Analisis sobre la crisis de la baja edad media

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También apunta irónicamente a aceptar las visiones sobre la mejoría de las situaciones sociales, económicas y sanitarias dadas después de la salida del mundo medieval tal y como lo hace la historiografía tradicional un tanto en discordancia con sus argumentos anteriores, el autor se adentra en este argumentos secundario sin exponer muchos reparos sobre si hablar sobre tal avance es realmente pertinente en el consiguiente siglo XVI, este está así entrando en una aseveración que no explora a cabalidad y podría ser rebatida con facilidad, aunque con una correcta enunciación de este argumento, podría conectar lógicamente sus argumentos anteriores que no exponen una época de atraso como tal, con la idea de avance histórico consiguiente.

En cuanto a público objetivo se refiere , se logra ver una intensión de dirigirse a un sector ligeramente más especializado que a uno general, no es un libro dedicado a cualquier lector, pero que podría leerse y comprenderse, con un nivel medio de conocimientos sobre ciencias sociales e historia medieval, sin embargo vale la pena aclarar que en general el texto parece centrarse en tópicos económicos que podrían atraer con facilidad espectadores con intereses en la economía Medieval, (producción, mercancía y comercio principalmente) pues la mayoría de los apartados del texto suelen ahondar en situaciones que afectaban a la productividad o como el ambiente económico determinaba décadas o territorios con características especiales.

Con respecto a la estructura y metodología del autor es posible decir que es muy acertada en la mayoría de ocasiones para transmitir una visión opositora a lo que se cree comúnmente, pues inicia con preguntas muy específicas que ayudan a encasillar el proceso de lectura y dan ideas muy detallas de que planea poner en duda o exponer en su libro, además los argumentos son planteados en un orden lógico e interconectado que permite al lector seguir el hilo de aquello que está leyendo, sin embargo la interconexión de todo el texto le lleva a poner sobre la mesa demasiada información, que puede confundirse o quedar inconclusa pudiendo ser más concreto, aún más teniendo en cuenta la corta extensión del libro.

Al incorporar tantos conceptos y temáticas en muchas ocasiones se queda corto en las explicaciones o es posible que no abarque lo necesario para completar la idea que intenta exponer, sin embargo, también es menester reconocer que por la misma corta extensión del texto no es posible ahondar profunda y exhaustivamente en cada dicotomía, territorio o década.

En cuanto a las fuentes bibliográficas están relativamente completas, más se echa de menos un mayor número de fuentes que puedan contrastar la información y enriquecer el proyecto del autor, sin embargo de nuevo se tiene en cuenta el tamaño realmente reducido del texto, por lo cual se cree están, justas las fuentes bibliográficas que expone, haciendo hincapié en resaltar los dos ultimo mapas que adjunta, para otorgar claridad con respecto a dos ejes centrales que en su explicación sustentan el argumento; la peste y el comercio.

En conclusión, el autor deja en claro durante su texto que no pretende crear un nuevo camino e interpretación de la crisis de los últimos siglos de la edad media, pero que si pretende sumar esfuerzos a la corriente que procura ver la edad media y su “crisis” final como un proceso mancomunado de tiempos difíciles y loables que fueron desembocando en la época moderna y no solo como una época que se deba ver con una visión unilateral de crisis profunda en todos los sectores y lugares. Es menester eliminar el enfoque que cree en dicha crisis como una bestia insaciable, sino que debe fomentarse la que la ve como un motor de cambio y avance hacia la época moderna, teniendo dentro de si ya rastros de lo que posteriormente catalogarían como parte de la modernidad (como el mercantilismo).

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