El aborto en Argentina: situación actual y perspectiva personal.

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adjudicar a su vez el derecho a la vida. De acuerdo con lo anterior, la condición de persona y el derecho a la vida, no se adquieren en el momento de la concepción, con la unión de óvulo y un espermatozoide, sino en un momento posterior del momento de gestación. Esto permitiría fijar un plazo para la permisividad moral del aborto y (2) Reconocimiento que existen ambos derechos y desarrollando un ejercicio de ponderación para evaluar cuál tiene más peso en relación con el otro”.

Dicho esto, mi postura se posiciona cercana a la moderada desde el punto vista moral y dentro de ella, considero que es necesario modificar en la legislación argentina el momento en el que se considera la existencia de persona. De este modo, se podría estudiar una ley de aborto en la que se despenalice el mismo en ciertas circunstancias. Por ejemplo: violaciones, enfermedades mentales de la madre, mujeres en condiciones de vulnerabilidad social.

Esta ley debería considerar ciertos ejes adicionales, a saber: (i) concientización de la sociedad mediante la educación sexual obligatoria en la que se informe sobre la sexualidad, los embarazos y las consecuencias asociadas a la realización del aborto (ii) la regulación de los ámbitos de salud para el tratamiento de embarazos no deseados que contemplen no sólo la salud física sino también el acompañamiento psicológico de las mujeres que atraviesan por esa situación; (iii) Prevención: que se realicen estadísticas sobre abortos realizados, para que el Ministerio de Salud de la Nación lleve un control de la evolución de los casos y analice en función de eso: las causas subyacentes y los modos posibles de prevenirlos (iv) erradicación de la práctica ilegal de abortos: evitar que consultorios ilegales continúen con su actividad abusando de la vergüenza, miedo o reticencia que puedan llegar a tener ciertas mujeres para acudir a ámbitos de salud públicos o privados a realizarse un aborto.

Es importante no perder de vista que el objetivo principal de esta ley sería prevenir la muerte de mujeres que arriesgan su vida realizándose abortos ilegales. Pero no implica que promueva al aborto como actividad libre a realizarse bajo cualquier circunstancia amparado por la ley. Es por esto que es clave considerar y estipular en detalle en qué condiciones se realiza. Ya que personalmente, no creo que debería tener igual derecho a un aborto una persona con medios económicos y nivel de educación alto que quiera interrumpir su embarazo fruto de una vida promiscua que una persona que carece de en su vida no tuvo acceso a una educación formal y sexual adecuada y decida interrumpir su embarazo porque, por ejemplo, no pueda satisfacer las necesidades básicas de su hijo.

En esta línea, llego a la conclusión que no es posible que por preceptos morales se desoigan los pedidos de aquellas mujeres que arriesgan sus vidas para practicarse intervenciones abortivas en condiciones de salud deficientes. Asimismo, el Estado debe intervenir de manera urgente y eficiente en estas cuestiones a los fines de velar por la integridad física de las mujeres. La ley y la regulación de la misma, son las herramientas de las cuales el Estado debe valerse para iniciar este