EDUCACION Y REVOLUCION 1910 – 1920

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La educación del México de hoy como el de la etapa revolución, siguen presentando lo mismos retos, abatir el rezago escolar, el analfabetismo, construcción de escuelas dignas en todos los puntos del país, mejor condiciones laborales para los que se dedican a esta ardua labor, con esto no queremos decir que no ha habido avances, si los hemos tenido pero no con los resultados esperados.

México se ha caracterizado por copiar modelos educativos de diversos países y fusionar unas ideas con otras y construir un programa de retazos de otros programas. Ejemplos de que un programa educativo integral funcione hay muchos, países como Cuba, Finlandia, canada, lo han demostrado. ¿Porque entonces en México los programas no alcanzan los resultados esperados? La respuesta la tenemos a lo largo de todo este tiempo, la falta de recursos propios para la educación, recortes del prepuesto designado a este rubro por cada administración en el poder, la malversación de los recursos, la poca capacitación y actualización de todos los actores de la educación correspondientes a su implementación, estos son solo algunos aspectos y no es tema de este trabajo abundar en ellos.

Por lo consiguiente que esperar del sistema educativo mexicano, las reformas estructurales en el ramo educativo que se han realizado desde la creación de la SEP, se han plasmado en papel y discursos que alientan y motivan a cumplirla para el progreso de desarrollo de la nación, cada una de estas reformas han pasado por estudios de todos los actores políticos y varias de ellas han sido fructíferas pero en su mayoría han quedado solo en el discurso político, la conveniencia de intereses del gobierno en el poder han frenado en gran medida la ideología educativa como motor principal de progreso y desarrollo tecnológico en beneficio de los ciudadanos del país. No es de extrañarnos que como en el ayer con el porfiriato donde unos cuantos tenía el acceso a la educación y una sola persona decidía el destino del país, posteriormente más de 70 años de gobierno de un partido que tomaba decisiones anteponiendo los intereses de partido a los interese nacionales y tomando ese punto de partida se realizaban las reformas educativas, dejándolas como esplendorosas en papel y discursos pero un fracaso en sus acción, tal como ayer, tal como hoy el rubro educativo ha sido visto como un segundo plano, como un ente que se interpone a los intereses de la clase política mexicana y que solo en épocas de elecciones emerge como el estandarte captor de votos, para los partidos.

Que hacer para que este sistema educativo tenga éxito y sea funcional en su accionar en el país, consideremos que el sistema debe renovarse no como una secretaria donde la persona encargada sea elegida conforme a los intereses del partido o grupo en el poder, debe ser un comité donde todos los estados estén representados por personas especialistas en el tema educativo, junto con ciudadanos que velen los intereses de la nación, que no estén ligados a partidos o grupos políticos y tengan clara las necesidades de sus entidades y puedan aportar estrategias que conlleven al accionar del mismo, que las reformas sean analizadas privilegiando los intereses nacionales, con enfoques globales pero no bajo los interese de grupos.

La institución educativa no debe de verse como un puesto de trampolín político para alcanzar puestos en el sistema gubernamental mexicano, debe ser una institución que vele por lo intereses educativos de la nación, tomando en cuenta a todos los actores de este rubro sin dejar a nadie fuera de la participación, porque tanto en la época de la revolución como hoy, la ciudadanía siente que es la menos escuchada y que sus derechos como ciudadanos se ven traspasados por interese de grupo o partidos políticos, en pocas palabras tal parece que nada ha cambiado.