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El Mundo Novohispano Población, Ciudades y Economía, siglos XVII y XVIII.

Enviado por   •  8 de Abril de 2018  •  3.742 Palabras (15 Páginas)  •  473 Visitas

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Se dice que la ciudad novohispana fue importada de Europa en su traza y funciones, sus componentes sociales básicos, la burocracia, la iglesia, los hacendados, los propietarios rurales y el comerciante conformaron el eje del crecimiento y el centro de un mundo rodeado por parroquias o pueblos de indios que sostuvieron la infraestructura de servicios, dentro de este capitulo se describirán las características que definieron a los centros urbanos novohispanos.

- La ciudad fue por principio un centro político que ordeno y domino el espacio, la administración y las instituciones fueron claves en el tejido político, el cabildo fue eje articulador de ciudades, villas y pueblos y la sustentación de los pobladores conllevo una practica determinada sobre la distribución del campo y la apropiación de la tierra.

- La ciudad fue el centro organizador de una empresa económica tanto rural como de servicios, el comercio fue la actividad económica preponderante, y su dominio sobre el campo se hizo evidente por el control de mineros, hacendados y comerciantes tenían sobre el abastecimiento alimentario, a través de cabildo, el papel del cabildo fue esencial, pues represento en la practica el de ordenador del campo.

- Los centros o plazas de las ciudades fungieron como centro de consumo donde se realizaron las transacciones mercantiles de la época.

- La ciudad se convirtió en la nueva unidad que tenía como núcleo a la familia, ya que esta cumplió el papel central en la reproducción de los grupos de poder, fue la base de las alianzas y del control político colonial.

- La sociedad colonial novohispana no solo fue jerárquica, si no segregacionista, ya que en ella se expresaron las diferencias y la separación de las republicas.

- La ciudad colonial no fue homogénea ni en su forma ni en sus funciones.

- La ciudad colonial fungió como eje de la organización religiosa, a partir del cual se organizaron las actividades educativa, religiosa y de beneficencia, así como también fungió como el centro del control ideológico pues su funcionalidad urbana era determinada por el aparato político.

- El hacendado tenia una naturaleza esencialmente urbana, ya que al igual que la iglesia hizo de la ciudad su centro de expansión, la esencia fundamental del hacendado, es su naturaleza urbana, en la ciudad realizaba sus matrimonios, sus alianzas, allí vivía y moría, su ausencia en el campo no era por desinterés, si no por una necesidad creada por la conquista, que, estableció un modelo de acción que concentraba en núcleos estratégicos as funciones de poder y control en los que los grupos indígenas no formaban parte si no de manera subordinada.

La ciudad novohispana fue el lugar del poder desde donde se ejercieron funciones políticas y administrativas, las ciudades fueron un lugar de culto, con lato significativo simbólico y centro de producción e intercambio por el desarrollo y la consolidación de actividades artesanales y luego industriales la ciudad representa así un entrelazado de funciones que se combinan entre si.

El autor nos hace expone diversos casos nodales, ciudades a las que se incorporan elementos sociales que particularizan la expresión urbana novohispana respecto de la ciudad europea, por la complejidad de los actores y la especificidad de su evolución. La ciudad urbana no solo surge como algo impuesto, se impuso el modelo occidental pero solo de manera formal, pues socialmente la interacción de los diversos grupos resquebrajo su unidad básica, la familia al crear capas de ilegítimos y vagabundos, el crecimiento fue general en el virreinato también se genero el crecimiento demográfico, se concentro la mayoría de las funciones administrativas y políticas, y estuvo sujeta a múltiples cambios estructurales, abundaron cofradías, hospitales y congregaciones, se fundaron colegios y escuelas, la ciudad se transformaba como cualquier sujeto histórico, se creo una vida civil colectiva de carácter laico.

La ciudad había cambiado para adaptarse a las necesidades no solo materiales, si no sociales, plasmadas en la relación de los grupos de españoles e indígenas que rompía con la organización original. Las mezclas raciales influyeron fuertemente en esa integración, el mestizaje no solo era racial si no social y cultural, la ciudad influía en la adopción de nuevos valores religiosos y en la transformación de la vida material y social, convirtiendo en mestizo lo naturalmente indígena. La aristocracia española había sobrevivido como elemento importante y diferenciado de la sociedad mexicana.

La población trabajadora de las ciudades se componía principalmente de castas, cuyos integrantes debían inscribirse como gente de color en los padrones de tributo y los registros parroquiales. Por órdenes de las autoridades españolas, no podían vivir en los pueblos de indios, ejercer cargos públicos ni ascender a maestros de algún gremio. Los desajustes de la sociedad novohispana del siglo XVIII generaron miles de desempleados, vagos y léperos que deambulaban en las ciudades. De acuerdo con los estudios de Alejandro Humboldt, a principios del siglo XIX había en la Ciudad de México de veinte mil a treinta mil desocupados, harapientos y miserables. En varios temas de este bloque se hace referencia a ese científico alemán, autor del Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, que contiene datos sobre geografía, demografía, agricultura, producción y comercio.

Los españoles constituían un pequeño grupo, el menos numeroso de la población novohispana. Sin embargo, monopolizaban la riqueza: eran dueños de minas, fincas y haciendas y controlaban el comercio con la metrópoli. Además ocupaban los cargos de mayor importancia en el gobierno del Virreinato, la Iglesia y el ejército. El resentimiento de los criollos contra los peninsulares fue expresado mediante pasquines y escritos sarcásticos, generalmente colocados de manera clandestina en lugares públicos.

En el último tercio del siglo CVIII, el rey Carlos III dispuso que un grupo de funcionarios españoles se trasladaran al Virreinato con el fin de vigilar la aplicación de las reformas borbónicas. En el grupo de criollos, casi todos más educados y cultos que los españoles, había personas que gozaban de mayor prestigio social porque ocupaban cargos en el gobierno colonial, aunque no los más importantes, exclusivos para personas nacidas en España. En el grupo criollo también había hacendados, mineros medianos, rancheros prósperos, comerciantes, empresarios urbanos, sacerdotes, abogados y militares. Interesados en la vida política del Virreinato y en los acontecimientos relevantes de Europa y América, los criollos conocieron las ideas

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