CAPITULO III: POSCONFLICTO

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De acuerdo con lo anterior, el escritor hace una comparación errónea entre las Farc y Pablo Escobar al mencionar actos como los del anteriormente nombrado, los cuales si tenían el fin de causar miedo en las personas, establecimientos y ciudades a las cuales los ejercían.

Para finalizar, es claro que el escritor usa de manera errónea el termino de terrorismo, esté confunde y compara, las acciones de las Farc, las cuales hacen parte de una guerra con el ejército nacional y el gobierno de más de 50 años, con acciones como las del anteriormente nombrado Pablo Escobar, narcotraficante que buscaba causar terror ante sus opositores.

En la tercera columna de Fernando Londoño Hoyos, titulada, “Por qué votaré No”[5] , publicada el 19 de septiembre de 2016, se aplicará la primera categoría de análisis llamada, “polarización política.”, dado a que mediante falacias, busca explicar sin criterio algunos puntos del acuerdo final, pactado en La Habana, creando la ya nombrada polarización.

El escritor durante su discurso afirma:

“me niego a vivir en una Patria comunista. En diez millones de hectáreas, dos veces el Departamento de Antioquia, se formará una “economía campesina, familiar y comunitaria” que dominarán económica, social y políticamente las Farc, que nunca, ni ahora mismo, han renunciado a su credo marxista leninista. Está claro cuáles tierras serán despojadas y a quiénes se les practicará ese despojo”.

Claramente Londoño Hoyos no reconoce el contexto en el que se desarrolló la mesa de conversación en La Habana, en la que se pactaron 4 puntos inamovibles: las relaciones internacionales, el modelo económico, las fuerzas armadas y el modelo social.

Dado lo anterior, no es posible afirmar que si se lee y analiza de manera critica el acuerdo final, este establezca que el país, cambiará su modelo económico y social, y que el estilo de vida del país se regirá por un prototipo castro chavista.

La siguiente columna de María Jimena Duzán, titulada, “A cambiar de enemigo”[6], publicada el 20 de diciembre de 2014, habla sobre cual es la posición que el uribismo, tomo luego de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, buscara renaudar las relaciones con Cuba, después de tantos años de estar distanciados, dado que el grupo nombrado con anterioridad, siempre ha resaltado a Cuba como un enemigo, y ejemplo de lo que según las Farc, quieren hacer con el país, ahora que lo tienen en “sus manos”.

La columnista lo que busca resaltar, es que este “enemigo” ya no tiene los contras, en los que se basa el uribismo, para hacerlo ver como el peor de los gobiernos, y de la misma manera, que los acuerdos que se pactaban en La Habana eran erróneos porque eran rígidos por los mismos.

Duzán, plantea que este grupo de opositores, caiga en la tolerancia, y comprendan que, que no es necesario, llegar al extremo de lo negativo, si, el gobierno de Cuba es capaz de reconciliarse con U.S.A, no son tan malos como estos los buscan mostrar.

En este punto se aplica la primera categoría de análisis, polarización política, ir a los extremos de esa forma, de una manera inmoral usando el termino castro chavismo, para referirse a lo peor que le podría pasar a Colombia, solo genera más desinformación y polarización en el país.

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