Mujer, seguridad alimentaria y econfeminismos.
Enviado por poland6525 • 2 de Mayo de 2018 • 2.453 Palabras (10 Páginas) • 392 Visitas
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La aportación de Pierre Bourdieu a los estudios de género y feministas se centran en la teorización que establece del orden social, ejercido a través de las estructuras ideológicas dominantes, el cual está dictado por el orden simbólico y se asienta sobre la imposición de estructuras cognitivas, que dan sentido y coherencia al mundo social. [10] Para el caso del género, este orden social funciona por medio de asignación de roles que obedecen a construcciones ideológicas y estructurales del deber ser de lo masculino y femenino. La sumisión de la mujer a través de las estructuras de dominación, y para el caso del hombre, establece una serie de privilegios sobre la mujer que son parte de este orden social establecido.
En términos estructurales, las políticas diseñadas en los noventas con discursos como el desarrollo y la competitividad, hundieron gran parte del campo mexicano. A finales del siglo XX se transitó de una sociedad agraria, en la cual predominaba el sector agropecuario, a una sociedad rural, en donde este sector no sólo coexiste con otras actividades económicas, sino que es la actividad menos importante tanto en términos de la población económicamente activa involucrada.[11] Aquellas tierras comunales en las cuales se entretejían las redes de cooperación y producción de manera equilibrada en términos ambientales y sociales (si bien no completamente, pero si más que en la actualidad) ahora están rotas por la propiedad privada y la tecnificación agrícola desmesurada que no benefician al grueso de la población, si no solo a unos cuantos. En consecuencia, el capitalismo globalizado obliga a enfrentar la devastación galopante del planeta, a vivir cotidianamente bajo la amenaza de extinción no sólo de especies animales y vegetales, sino de la propia especie humana. [12]
Según la Organización de las Naciones Unidas las mujeres producen entre el 60% y el 80 % de los alimentos de los países en “desarrollo” y la mitad de los de todo el mundo[13]. Recientemente se empezó a reconocer el papel de las mujeres como productoras y suministradoras de alimentos, su contribución a la seguridad alimentaria y su función como pilar de la agricultura de pequeña escala, del trabajo campesino y de la cotidiana subsistencia familiar, sin embargo, las mujeres aún tienen más dificultades que el hombre para acceder a recursos como la tierra, el crédito, los insumos y servicios que aumentan la productividad.[14].Lo anterior tiene como origen que “tradicionalmente” las labores del campo, su comercialización y distribución son tareas públicas y se atribuyen a los hombres, y la identidad masculina, que recaen en los roles de género que se expusieron con anterioridad; sin embargo es necesario recalcar que esto pasa solo discursivamente ya que en la práctica algunas mujeres también participan en las tareas públicas. La dicotomía público/privado es una herramienta ideológica que justifica las limitaciones que enfrentan las mujeres para participar en actividades políticas y económicas, funciona como una“polaridad artificial” que ignora el continuum de actividades de la vida cotidiana.[15]Lo anterior, es parte de esas lógicas duales que rigen el mundo, en las cuales Bourdieu propone para su análisis el método relacional, el cual desenmaraña el sistema de oposiciones simbólicas entre lo femenino y lo masculino.
En consecuencia, existen normas sociales que limitan las opciones para las mujeres en el campo y su producción de alimentos, por ejemplo, en algunos lugares no pueden firmar directamente contratos de producción, recibir créditos o acceder a ciertos subsidios porque no disponen de un control seguro sobre la tierra, la fuerza familiar y otros recursos necesarios para garantizar un flujo productivo constante, sin embargo desarrollan diversas estrategias de sobrevivencia como técnicas de adaptación al cambio climático, diversificación de actividades e ingresos, entre otros [16]
Los aportes feministas son adecuados para un análisis de la seguridad alimentaria, ya que el feminismo ha sostenido una crítica no solo al sistema de dominación económica y política del capitalismo, sino también a la dominación patriarcal, es decir, contra las dimensiones cultural y simbólica del capitalismo.
Para mejorar la situación actual de las mujeres en el campo y en consecuencia al acceso a la seguridad alimentaria, existen propuestas actuales que resignifican el lugar de la mujer y su relación con la naturaleza, como el ecofeminismo. Esta posición teórica y política explora los nexos entre androcentrismo y la destrucción ambiental, partiendo del supuesto de que es indispensable un cambio social total para la sobrevivencia de la especie desde la deconstrucción de las cosmovisiones prevalecientes, seguidas por la reconstrucción de valores reivindicativos sobre la relación con la naturaleza y entre los géneros.[17] Este planteamiento, equipara la explotación y subordinación de las mujeres con la explotación y la subordinación que el capitalismo realiza sobre la naturaleza desde una visión antropocéntrica Así mismo, planeta dese diferentes metodologías las formas de aproximación a la realidad que cada una de las mujeres vive, de las cuales las más pertinentes desde la posición teórica feminista para el cambio de las condiciones de vida de las mujeres son la postura Epistemológica, la cual plantea nuevas formas de relación humano-naturaleza, la Teórica, como campo emergente, inter y transdisciplinario y la Política, que opera desde el activismo, a través de la praxis.[18]A su vez, las diferentes acepciones que constituyen los ecofeminismos, en tanto corriente ideológico-pragmática, coinciden en la crítica de una serie de condiciones que atribuyen al orden simbólico patriarcal las plantean el análisis de : a) Las interrelaciones de dominación y explotación de las mujeres y de la naturaleza, que cada feminismo interpreta de manera particular, b) La denuncia de la supuesta relación mujeres-naturaleza a partir de la biología de las mujeres, por su condición de reproductoras y cuidadoras, c) El origen común de la explotación y dominación de las mujeres y de la naturaleza como campo de oportunidad y de alianza entre ambas para terminar dicha situación.[19]
En conclusión, defender la seguridad alimentaria para las mujeres en la actualidad es una acción emergente. Para ello, basado en los posicionamientos anteriores, desde un enfoque teórico/practico/político, se considera necesario el cuestionamiento de las estructuras ideológicas entorno a la alimentación, la tierra y la distribución del trabajo, el dialogo intermitentico de saberes y la reivindicación de la agricultura tradicional desde un dialogo intercientifico para que la ciencia sirva no solo a las entidades
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