La familia Romanov: Historia y tragedia

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El domingo 22 de enero de 1905 un cura logró congregar a una masa descontenta de obreros y otras fuerzas integrantes del pueblo, organizaron una marcha informal hacia el Palacio de Invierno para entregar una serie de peticiones antiautocráticas al Zar; pero él se hallaba en el Palacio de Alejandro en Tsárskoye Seló.

Cuando llegaron se encontraron con los soldados imperiales armados, éstos dispararon contra la masa, provocando unos cuantos cientos de muertos. Ese día fue llamado el Domingo Sangriento. Esto alimentó las chispas de la revolución que los bolcheviques y mencheviques deseaban que estallara.

A partir de enero de 1917 la situación interna, empeorada, hizo que se formara un gobierno provisional, liderado por Kérenski (revolucionario moderado). Nicolás II, incapaz de controlar la situación, abdicó sus derechos y los de su hijo en marzo de 1917, finalizando la dinastía Romanov y dando comienzo a la era de los Sóviets.

- 3. Alejandra Fiódorovna Románova

Victoria Alicia Elena Luisa Beatriz de Hesse-Darmstadt, bautizada como Alix, nació el 6 de junio de 1872 en Alemania. Cuarta hija del Gran Duque Luis IV de Hesse-Darmstadt y la princesa Alicia del Reino Unido. Recibió una severa educación por parte de su abuela materna, Victoria del Reino Unido, siendo una de sus nietas preferidas.

Era una mujer alta, con un fuerte carácter, algo torpe de movimientos debido a una ciática que contrajo muy joven. Se vestía teniendo en cuenta su comodidad personal y, a pesar de ser cliente de los modistos más destacados de la época, no le interesaban las tendencias del momento.

Se cambió el nombre a Alejandra al convertirse en la Iglesia Ortodoxa Rusa. Llegó a Rusia oficialmente en el funeral del Zar Alejandro III, padre de Nicolás II, y el pueblo, supersticioso murmuró: “Ella llega tras un ataúd, nos traerá mala suerte...” En noviembre de 1894 se casó con Nicolás II.

Al rumor de la mala suerte hay que añadirle su origen alemán, su carácter reservado, que la hacía parecer soberbia y su estrecha relación con Rasputín, quien “controlaba” la enfermedad de su hijo. Este hecho hizo que Rasputín se ganara pronto la confianza absoluta de la Zarina. Todo ello hizo que se ganara la antipatía del pueblo, que la detestaba.

- 4. Nicolás y Alejandra

Nicolás II se refería a Alejandra como Solecito, y ambos se procesaban un auténtico y abnegado amor. Hablaban entre ellos en inglés, ya que Alejandra jamás llegó a dominar el ruso con fluidez. Tuvieron cuatro hijas y un quinto hijo, el tan anhelado heredero. Sus hijas fueron criadas de la manera más austera posible.

4.1. La Gran Duquesa Olga

Olga Nikolaevna Románova nació el 15 de noviembre de 1895. Sus padres pensaron casarla con el Príncipe Carlos de Rumanía, futuro Carlos II de Rumanía, también con sus primos el Gran Duque Dmitri Pávlovich Romanov y el Príncipe Constantino Konstantínovich, pero ninguna de las posibilidades llegó a concretarse. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió como enfermera a los soldados heridos.

4.2. La Gran Duquesa Tatiana

Tatiana Nikolaevna Románova nació el 10 de junio de 1897. Considerada la más elegante y bella de entre sus hermanas por muchos cortesanos. De todas sus hermanas es la que más parecido tiene con su madre. Sirvió como enfermera durante la Gran Guerra a los soldados heridos junto con su hermana Olga. Junto con Olga, con quien compartía habitación, formaba lo que en palacio se conocía como la Pareja Mayor.

4.3. La Gran Duquesa María

María Nikolaevna Románova nació el 26 de junio de 1899. Sus ojos, grandes, expresivos y azules, eran conocidos en la familia como los platillos de María. Vivía con su hermana Anastasia en una de las 100 habitaciones del palacio de Alejandro en Tsárskoye Seló; con ella formaba lo que era conocido en palacio como la Pequeña Pareja. Junto a Anastasia visitaba a los soldados heridos, jugando con ellos para levantarles el ánimo.

4.4. La Gran Duquesa Anastasia

Anastasia Nikolaevna Románova nació el 18 de junio de 1901. Era una muchacha vivaz, llena de energía, brillante y de gran talento, incapaz de asimilar las restricciones de las horas de estudio, según sus tutores. El hijo del médico de la corte dijo que Anastasia era la gran responsable de la mayoría de las travesuras y hechos punibles de la familia, ya que en esa época era un auténtico genio. No gozaba de buena salud: padecía “hallux valgus”, que afectaba a los dos dedos gordos del pie, y tenía un musculo de la espalda poco cargado, que la obligaba a recibir un masaje dos veces a la semana.

4.5. Alteza Imperial, Zarévich y Gran Duque Alexei

Alexei Nikoláyevich Romanov nació el 12 de agosto de 1904. Fue el quinto y último hijo del Zar y la Zarina. Existían dudas de si padecía hemofilia o porfiria, enfermedad heredada de Jorge III por línea materna, que provoca un desorden en la sangre. Evidencias de descendientes de su bisabuela Victoria han conducido a pensar que sufría hemofilia. Rasputín se convirtió en su “curandero”.

- 5. Arresto y muerte de la Familia Romanov

Nicolás II se dejó detener cuando fue confinado con su familia en el palacio de Alejandro. Kérenski, preocupado por la seguridad de la familia imperial, intentó enviarlos a Inglaterra, ya que Jorge V (primo del Zar) había enviado en marzo un invitación; pero éste, finalmente retiró la invitación, temiendo problemas políticos internos. En agosto de 1917, temiendo un intento de asesinato, Kérenski exilió a los Romanov a Siberia. En octubre de 1917 el gobierno de Kérenski cayó y éste huyó al extranjero, quedando la suerte de la familia imperial en mano de los soviets.

El Comité Ejecutivo Central Panruso quería trasladar al Zar a Moscú, para realizar un juicio público contra él, pero los bolcheviques aspiraban a encarcelar a Nicolás II o matarlo. En el camino, temiendo una emboscada, se desviaron hacia Omsk y Sverdlov autorizó la vuelta de la familia a Ekaterinburgo, donde se quedaron en la Casa Ipátiev.

En la medianoche del 17 de julio del 1918 el zar, su familia y el servicio fueron llevados al sótanos, con la excusa de que los iban a trasladar por el riesgo de la cercanía del Ejército Blanco, y que antes les iban a hacer una foto. No sospechaban nada. Cuando llegaron allí, Yurovski irrumpió con otros 11 hombres y le dijo al