Crisis de los sindicatos mexicanos.
Enviado por John0099 • 22 de Diciembre de 2017 • 9.294 Palabras (38 Páginas) • 415 Visitas
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Mario de la Cueva señala que la legislación Francesa en relación con la reglamentación de las asociaciones profesionales tuvo mucha injerencia con las asociaciones profesionales en América Latina:
“La Reforma de 1864 de Napoleón III acerca de la licitud de la coalición, dio gran impulso a las Asociaciones Profesionales y los gobiernos de Francia la dejaron vigente, sin aplicar las sanciones del Código Penal, sin embargo los acontecimientos ocurridos durante la Comuna de Paris, obligaron al gobierno a la aplicación del Código Penal, hasta 1884 en que se dictó la Lay de Asociaciones Profesionales; tuvo el carácter de legislación excepcional, pues la simple asociación continuaba regida por el Código Penal; el 1 de julio de 1901se dicto la Ley General de Asociaciones y desde entonces, su licitud es completa,, la ley de Asociaciones Profesionales siguió los pasos de la legislación inglesa; la Asociación Profesional gozó de personalidad jurídica y era autónoma ante el Estado, sin otra obligación que depositar sus estatutos como medio de publicidad de su existencia.”
En América Latina la historia no fue muy diferente, una lucha constante por el reconocimiento constitucional ante un Derecho de Asociación Sindical. A continuación los datos más representativos en América Latina:
En Argentina da referencia de una iniciativa de Ley Nacional de Trabajo en 1904, que sirvió como antecedente de las primeras leyes laborales, ya que no fue aprobada, hasta 1905 y 1907 que nacen las primeras leyes laborales en este país. Y propiamente el derecho de constituir asociaciones profesionales, sindicatos o uniones se dio hasta el año de 1958.[4]
Chile, 1924, ley del 8 de septiembre, Francisco Walker Linares desglosa las siete leyes que versan sobre materias fundamentales de derecho social. Incluyendo por primera vez en el continente derechos de vejez para obreros. Así como la inclusión Tribunales de conciliación y arbitraje.
Perú, su legislación es muy parecida a la mexicana actualmente, “el estado garantiza a los empleadores y a los trabajadores el derecho de asociarse libremente en sindicatos, sin autorización previa, con vista a su mejoramiento económico social cultural, así como para la defensa de sus intereses comunes. Ya que en la legislación mexicana la única modificación al art. 356 es el estudio mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses, a diferencia de la peruana en vista de su mejoramiento económico social cultural, así como para la defensa de sus intereses comunes (esta última parte reglamentada en México para las coaliciones[5]).
Venezuela, 1936, Ley realizada con cooperación Internacional de Trabajo, se inspira en la Ley Federal del Trabajo de la República Mexicana de 1931 y en el Código del Trabajo de la República de Chile; hace el primer reconocimiento expreso de los Derechos de Asociación, Contrato Colectivo y Huelga.
México
Algunos autores afirman que el Sindicalismo mexicano se origina a principio del siglo pasado, con la lucha revolucionaria, y es que hay que recordar, que es el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México, y una inspiración mundial. Este hecho trajo aparejada la integración a la carta magna el derecho de la libertad de asociación. Y desde entonces, grupos de diferentes gremios se han conformado.
El movimiento Sindical en México en sus primeros años tuvo grandes logros que se instituyeron en la Ley Federal del Trabajo.
Muchas conquistas se han logrado, jornadas laborales no excedentes de 8 horas, días de descanso obligatorio, derecho de la seguridad social, por mencionar algunos, que continúan en la LFT[6], y que según el sindicato, han mejorado y superado estos ahora derechos.[7]
Años antes en América, el primer estallido espontáneo y huelga minera, se registró el 15 y 16 de agosto de 1766, protagonizada por los mineros mexicanos de Real del Monte en Pachuca, Hidalgo, que se sublevaron por las pésimas condiciones de trabajo que el patrón español Pedro Romero de Terreros les imponía.
Surge Confederación Católica Obrera (Inventada por el clero para servir de instrumento en contra del sindicalismo socialista).
El congreso obrero donde se formó el organismo sindical “Confederación del Trabajo de la Región Mexicana, en 1916, llevado a cabo en Veracruz, donde se le negó la asistencia al gobernador[8] en aquel entonces; dentro de su estatuto estaba prohibida toda clase de acción política.
En 1917, como poco se comentó, la Constitución específicamente en su artículo 123, declara que la huelga está dentro del rango constitucional.
En 1918 se funda la Confederación Regional Obrera Mexicana[9]. Organización en pro de establecer una lucha de clases. Un importante líder a quien a secas le denominaban “Morones” tuvo estrechas relaciones con la AFL[10].
La ruptura de la CROM la fundación del Partido Nacional Revolucionario[11], y sobre todo la expedición de la Ley Federal en 1931, acabarían por transformar las relaciones obrero-patronales y los vínculos entre las organizaciones obreras del Estado.
La confederación General de Trabajadores nace en contra de la legitimación de las organizaciones de trabajadores ante el Estado.
Surge la figura del anarcosindicalismo, bajo una estructura económica basada en el sindicato, el cual al organizarse en federaciones y agruparse estas en una confederación general logrará la reorganización de la sociedad.
En 1921 se organiza la Gran Convención Radical Roja donde surge la Confederación General de Trabajadores de México.
En el año de 1927 existe un documento que incluye la cláusula de exclusión, en un contrato colectivo de trabajo de la Convención Textil, este documento en su artículo 12 según Mario de la Cueva estipula, “todo trabajador que desee ingresar a una fábrica debe de solicitarlo por sí o por medio del representante del sindicato de la misma fábrica...”.
En 1936 se creó la Central de Trabajadores del campo y de la cuidad, la Confederación de Trabajadores de México. Su lema era: Por una sociedad sin clases[12].
En 1949 se da la Unión de Obreros y Campesinos de México, integrada por el Sindicato de Mineros y otro de menor importancia, al frente Vicente Lombardo Toledano.
En 1996, El Congreso del Trabajo como último intento para unificar el movimiento obrero organizado en México. Durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.
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