Ejemplo de una Historia de la Psicopatologia

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En definitiva, ha sido un tramo muy largo y fructuoso el que ha tenido que pasar la Psicopatología para lograr consolidarse como una ciencia, Históricamente hablando, el siglo XIX fue un siglo clave para su constitución, se logró un mayor refinamiento en sus conceptos y una mayor claridad teórica; no podemos pasar por altos los aportes en el estudio de la Histeria, realizados por Freud y los aportes también importantes de su mentor Charcot, Freud por su parte nos estrega a través de su obras un modelo explicativo , netamente psicológico que nos permite explicar lo psicopatológico. Aunque quizás le faltó tiempo para extender su obra en este plano.

A mediados del siglo XX surge una “explosión” dentro de los estudios, modelos, técnicas, escuelas dentro de la psicopatología, todo esto conlleva el descubrimiento de psicofármacos, desde los tiempos remotos los hombres han intentado modificar sus emociones y sus conductas mediante la ingesta de sustancias (Escohotado, 1989). Este creciente interés por los psicofármacos se trasformó el interés por las taxonomías. Hasta entonces la clasificación de las alteraciones psicopatológicas realmente no tenían ningún

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interés crucial, pues el arsenal terapéutico estaba muy limitado (Zubin, 1972). (Como se cita en historia de la Psicopatología bases Historiográficas, 1990)

Sin ninguna duda, este interés por la clasificación y descripción de las psicopatologías, permitió la elaboración de herramientas, con bases solidad, científicas y objetivas, que permitiesen un diagnóstico fiable, tanto en el ámbito de la psiquiatría como el de la psicología, ejemplo de esto los criterios explícitos de clasificación encontrados en libros como el DSM.

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Concepto de conducta anormal

El termino de anormalidad, en una opinión personal es tan ambiguo y subjetivo como la definición de la belleza misma; sin embargo dentro de las sociedades, se ha trato de mantener con el paso de los años un marco que permita delimitar y definir todo aquello que se considera “normal”, y de esta manera poder señalar como “anormal” todo lo que no “cabe” dentro de este encuadre. La conducta por supuesto no se salva de esta estigmatización, como ya lo mencione con anterioridad, para definir lo anormal, irrefutablemente necesitamos primero definir lo normal; lo normal o la normalidad es entendida entonces como todo aquello que es considerado dentro del marco de lo “ideal” y de lo “que es esperado”, así bien “conductualmente” hablando , se espera que una persona sea capaz de adaptarse y comportarse de la manera esperada, dependiendo del rol que ejerza en “x” momento, y/o en cada situación, dependiendo de la sociedad donde se encuentre claro está, es decir, una conducta anormal no es más que una conducta que no es congruente con las caracterización de la conducta normal propiamente dicha.

Si hiciéramos un análisis un poco más filosófico, entendiéramos que incluso el significado de normalidad en una sociedad, puede ser un significado de anormalidad en otra; de manera tal que la anormalidad podría ser normal, y lo normal podría ser también anormal dependiendo de los escenarios y las circunstancias donde nos encontremos; he allí el porqué de mi entendimiento de la normalidad como ambigua.

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El objeto de la Psicopatología

La psicopatología ha sido definida como el estudio científico sistemático de la etiología, sintomatología y proceso de la conducta anormal, aunque con diversas precisiones. Si el

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objeto de la psicología es la conducta en cuanto que observable [...], se podría definir la psico(pato)logía, ciencia base de la psiquiatría, como la disciplina psicológica dedicada al estudio científico de la conducta o el comportamiento trastornado o anómalo (Tizon ,1978).

Los límites del objeto de la psicopatología

Existe cierta confusión entre los campos de estudio de la psicopatología, psiquiatría y psicología clínica. Por lo regular, la psiquiatría se entiende como una práctica médica, y la psicopatología suele definirse como una disciplina científica. De modo que la psicopatología guardaría la misma relación con la psiquiatría que la fisiología con la medicina; es decir, la psicopatología se ocuparía de la descripción, evolución y etiología de los trastornos, mientras que la psiquiatría se encargaría de trasladar estos conocimientos a la práctica y asistencia clínica. (Lemos. S, 2000)

Otra confusión es la que existe entre la psicología clínica y la psicopatología, ya que ambas se ocupan de la conducta anormal. El enfoque de la psicología clínica suele centrarse en el tratamiento del sujeto individual con los recursos terapéuticos derivados de la psicología, mientras que la psicopatología se ocupa más bien de la descripción general de las alteraciones y de la investigación sobre los mecanismos causales que de la intervención clínica individual. Es decir, mientras que la psicología clínica tiene un enfoque ideográfico, en la psicopatología se sigue un enfoque nomotético. (Lemos. S, 2000)

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Definición de "conducta anormal"

Enfoque clínico: La definición médica de anormalidad suele basarse en la presencia de determinados síntomas que revelan, supuestamente, la existencia de un trastorno subyacente. Cuando los síntomas pertenecen al ámbito de los procesos psicológicos se diagnostica un trastorno mental, haciendo una analogía con las enfermedades físicas. Este punto de vista, no obstante, plantea bastantes objeciones, especialmente derivadas del hecho de que mientras que muchos trastornos físicos pueden detectarse mediante síntomas que claramente se desvían de la normalidad (fiebre, vómitos, elevación de la tasa de glóbulos blancos, inflamación, etc.), traumatismos, agentes patógenos o tóxicos, en los trastornos mentales los síntomas suelen variar en intensidad respecto a las conductas

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consideradas normales y son interpretados dentro de una determinada teoría psicológica (Lemos. S, 2000)

Por otro lado una definición integradora de lo que es la Conducta