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Resumen Nazismo. Evans

Enviado por   •  16 de Noviembre de 2018  •  2.777 Palabras (12 Páginas)  •  321 Visitas

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Parecidas criticas se le pueden hacer a los plebiscitos. De ellos se ha dicho que socavaron la democracia representativa y pusieron un arma propagandística peligrosa en manos de los extremistas. La confusión política que rodeo los plebiscitos de la Alemania de Weimar fue mas una consecuencia de los antagonismos sociales y políticos del momento que una causa. La Constitución también ha sido criticada por no haber reducido el predominio de Prusia, y por no haber reforzado el poder del gobierno central en el sistema federal. Sin embargo, si había una disposición constitucional que generaría problemas en el futuro. Era la elección por votación popular de un presidente fuerte, con un mandato de siete años y que disfrutaría de la facultad de gobernar por decreto en situaciones de emergencia. El primer presidente de la República fue Friedrich Ebert. Lo sucedió Paul von Hindenburg, quien proporciono entre 1930 y 1933 gran parte de la pantalla constitucional que oculto el final del sistema democrático y la creación de una dictadura. Al permitir la utilización de sus poderes para gobernar por decreto como principal instrumento legislativo a partir de 1930, a Hitler le fue fácil alcanzar buena parte de sus objetivos sin aprobación parlamentaria. Para muchos, la República de Weimar carecía de legitimidad desde el principio. Fueron la Asamblea Nacional y el gobierno revolucionario los que aprobaron los términos del Tratado de Versalles. La propaganda de los nazis calificaba de “traidores de noviembre” a los socialdemócratas, que habían aceptado esos términos. Todos los partidos coincidían en el rechazo de Versalles. Casi nadie aceptaba la clausula de “culpabilidad de guerra”. El tratado fue la peor de las soluciones posibles, pues avivo el resentimiento nacionalista de Alemania mientras dejaba intacta la base de su categoría de gran potencia. El carácter democrático y los orígenes revolucionarios de la República estaban vinculados a la humillación nacional. La falta de legitimidad de la República se reflejaba también en el hecho de que, a partir de 1920, los partidos que respaldaban a las instituciones fundamentales estuvieron en minoría. El Partido Popular solo se resigno a aceptar la República de Weimar gracias a la influencia de su principal figura, Gustav Stresemann, y tras la muerte de este en 1929 abandono rápidamente esa postura para adoptar una abierta hostilidad. Los nacionalistas hicieron todo lo posible para socavar el sistema político y alentaron la existencia de escuadrones asesinos contra los políticos republicanos. Para los comunistas, por ultimo, la República era un régimen burgués y capitalista que estaba maduro para ser destruido mediante la revolución proletaria. El feroz antimarxismo de todos los partidos, a excepción del socialdemócrata y el comunista, hizo mas para impedir la formación y funcionamiento de gobiernos de coalición que las vacilaciones de los propios socialdemócratas sobre la formación de alianzas con agrupaciones “burguesas”, e hizo que sus partidarios fueran mas susceptibles al antimarxismo mas dinámico y extremista de los nazis.

La economía de Weimar estuvo acosada por dificultades desde el principio. Comenzó su existencia en un periodo de inflación que se remontaba a 1914. esta situación fomento el pleno empleo y, por consiguiente, contribuyo a estabilizar la República en sus primeros años. Pero en 1922-1923 la inflación se transformo en hiperinflacion. El caos económico de 1923 avivo la agitación política de ese año. El efecto neto no fue tanto un empobrecimiento general de la clase media, como se suele pensar, como la fragmentación y desintegración política y social, ya que unos grupos ganaron y otros perdieron.

La recuperación económica en 1924-1928 fue precaria. La racionalización y el ahorro provocaron un desempleo generalizado. La cartelizacion genero una serie de pesados y superpoderosos gigantes industriales. La inversión procedía con frecuencia del extranjero y se realizaba a corto plazo, por lo que podía retirarse con facilidad, como efectivamente ocurrió en 1929 tras el crash de Wall Street. Los empresarios pensaban que los costes laborales eran demasiado elevados, y anularon la serie de compromisos entre los sindicatos y la patronal que habían estado en vigor durante los primeros años de la República. El sistema de seguridad social introducido en 1927, que constituía la base del Estado de bienestar de Weimar, se encontró con la hostilidad del empresariado debido a sus costes. La contracción económica comenzó antes incluso del crash de 1929. pero el acontecimiento económico decisivo fue la depresión de 1929-1933.

el gobierno de “gran coalición” formado en 1928 llego a su fin bajo la presión que suponía el ahondamiento de los antagonismos sociales. El nuevo gabinete “independiente”, presidido por Heinrich Bruning, emprendió una política de deflación salvaje. La crisis se intensifico en 1932 y constituyo la base del triunfo del nazismo por dos motivos: en primer lugar, impulso a la gran empresa a buscar una solución autoritaria para el impasse político de la República; una solución que mitigase la presión a la que estaban sometidos, desmantelando el Estado de Bienestar, frenando o suprimiendo los sindicatos, proscribiendo a comunistas y socialdemócratas y creando una fuerza de trabajo dócil y barata que permitiese a la industria iniciar el proceso de recuperación. Sin embargo, en la gran empresa no había acuerdo sobre la posibilidad de prestar apoyo a Hitler o escoger otra forma de régimen totalitario. Los nazis obtenían la mayor parte de su financiación de pequeños empresarios, donantes extranjeros y, sobre todo, de las aportaciones de sus afiliados. La gran empresa si contribuyo a socavar la República de Weimar mediante su apoyo económico y político a diversas formas del radicalismo de derecha como las del Partido Popular, los nacionalistas y los nazis. La mayor parte del mundo empresarial acepto la toma del poder por los nazis en 1933. Fue sin duda la depresión de 1929-1933 la que sirvió de base al desplazamiento masivo de las preferencias de los votantes hacia los nazis en esos años. Lo que ofrecían era una alternativa dinámica, carismática y bien organizada a los partidos políticos a los que estos votantes imputaban la responsabilidad del caos. Una alternativa que se proponía acabar con los partidos “marxistas”, especialmente los socialdemócratas. La depresión, con su desempleo masivo de larga duración, cerceno fatalmente toda posibilidad de que la clase obrera organizada opusiera una resistencia seria a la destrucción de la República de Weimar.

La dictadura solo fue posible cuando las instituciones democráticas de la República dejaron de funcionar, con la llegada del gobierno independiente

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