Argentina entre los años 1930 y 1943

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el sector agropecuario y promover la industria, que no prosperó dada la división dentro de la concordancia y la oposición al radicalismo ,y, por otra parte ,porque el radicalismo Alvearista y los conservadores tenían ideologías ultramente liberales ,profundizaron las divisiones políticas, tanto en el oficialismo como en los sectores de la oposición.

Comenzó a aumentar en diversos sectores, los partidarios de que la Argentina rompiese lazos con las potencias del eje o se sumase o los aliados. Ortiz parecía inclinarse por modificar la política exterior pero por su enfermedad y su relevo por Castillo, la Argentina terminó declarándose neutral.

La guerra planteaba una serie de problemas entre ellos los del equipamiento de las fuerzas armadas y el transporte para las exportaciones argentinas.

Castillo buscan el apoyo de las fuerzas armadas entonces amplio el presupuesto de defensa y se llevó a cabo el desarrollo de una industria bélica nacional mediante la creación de la Dirección General de Fabricantes Militares y se planteó la posibilidad de alcanzar la autarquía.

Estas ideas de autarquía y soberanía nacional o se relacionaban con la posición de Argentina frente a la guerra, consistía en mantener la neutralidad.

La polémica sobre qué actitud tomar ante la guerra dividió a los más diversos sectores de la sociedad Argentina afectando a los partidos, movimientos gremiales, militares e intelectuales.

Existían dos posturas a adoptar frente a la guerra: Neutralistas (que reunía a un grupo heterogéneo de dirigentes que sostenían la necesidad de mantenerse neutrales ya que decían que el conflicto mundial era ajenos a los interés del país) y aliadófilos (que apoyaban la ruptura de relaciones con Alemania, Japón e Italia .Su principal argumento era el rechazo a los regímenes autoritarios y sostenían que los aliados representaban la defensa de la democracia y las libertades públicas)

En 1943, el país se preparaba para una elección presidencial para la sucesión de Castillo, cuyo mandato concluía al año siguiente. Los sectores aliadófilos propiciaban la constitución de una Unión Democrática, encabezado por la UCR, con el respaldo de socialistas, demócratas progresistas y comunistas. Sin embargo, el mantenimiento del fraude aseguraba la victoria de Robustiano Costas, candidato conservador, considerado “aliadófilo”, pero que había sido aceptado como sucesor de Castillo.

Ante este panorama creció el malestar en el ejército .Mientras algunos grupos de oficiales se oponían al abandono de la neutralidad, otros rechazaban que se impusiese el fraude en las elecciones. En ese contexto los de la oposición mantuvieron reuniones con jefes militares. Castillo buscó poner orden desplazando al jefe de la institución Pedro Ramírez, lo que en cambio sirvió para que esas tendencias acordasen derrocar al gobierno. Así el 4 de junio de 1943, las Fuerzas Armadas en un nuevo golpe de Estado, depusieron a Castillo y asumieron el poder.