Momento Actual. Economía Argentina

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Resumiendo, el ajuste recién empieza y va a seguir, dado que aún contamos con los salarios mínimos más altos de la región (pese a la devaluación con el último aumento sigue siendo el más alto en América del Sur, con casi US$500) y con esta transferencia de recursos (vía quita de subsidios y aumentos de tarifas) apenas han dado vuelta la proporción de la distribución del ingreso dejada por el Gobierno de CFK. Y para lograr llegar a su esquema de 70% a 30% no les importa sacrificar a este gobierno, o al que lo suceda, ni tampoco a quienes se le opongan. Vinieron a licuar los salarios (hay que ver si quieren llevarlo al promedio histórico de los '80/'90 de US$100/200, o al promedio regional de US$300) y lo van a intentar hacer a cualquier costo, sea cual sea el trabajo sucio que tengan que hacer. Con represión (1976-1983 y diciembre de 2001) o vía shock (1975 y '89/'90).

La encrucijada para el movimiento obrero, el campo popular y todas las fuerzas productivas que dependen de un modelo de mercado interno y la presencia fuerte del Estado es mantener la unidad y no caer en provocaciones. Es imprescindible no dejarse amedrentar pero tampoco caer en provocaciones que lleven el enfrentamiento en el plano de la violencia (donde ellos ganan, tanto en la fuerza como en la posterior construcción y difusión del hecho, por eso siempre provocan con sus frases y dichos, no se equivocan, es hacia donde nos quieren llevar). En el plan económico no hay errores ni ensayos, pero en cuanto al aparato represivo van midiendo sus fuerzas para ver hasta dónde pueden llegar (Cresta Roja, Tiempo Argentino, ataque a locales de La Cámpora y Nuevo Encuentro, los distintos abusos de autoridad contra ciudadanos, avance sobre base de datos de Anses e internet, etc.). Para eso es fundamental mantener la unidad para frenar todos los embates económicos y posibles leyes en contra de los trabajadores y denunciar el avance de las fuerzas de seguridad, teniendo en cuenta siempre cuál es el enemigo principal y su objetivo, y cuáles son los brazos instrumentales o fusibles (a descartar), más allá de las coyunturas. Porque lo electoral, tal como en el pasado, no es definitorio, una vez que han sido liberadas las fuerzas del mercado, y así el gobierno pierda las elecciones legislativas en 2017, o la misma administración del Estado, la iniciativa la seguirá teniendo el gran capital y su proyecto neoliberal, con capacidad de condicionar cualquier política de gobierno. La lucha es en la calle y en la organización, que es la que vence al tiempo.