La desigualdad genérica supone indudablemente la existencia de relaciones totalmente asimétricas

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· Las medidas de seguridad no siempre son dictadas de forma inmediata, por lo que las mujeres deben esperar varios días para contar con la resolución de protección, poniendo en alto riesgo su vida y su integridad.

· Son muy pocos los albergues que existen para asistir a las mujeres y a sus hijos cuando deben salir del hogar como una medida preventiva. Los Estados no se han preocupado en dar suficientes recursos para fortalecer y mejor esta medida. Los albergues o son insuficientes o no tienen las condiciones necesarias para satisfacer las necesidades de las mujeres y sus hijos e hijas.

· No existen en todos los países servicios médicos forenses con cobertura nacional que puedan practicar y analizar las lesiones físicas y sexuales de que han sido víctimas las mujeres lo que dificulta el acceso a la justicia y la sanción de los agresores. Tampoco existe una cobertura amplia de asistencia psicológica o de acceso a especialistas que ayuden a la mujer víctima de agresión doméstica a tomar las mejores decisiones para su bienestar. Tampoco hay centros de rehabilitación para los agresores a fin de terminar con los ciclos de violencia intrafamiliar.

· Las muertes de mujeres en el ámbito familiar han ido en aumento en todos los países centroamericanos. Sin embargo, no siempre existe una buena coordinación entre el Ministerio Público y la Policía Nacional Civil para llevar a cabo las investigaciones de esas muertes por lo que muchas quedan en la impunidad. Lo más lamentable es que muchas de estas muertes pudieron haberse evitado si se hubiesen instaurado medidas de protección reales, integrales y efectivas. Es una realidad que muchas de las mujeres que mueren a manos de su pareja o expareja habían reportado agresiones anteriores.

· Es urgente que los Estados asuman el compromiso de valorar la violencia doméstica como lo que es: un problema de salud pública. A tal efecto deben facilitar los recursos necesarios para implementar los programas y políticas que al día de hoy han quedado sólo en el papel o se han implementado parcialmente. Se requiere de la actuación armónica del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial y del

Legislativo para atender esta problemática integralmente.

· Ausencia de acompañamiento a las mujeres, quienes tienen que atravesar solas por procesos reiterante desde diferentes instituciones, lo que muchas veces se transforma en el abandono de los procesos de búsqueda de justicia y peor aún volver a la situación de violencia ante la falta de alternativas.