Quizás por la confianza en que se trata de una certeza, no es común que los seres humanos discutamos en el día a día sobre la condición de ser persona. Suena contradictorio pues parece que una es parte de la otra o, más bien, que no se es ser humano

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“Aquello que llamamos "yo" no comienza en un momento determinado -que pudiera fecharse- de la biografía humana. Se conforma en un desarrollo continuo a partir de la naturaleza orgánica del hombre. Por eso decimos "nací en tal momento", si bien cuando nacimos no decíamos todavía ''yo'', ni tenemos recuerdo alguno de aquel momento. Por eso, cuando tenemos que habémoslas con un ser que desciende del hombre, debemos respetar en él la disposición a ser un yo, a la libertad como dignidad."[2]

Aquí claramente Spaemann intenta resaltar el hecho de que no necesitamos demostrar nuestra inteligencia o voluntad, ya que éstas se irán desarrollando con él tiempo, para que seamos denominados como personas con dignidad.

Basándonos en todo aquello mencionado anteriormente para dar al final con la parte importante de que son individuos con derechos podemos decir que: “La humanidad misma es una dignidad, porque el hombre no puede ser tratado por ningún hombre, como un simple instrumento, sino siempre, a la vez, como un fin; y en ello precisamente estriba su dignidad.”[3]

Tomando en cuenta parte de la cita anterior que tiene que ver con el hombre y su finalidad como tal, podemos agregar otro argumento que tiene referencia a que el ser humano como persona es un ser superior a los demás que puede hacer usufructo del medio ambiente, lo que lo obliga a preservar el entorno ya que cada uno de los elementos integrales de él entregan un servicio al hombre y por ello podemos decir que el ser humano es un fin en sí mismo, porque se encuentra en el tope de la “sociedad” por lo que no es un medio, a diferencia de todo aquello que lo rodea tales como los animales, vegetales o minerales, que de acuerdo a Spaemann, se encuentran por debajo de la pirámide jerárquica.

Todo ser racional existe como fin en sí mismo, no sólo como medio para usos cualesquiera de esta o aquella voluntad; debe en todas sus acciones, no sólo las dirigidas a sí mismo, sino las dirigidas a los demás seres racionales, ser considerado siempre al mismo tiempo como fin.[4]

Esta frase nos ratifica lo mencionado en el comienzo de este argumento, en el que las personas, denominadas así porque su naturaleza los distingue, son un fin en sí mismos, esto es, como algo que no puede ser usado meramente como medio, tal como considera Spaemann, quién retoma los pensamientos de Kant, considerando que debido a las aptitudes que posee el hombre se debe considerar por sobre lo demás y por ende, un fin y no un medio en sí mismo.

Finalmente la importancia de este argumento está en que como dice Robert Spaemann, todo ser humano es racional y es un fin en sí mismo, característica que se traspasaría al ser persona, debido a que como tales somos un fin dentro de la tierra.

Con este ensayo se intentó demostrar porque un ser humano es persona en todo momento, con pensamientos completamente opuestos a lo que propondría Peter Singer el cual plantea que el hombre es simplemente uno más dentro de la naturaleza, incluso pudiendo valer, en ciertas circunstancias, menos que un animal. Además este filósofo le otorga al hecho de ser persona un carácter completamente subjetivo, ya que la calidad de éste se puede ganar y perder con mucha facilidad, tales son los casos de: ser humano en estado vegetal, individuos dormidos o desmayados, locos (alzhéimer/psiquiátricos), drogados, recién nacidos, entre otros.

Es por esto que con el trabajo realizado se quiere reforzar la tesis planteada, gracias a los argumentos donde en primera instancia se quiso especificar, con ayuda del mismo Robert Spaemann, desde cuándo y quienes pueden ser personas, dejando en claro que desde que se es fecundado, el ser que viene en camino ya es una persona, porque posee todo lo necesario para serlo, sin importar que use o no aquellas facultades. Para el segundo argumento se dio una introducción para finalmente llegar a decir que el ente, dado las características que posee, está sujeto a derechos y, como propone Robert Spaemann, al poseer derechos se convierte en un personaje con dignidad y lo más importante es que es reconocido como persona. Finalmente con aportes de Immanuel Kant se quiso dar la importancia y dejar en claro que tanto los seres humanos como las personas son fines en sí mismos por lo que no habría porque hacer diferencias uno de otro.

Para concluir podemos decir que en el ensayo quedo demostrado porque es que todos los hombres son personas gracias al apoyo otorgado por los argumentos y a las citas con que se respaldaron, dando cuenta claramente de cual era mi postura frente al tema.

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