LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO.

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Así como Mina fue borrado en el pedrerío por las balas de sus compatriotas el nombre de Vicente Guerrero comenzaba a tomar fuerza.

La última etapa de la lucha de independencia (1820-1821) tuvo su lucha, clímax y logro en las manos de dos hombres que retumban en la historia de nuestra independencia. Uno honorado y el otro no tanto (mismo caso de Francisco Javier Mina incluso peor, odiado tiempo después como el caso de Porfirio Díaz Mori). Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide fueron las dos caras contrarias de la moneda. Iturbide estaba a cargo del ejército realista que se apoderaba del norte del centro del país mientras Vicente Guerrero intentaba penetrar y moldear el ideal que desde 1810 llevaban planteándose. La rivalidad entre ambos era naturalmente significativa.

Sin embargo después de estrategias y reuniones fulminantes entre insurgentes y realistas un General Iturbide padeciendo un poco de derrota envía una carta a Vicente Guerrero pidiendo y estableciendo que si se rinden ante su gobierno le serían reconocidos su grado y su ejército.

A esta carta Guerrero responde un 20 de Enero negándose a tal petición y conminando a Iturbide a pelear por la independencia.

Quizá conmoviéndose por las palabras y el coraje de un pueblo que siempre ha sido sometido Iturbide se dio cuenta que compartía los mismos sentimientos e ideales que fielmente seguía Guerrero y los Insurgentes, no obstante respondió a Guerrero una carta en la que establecía entre líneas su admiración y su compartido sentir respecto a sus ideales.

“Cuando hable con usted de frente se asegurará de mis verdaderos sentimientos”.

–Agustin de Iturbide a Vicente Guerrero.

Llegó entonces el día del encuentro entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, palabras de alianza y un abrazo en Acatempán firmaron lo que ya venía estableciendo Iturbide en sus cartas y su ideal.

Guerrero dijo a los insurgentes las siguientes palabras:

"¡Soldados! Este mexicano que tenéis presente es el señor don Agustín de Iturbide, cuya espada ha sido por nueve años funesta a la causa que defendemos. Hoy jura defender los intereses nacionales; y yo que os he conducido en los combates, y de quien no podéis dudar que moriré sosteniendo la independencia, soy el primero que reconoce al señor Iturbide como el Primer Jefe de los Ejércitos Nacionales: ¡Viva la independencia! ¡Viva la libertad!”.

–Vicente Guerrero, Abrazo de Acatempán 1821.

Con este acto se sella una amistad y el inicio una de las alianzas más importantes para la culminación y triunfo de la lucha de independencia; El ejército Trigaránte.

Agustín de Iturbide llenó de expectativas malas y comentarios de insulto ante la decisión de luchar en contra de la patria e intentaron persuadirlo de no luchar por lo que el ya deseaba.

Pasado algunos meses, la culminación llegaría pronto, la derrota de los realistas por el ejercito trigarante era inminente y el plan de Iguala sería redactado ante tal presagio de triunfo. Sin embargo el documento quedó en faceta de rechazado por el gobierno español de Juan O´Donojú.

Ante la incertidumbre el ejercito cimentó sus bases y Los Tratados de Córdoba, seria el documento que ratificaba las proclamas del plan de iguala. Este documento vería la luz el 24 de agosto de 1821, Su firma se realizó en la ciudad de Veracruz por Agustín de Iturbide y Juan O´Donojú que no contaba con autoridad para reconocer la independencia de México, pero que aun así facilito la transición del antiguo virreinato español al imperio mexicano. Los tratados de córdoba se integraban por 17 acuerdos o artículos, destacando en ellos los incluidos en el plan de iguala. Con los tratados firmados y con las tropas españolas fuera de la ciudad de México se declara la independencia de México, que sería reconocida por España hasta el 28 de diciembre de 1836.

Leído todo esto debemos saber que el proceso de adaptación de México a la libertad que España les había otorgado fue duro y lento, y digo fue porque los libros de texto así lo proclaman, Pero, ¿realmente crees que estamos adaptados a la libertad?, ¿Qué somos dependientes de nuestra nación y republica?, una última cosa que debes ponerte a pensar, ¿crees que los ideales de los insurgentes muertos en batalla y afligidos se haya cumplido?.

Sin duda entender todo lo anterior crea una sensación de vacío existencial ante un país y una historia a la que debemos muchísmo.

Te invito a que analices tú vida y te respondas esto… ¿realmente le estamos dando honor a tanta histora, sangre y esfuerzo?.

Escrito por Karina Bustamante Gómez, 16/09/2015