La inmigración en la Argentina (1880-1914)
Enviado por tolero • 27 de Diciembre de 2018 • 17.752 Palabras (72 Páginas) • 372 Visitas
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A esto le agregaba una segunda idea que era el mayor número de hombres que de mujeres, estos se casaban con nativas produciendo la “fusión”. Y un tercer argumento de Germani procedía de otra noción fuerte de sociología: la idea de integración. Aquí se contraponían dos ideas, integración y marginalidad. Él decía que si las personas tenían trabajo y una vivienda estable, un marco familiar y otro social de contención y desarrollan valores funcionales estaban integrados y si no lo tienen son marginados por la sociedad. En este sentido, Germani señalaba que los inmigrantes para el formaban, muy mayoritariamente parte de las clases medias y del proletariado industrial, que eran, desde su mirada teórica, grupos clásicamente estable, ya que aunque puedan ser políticamente conflictivos son funcionalmente integrado. Finalmente se introducía en un tercer plano, el de las dimensiones culturales, la afectividad, la identificación. Germani Gino en esta postura socialista decía que se producía una “fusión” entre la inmigración y la sociedad Argentina local ¿Por qué? Porque había un interés o una intensión, ya que el solo había estudiado y analizado atreves de censos y estadísticas a aquellos inmigrantes en edad de votar, de esta manera a través de la llamada integración o fusión de los inmigrantes podían unirse al socialismo que surgía entonces, partido político del cual era participe.
Un enfoque en esta misma línea se encuentra el trabajo de Tulio Halpherin Donghi en el (espejo de la historia) Historia Argentina II de Sábato Ilda. En el cual plantea la inmigración como parte del proyecto del proceso de modernización y va haciendo una cronología desde 1810 hasta la presidencia de Irigoyen 1916. A partir del último tercio del siglo XVIII la expansión económica del litoral rioplatense y el avance de exportaciones pecuarias induce al sector rural ; la rapidez misma de su ritmo revelaba y acentuaba ciertas carencias de la estructura social de la campaña , que se vinculaban con la escasez de población y la carestía de mano de obra quien fue señalado por el primero de los economistas ilustrados rioplatenses Hipólito Vieytes . Este decía que “faltaban brazos”, no sólo para la producción ganadera sino para la terminar con el estancamiento de la agricultura del cereal. La ideología pro-inmigratoria que la había iniciado Rivadavia en uno de sus viajes a Europa en una misión diplomática ya desde entonces (1818) la inmigración era vista desde una perspectiva nueva:
“El aumento de la población no es sólo a ese Estado su primera y más urgente necesidad , después de la libertad , sino el medio más eficaz , y acaso único , de destruir las degradantes habitudes españolas y la fatal graduación de castas y de crear una población homogénea, industriosa y moral, única base sólida de la Igualdad , de la Libertad, y consiguientemente de la Prosperidad de una nación “(1987: 73) Oszlak, Oscar.
El autor reconoce varias etapas en la historia de la inmigración en Argentina, con una ideología liberal progresista .En la cual la primera etapa era de necesidad de mano de obra para el crecimiento como parte del proceso modernizador del país.
En otra etapa la elite dirigente de la República Argentina toma medidas para incorporar a los inmigrantes a la conformación del Estado Nación .Utilizando el nacionalismo como fuente para lograr sus objetivos. Las medidas que toma el Estado Nación para nacionalizar o argentinizar a los inmigrantes fueron: servicio militar obligatorio, educación laica, enseñanza del idioma castellano y enseñanza de Historia Argentina. El autor plantea que ”el nuevo nacionalismo, en la medida que es algo más que una receta de control social, refleja un cambio radical en la imagen de una relación entre la Argentina y el mundo” (1987: 73) si abrirse a este y a sus aportes había sido la solución preconizada desde 1837, en el clima de rivalidades antiimperialistas ahora dominantes el irreductible elemento de hostilidad presente en toda relación entre países se destaca con evidencia nueva, y la necesidad de una cohesión nacional más sólida para enfrentar un clima cada vez más marcado por esa hostilidad reciproca se torna igualmente evidente. Tulio Halpherin concluye diciendo que:
“La inmigración adquiere característica de irrevocable, como tal no podía considerarse problemáticamente sino en sus modalidades adjetivas: al mismo tiempo, al ocupar el centro mismo de la transformación que se agolpan en la vida Argentina, el medio siglo anterior a la Primera Guerra Mundial” (Donghi., T.H.1987: 73)
En esta misma corriente de pensamiento encontramos a Hilda Sábato en Pluralismo o Nación (Sábato., H. 1989) se refiere a la discusión acerca de Pluralismo o Nación. En esta discusión llevada a cabo en las últimos décadas en el mundo occidental, ha llevado a un replanteamiento de cómo se construye una sociedad democrática y pluralista, a partir de un cuestionamiento de las premisas sobre las cuales se forman las naciones modernas.
Y a partir del modelo Integracionista, se supone que se deben disolver las identidades previas como condición necesaria para la constitución de una Nación, se abrió una posibilidad de pensar en la sociedad nacional de una manera novedosa, concibiéndola como un mosaico plural y heterogéneo. En Estados Unidos esta perspectiva alimentó una corriente intelectual cuya. Crítica a la integración se mezclaba con frecuencia y se confundía con las críticas al prejuicio, la discriminación y violencia. Pues se entendía que la imposición del modelo integracionista había ahogado las fuerzas de la diversidad y toda posibilidad de construcción, de una sociedad pluralista. En la Argentina el tema de inmigración es tema clave para abordar la cuestión del pluralismo: la integración de los millones de inmigrantes que llevaron a nuestro país fue un tema central para las clases dirigentes y del Estado argentino durante largas décadas, a un proceso que .estuvo marcado con toda fuerza por la concepción de Nación hegemónica en el siglo XIX. La autora plantea diferentes visiones entre ellas Pluralismo Cultural que da batalla a la visión de Crisol de Razas. De esta manera, inicia un debate para revisar sus términos y alcances y limitaciones para provocar una discusión más amplia sobre Pluralismo y Nación. Hilda Sábato plantea una primera etapa en que la gran inmigración era vista por la elite política Argentina como una solución:
La elite argentina confiaba en las bondades intrínsecas de la incorporación de europeos portadores de civilización al cuerpo de la sociedad local. Los inmigrantes eran considerados actores principales y miembros privilegiados de la Nación que se forjaba a partir de los
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