El nazismo. Ascenso del poder al Nazismo

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Ascenso del poder al Nazismo

El gobierno de la República de Weimar fue un gobierno en crisis constante, con frecuentes divisiones de alianzas fraccionales formadas alrededor de personalidades. Desgraciadamente ni la mayoría de los políticos -con la excepción de los social demócratas- ni los industrialistas, ni el ejército, ni el pequeño sector de clases medias ni la aristocracia ni muchos sectores populares tenían interés en la democracia. Una de los principales personalidades de la época -Franz von Papen- perdió posición frente a la facción de Kurt von Schleicher, quien, nuevamente fue incapaz de obtener apoyo mayoritario. Von Papen concibió reemplazarlo con "una cara nueva", la de Hitler, que sería -en la opinión de Papen- fácil de manipular: el partido nazi comenzaba a mostrar desgaste electoral. El plan de von Papen era promover una dictadura mediante de un golpe de estado. Hitler fue nombrado Canciller de Alemania el 30 de enero de 1933.

Política de higiene nazi

Los nazis tenían también el poder reproductivo de la sociedad alemana. Era imprescindible la necesidad de crear nuevos arios y de sacar de circulación aquellos que presenten defectos en nombre de la higiene racial, promoviendo la eugenesia y recurriendo a la eutanasia si hacía falta. Se buscó la fecundación de todas las alemanas de buena sangre para que poco a poco la raza perdida recuperara su esplendor. Se llevaron a mujeres de origen ario a unos campos llamados Lebensnorn en los cuales las mujeres eran inseminadas con padres seleccionados para la creación de niños racialmente puros.

Ellos presentaban una creencia mística de que se debía recuperar unos poderes que se le suponen perdidos por los cruces con razas como serían los judíos

Para Hitler, los comunistas eran enemigos de la nación alemana. Pero había un enemigo mayor que se fusionaba con estos y otros posibles: los judíos. Para Hitler, estos eran los males que aquejaban a la nación, para el eran los financistas avaros y los grandes industriales que exprimían al pueblo alemán.

En 1935 las leyes de Núremberg privaron a los judíos de la ciudadanía alemana y de todo derecho. Se les prohibió el contacto con los arios y se les obligó a portar una identificación. Las leyes afectaban a todos aquellos a quienes el Estado definía racialmente como judíos. Se produjeron masivas emigraciones. Se les asignó impuestos especiales y despidos. En 1938, se les prohibió a los abogados y médicos judíos el libre ejercicio de sus profesiones. Los judíos fueron concentrados en guetos al igual seguiría la esclavización y el exterminio durante la guerra. Los campos de concentración, inicialmente destinados a la prisión preventiva, se convirtieron en lugares de trabajo forzoso, para experimentos médicos y para la eliminación física de judíos, gitanos, homosexuales y discapacitados.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el nazismo ha continuado inspirando a movimientos neonazis. En 2010, en Perú un partido nazista anti chileno fue aprobado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para inscripción en planillas electorales.

En muchos países, entre ellos la Alemania actual, está prohibido hacer apología del nazismo y hay leyes estrictas en contra del nazismo, que es considerado un delito; también está prohibido hacer apología del Holocausto o negar su existencia, práctica conocida como negacionismo del Holocausto.