Una historia única a través de los cuentos de mi niñez
Enviado por Mikki • 7 de Diciembre de 2018 • 1.029 Palabras (5 Páginas) • 456 Visitas
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Hoy en día, me he dado cuenta, han salido uno que otro libro que da una visión más neutral respecto al tipo de rol que puede ejercer la mujer en una historia, ésta sigue teniendo tintes de una herencia patriarcal pasiva —y hasta de supremacía blanca— entre sus líneas. A las jóvenes no les gusta leer sobre heroínas de pelo castaño y ojos castaños —aún recuerdo el escándalo por presentar una “princesa” de piel marrón—. No les gusta que se les enseñe que la mujer puede cuidar, salvar y proteger al hombre. Se resisten a creen que un papel femenino no pueda ser menos que hermoso bajo las doctrinas de la estética gringa. Ni qué pensar del día en que nos quieran presentar como personaje principal a una heroína Lesbiana, porque hasta la sexualidad se nos ha fijado en cera.
Para la autora Adichie, es un peligro —con justa y merecida razón—, que la historia tenga un solo lado. Para la autora de este escrito no es solo peligroso, también es asfixiante y doloroso que nos desarrollemos bajo un ideal de rol femenino que atraviese todo ámbito como ser humano. Por supuesto hay iniciativas que me son un bello comienzo, como las nuevas generaciones de películas para niños que está intentando, si bien no borrar o tapar, sí reestructurar el modo en que nos desarrollamos y aprehendemos sobre lo que debería o no ser una persona de acuerdo a su género.
La única historia está presente en todo lo que nos enseñan a creer; el cristianismo como única religión, Revoluciones españolas, francesas, inglesas como única forma de reivindicación política y un largo etcétera de únicas formas correctas de ver al mundo. Sé que no estaré satisfecha, al igual que Chamamanda, hasta que nuestra realidad sea formada en una suerte de Cubismo; donde todos los puntos de vista sean puestos simultáneamente sobre la mesa del conocimiento público y genere un verdadero aprendizaje sobre nuestro mundo.
“Cada segundo de vida es un momento nuevo y único en el universo, un momento que nunca se repetirá. ¿Y qué les enseñamos a nuestros hijos? Les enseñamos que dos y dos son cuatro, y que París es la capital de Francia. ¿Cuándo les vamos a enseñar también lo que son? Deberíamos decirles a cada uno de ellos: ¿Sabes quién eres? Eres una maravilla. Eres único. En todos los años que han pasado, nunca ha habido otro niño como tú. Tus piernas, tus brazos, tus dedos, la forma en que te mueves. Quizá te conviertas en un Shakespeare, un Miguel Ángel, o un Beethoven. Tienes la capacidad para hacer cualquier cosa. Si, eres una maravilla. Debes trabajar, todos debemos trabajar, para hacer al mundo digno de sus niños”.
Pablo Picasso.
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