nos dé un catálogo muy grande de canales para ver, casi en su totalidad se enfrascan en la misma perspectiva en donde la violencia se utiliza como un mecanismo aceptable o hasta admirable para afrontar problemas, lo que hace que en la sociedad se llegue a restar valor por la vida de los demás. Y es que la violencia es un medio muy fácil para tener audiencia. Se puede decir que el cine o el teatro también son medios de comunicación y que en ellos se muestra mucha violencia también, sin embargo la televisión es un medio al que los menores pueden acceder con mucha más facilidad y tiene el mencionado gran catálogo que ofrece muchas posibilidades de encontrar violencia, la cual depende mucho también del contexto. Por ejemplo, una película aunque muestre muchos tiroteos o muertes puede tener un impacto muy diferente en la conducta de las personas, si se muestra desde una perspectiva con los valores que una película de éste tipo demanda, con respecto a otra donde se muestren un grupo de delincuentes cometiendo actos inmorales o deshonestos.

Los niños son imitadores por excelencia. Sin embargo en cuanto a su personalidad no van a ser una copia exacta de ninguna otra persona. Sus actitudes y personalidad se van moldeando mientras crecen y observan a las personas que más están a su alrededor. Por esto se recomienda a los padres que cuiden su actuar y su vocabulario cuando se encuentran con ellos.

En un experimento realizado por Albert Bandura de la universidad de Stanford, se seleccionó a un grupo de niños, el cual se dividió en 3 más pequeños. A éstos 3 grupos se les iban a llevar a un lugar lleno de juguetes, incluido un muñeco que sería parte del estudio. El primer grupo no formó parte del experimento y se les llevó directamente a la zona de juegos, y los niños no mostraron casi ningún tipo de conducta agresiva. Al segundo grupo, antes de pasarlos al cuarto, se le mostró en televisión a un adulto que agredía de diferentes maneras, ya fueran verbales o físicas con martillos o patadas, al muñeco. Al tercer grupo se le mostraron las mismas conductas pero son un adulto en vivo. Cuando pasaron a éstos dos grupos al lugar donde se encontraban los juguetes, la gran mayoría exhibieron conductas violentas en contra del muñeco. Lo más impresionante fue que los niños también buscaron e ingeniaron otros métodos para agredir al juguete. Ellos no se limitaron a lo visto en el video o con el adulto. Conforme los niños van creciendo, van dejando de lado las imitaciones, y se va reflejando más un estilo propio de identidad. Por esto se dice que los niños modelan su personalidad más que imitar completamente a alguna otra persona.

Éste estudio fue muy cuestionado por muchas personas que aducían que los niños solo por ser violentos con un juguete, no significaría que lo fueran a ser con personas. No obstante luego otro estudio demostró que esos mismos infantes también fueron más agresivos con sus compañeros. Inclusive, que los niños no se muestren agresivos luego que ver episodios de violencia, no significa que no haya aprendido alguna de esas conductas y las pueda mostrar en el futuro.

Los jóvenes tienden a identificarse mucho con los personajes “heroicos” que se muestran en la pantalla. Cuando el personaje principal de una película asesina a un grupo de delincuentes por vengarse de la muerte de algún familiar o el robo de alguna pertenencia importante, las personas tienden a ver eso como un método de resolución de conflictos que es correcto y digno de imitar. Esto ha hecho que los mismos adolescentes resuelvan de esa manera alguna confrontación o problema con algún otro joven. Y de ahí que se hayan visto asesinatos o incluso masacres por escenas imitadas de la televisión o el cine.

Muchos estudios han llegado a la conclusión de que existen unas preguntas que miden la eficacia con que la televisión transmite agresividad a los niños: ¿Nos identificamos con el personaje? Las investigaciones indican que es mucho más fácil imitar a las personas que son atractivas, respetadas y poderosas.

¿La violencia es reforzada? ¿El delito paga? Los niños cuando están muy pequeños llegan a conclusiones cuando observan violencia en televisión. Cuando el acto agresivo es castigado es malo, y cuando no lo es, es bueno. Y cuando ellos observan que estas acciones son buenas, ellos tienden a aprenderlas con mayor facilidad. En otro experimento realizado por Bandura, se eligieron dos grupos de niños. El primer grupo de niños observó a un adulto golpeando a un muñeco. A este adulto se le dijo que era “todo un campeón” y fue recompensado con calcomanías y jugo. El segundo grupo de niños observó a mismo adulto mientras golpeaba al muñeco. Esta vez al adulto lo golpearon con una revista enrollada y se le regañó. Cuando se llevaron a los grupos de niños a un salón de juguetes con el muñeco incluido, el grupo de infantes que vio al adulto que golpeó al juguete y era recompensado, fueron mucho más agresivos que los niños que observaron al adulto regañado por la misma acción. Así como la agresión recompensada, la violencia justificada tiene más probabilidades de ser imitada por los niños. Se realizó otro experimento donde se dividió a dos grupos de niños, en uno se justificó la violencia del adulto hacia el mismo muñeco, en el otro grupo no fue así. Los niños del primer grupo volvieron a ser más violentos que los niños del segundo grupo. Esto puede inclusive a llegar a ser parte de las causas de violaciones. En la televisión se ha llegado a mostrar que la mujer disfruta de las relaciones sexuales aun cuando es víctima de dolor.

¿La violencia parece real o ficticia? La violencia que parece real, suele tener más efecto en las personas que la irreal. Para los adolescentes que lo visto en televisión tenga un mayor realismo