La puja por el dominio de los Aubsburgo

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En cuanto al poder armamentista, el imperio contaba con bastantes navíos de guerra entre los que se encuentran los grandes galeones de Génova y Nápoles y una gran flota portuguesa. Pero era la infantería española el componente bélico que revestía mayor importancia en las constantes batallas.

Costo de la guerra y conflictos internos

“En 1659, se firma el tratado de los pirineos donde España acepta la derrota después de la guerra de los treinta años (1618-1648)”. Antes de llegar a esta culminación, cabe anotar que el autor nos cuenta como durante aproximadamente desde los siglos XV al XVII el concepto de Nación-Estado se encuentra en la mayoría de los países europeos, donde estas son regidas por una autoridad central de carácter político y militar, normalmente llamado monarca.

Los costos de la guerra son incalculables e impredecibles. A pesar de que el autor nos muestra la inmensa riqueza del sacro imperio, cabe anotar que los endeudamientos con los bancos para el sostenimiento de las tropas, caballos y los sueldos pagos a mercenarios resultaban constantes y engorrosos. “Un gobierno desesperado por obtener dinero en efectivo vendía privilegios, monopolios y honores”.

La disminución de la población por muertes en batallas o saqueos, también hacen parte importante de los costos de la guerra.

Hubo imposibilidad por mantener los pilares económicos que aseguraran una gran maquinaria militar, decisiones erróneas que a largo plazo afectaron directamente a España en su lucha por mantener un gran papel militar.

Hubo también lo que define el autor como “localismos intensos”. Era común que algunas regiones no apoyasen las luchas muy lejos de sus territorios o simplemente no le encontraran sentido.

Decadencia del imperio

En evidencia queda demostrado el poderío militar, las estrategias políticas y los adelantos tecnológicos que sufrió Europa en este periodo, lo que haría que nunca se acabasen los deseos de ir más allá de lo imaginado en los diferentes campos científicos y bélicos.

El hecho de expulsar grandes poblaciones como los judíos y moros, los cuales proveían experiencia en campos de las artesanías, agricultura y comercio, afecta directamente a España y beneficia a la nación que los acoge.

El difícil sostenimiento de las tropas, la fractura del conflicto en varios frentes, el ingreso a la guerra de los reinos de Dinamarca y Suecia, el afán de independencia de Holanda protestante y la fuerte alianza entre Inglaterra y Francia, sumado al debilitamiento de España como fuerza principal, hicieron que tras la batalla de las dunas (1658), España firmara el tratado de los pirineos (1659) dejando atrás casi siglo y medio de luchas.

OPINION

Conocer la historia siempre llega a ser fascinante, especialmente cuando se tratan temas dolorosos, no añorados pero que algunas personas califican como necesarios e influyentes. No se discuten los adelantos tecnológicos, las nuevas estrategias militares y los nuevos ideales.

También resulta fantástico leer sobre el despertar de algunos gigantes (Inglaterra) y el saber que los hechos de una guerra tan larga siempre es demasiado costosa.

Aunque sabemos que siempre existe poca información sobre la población civil o campesina de la época, no quisiéramos haber estado en sus zapatos.

Por ultimo quisiéramos agregar que existen algunas naciones que les cuesta el ser potencias mundiales, y que tras la caída del imperio romano, siempre existió un afán por conquista y dominio de Europa.

CONCLUSIONES

- Los conflictos políticos durante estos periodos siempre tenían un trasfondo religioso y viceversa.

- Después de la caída del imperio romano, el continente europeo ha sido sede de los conflictos más sangrientos de toda la historia.

- La puja por el totalitarismo y principal influencia en Europa ha sido una constante.

- Las alianzas por medio de matrimonios, aunque efectivas, nunca dejan de ser políticamente peligrosas.

- Construir un imperio siempre conlleva a conflictos.

- Los practicantes religiosos y especialmente el fanatismo, siempre actúan como ingrediente fundamental de las guerras.

- Las guerras son crueles e inimaginables, el porcentaje de población víctima de las guerras supera al de victimas por enfermedades.

- Hacer y sostener un conflicto resulta demasiado engorroso y traumatizante.

- El surgimiento de la potencia inglesa y las alianzas europeas que aún se ven hoy día.

- Pelear por intereses ajenos al propio, siempre ha sido motivo de insubordinación y enojo.

- Las cantidades de ejército en porcentaje de población de esa época sería una cifra alarmante en el presente.

- Poseer riquezas y grandes ejércitos, nunca es garantía de victoria.

- La participación del continente americano dentro del conflicto, se limitó al aporte de minerales y demás materias primas, algo muy parecido a lo que se sigue haciendo hoy en día.

- El desorden interno de una fuerza militar, es más peligrosa que los propios enemigos.

- Resulta demasiado difícil para cualquier nación, el sostenimiento de un evento tan desgastante como una guerra de tanta magnitud.

- Se demuestra gran aceptación de la doctrina protestante en Europa.

- Siempre existió el afán por conquistar el continente conquistador.