UNA MEJOR HISTORIA PARA LAS FAMILIAS
Enviado por Helena • 24 de Noviembre de 2018 • 1.184 Palabras (5 Páginas) • 360 Visitas
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Dar la información no se trata sólo de hablar con ellos, sino fundamentalmente de escucharlos, de humanizar un momento tan difícil; no sólo de dosificar la información, sino de hacerla lo más accesible posible a los interlocutores a quienes irá dirigida.
A la hora de dar la información es recomendable convocar, siempre que sea posible, a ambos padres, debido a que es nocivo cargar la información sobre la espalda de uno solo de ellos y obligarlo a que sea quien transmita la noticia a los demás integrantes de ese grupo familiar, con el riesgo de que la información llegue distorsionada o con omisiones, voluntarias o no. Mucho mejor aún resulta la convocatoria a la familia en pleno, para darles la posibilidad de compartir todos los aspectos vinculados con la discapacidad y sus efectos en la vida familiar, favoreciendo el que puedan acompañarse, apoyarse, contenerse y compartir sus sentimientos, intentando una cohesión grupal, la cual es absolutamente necesaria en este particular difícil momento. Resulta vital que puedan sentir que el profesional que interviene tiene interés en saber que piensan, cómo se sienten y en qué puede ayudarlos en este proceso de adaptación a la nueva realidad que afrontan.
La función de quien interviene en esta etapa debe ser la de brindar no sólo información, sino apoyo, ayuda y sostén a la familia, para poder soportar preocupaciones tan agobiantes. Este modelo humanizado de intervención que se propone intenta desplegar fortalezas y recursos propios existentes, con el objetivo de poder mejorar la historia para las familias y descubrir que la felicidad es un camino también posible en la adversidad, si contamos con los acompañamientos adecuados.
Para Ackerman, la familia “es una matriz del desarrollo de lo humano, como una cuna para el desarrollo de la personalidad; el medio nutricio donde el sí mismo comienza a desarrollarse y a expandirse manteniendo la unión con otros”. Este constructo es posible de alcanzar cuando las necesidades de todos los integrantes de una familia se encuentran reconocidas y asistidas en los entornos adecuados y adaptados a tal fin.
Es esperable y deseado que el grupo familiar logre el desarrollo de una sana autonomía que permita el despliegue congruente de las propias fortalezas en sus miembros, logrando, en ese efecto sinérgico, alcanzar niveles de excelencia en el desarrollo de las potencialidades del hijo incluido en el propio sistema, dando como resultado una clara mejora en la calidad de vida, tanto de esa familia como de los subsistemas que la configuran.
Marta Norma Rodríguez
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Referencias bibliográficas
- Ackerman, N. (1966). Diagnóstico y tratamiento de las relaciones familiares. Ediciones Hormé.
- Núñez, B. (1991). El niño sordo y su familia. Editorial Lugar. Bs As Lugar Editorial, 1991
- Núñez, B. (2007). Familia y discapacidad: de la vida cotidiana a la teoría. Editorial Lugar.
- Rogers, C. (1989). El Proceso de convertirse en persona. Paidós.
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