LA PAZ CONTRA EL CLERO.

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El pensar que estamos acostumbrados a nuestra naturaleza sociables es simplemente una ilusión y a Hobbes se le “compara” con Freud ya que el psicoanalista dice que si queremos tener una sociedad hay que ver lo anti-social, tanto es esto que si queremos tener amor debemos tener noción del odio, entonces la conclusión es que no se puede construir una sociedad sobre la base de una sociabilidad que no existe.

Hay una convergencia entre nuestro autor, Hobbes y Spinoza donde los dos contrarían la tesis de que la sociedad efectúa la realización de la naturaleza humana y por ello es que la vida en sociedad va en contra de nuestra naturaleza.

El autor del texto postula que si Hobbes viviera del siglo XIX al XX el hablaría de la producción ideológica, pero si viviera a mediados del siglo XX entonces hablaría de los medios de comunicación, esto nos indica que Hobbes estaba comprometido con lo que ocurría en su época.

También hay una relación muy interesante entre Descartes y Hobbes ya que Descartes habla de un “mundo falso” que no es obra de Dios, y este mundo falso Descartes lo llama el genio maligno. Descartes también va a hablar de la “acción” donde se nos indica que es un acto tanto individual como político y que al tener una dualidad dicha acción se convierte en una ética de las acciones, recordando que Descartes es uno de los pensadores que considera que la acción debe de radica en los medios no en los fines ya que un objetivo no debe ser obtenido por medios ilegítimos.

Para Hobbes todo el problema se encuentra en la desobediencia al soberano ya que se provoca el error en la acción humana y el orden social, afirma que la revuelta no surge solo de la ignorancia y la desobediencia sino de la casta sacerdotal y de ahí al clero, lo que provoca que el clero sea el genio maligno de Descartes.

Una pregunta importante que se puede hacer es ¿Por qué el clero?, a lo que Hobbes nos va a responder, que por que la iglesia es utilizada para el control de las conciencias y es el clero el que chantajea tanto a la población como a los príncipes con ideas de tormentos eternos de Dios hacia la humanidad y esto se convierte en un temor ilegitimo porque es fruto del chantaje clerical.