La segunda mitad del siglo XX

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que se puso en funcionamiento la planta siderúrgica de Chimbote, siguiendo más bien una política similar al de la dictadura en términos económicos, pero en lo político trató de aglutinar a todos los líderes políticos en el gobierno designando entre sus colaboradores a renombrados personajes como Raúl Porras Barrenechea, Jorge Basadre, entre otros. El gobierno de Prado, en

este periodo significó una mayor apertura a la vida democrática y en el plano económico se acentuó el modelo liberal.

Fuente: Extraída de Contreras y Cueto (2004). Historia del Perú Contemporáneo. Pág. 301.

El sector minero, los principales productos de exportación fueron el petróleo, hierro y cobre. Asimismo en la agricultura de exportación consolidaron su dominio los latifundistas azucareros y algodoneros, tanto en la costa norte y central. Las exportaciones agrarias constituían más del 50% de las exportaciones peruanas. Otro producto de exportación que alcanzó un gran desarrollo entre 1955 y 1969 fue la harina de pescado, convirtiéndose en una de las fuentes de riqueza para los empresarios.

Es en este periodo en que hace su aparición en el campo de la literatura los grandes escritores como José María Arguedas y Mario Vargas Llosa, el primero mostró en sus obras el mestizaje racial, y las relaciones sociales en la sierra del sur y que aún se mantenía a pesar de los años. El segundo, contrariamente mostraba en sus obras la vida citadina especialmente de las clases medias y marginales. Estos escritores de alguna manera es sus obras manifestaban que a pesar de la modernización en el mundo, el Perú no había cambiado mucho a estas alturas del siglo XX.

En 1962 se realizaron nuevas elecciones presidenciales, sin embargo estas no terminaron con la elección presidencial por la posible victoria aprista, con quienes la Fuerza Armada, tenían diferencias marcadas, por lo que aduciendo una acción institucional ante un posible descalabro en el gobierno por parte del Apra, realizaron un golpe de Estado derrocando al Presidente Prado, nombrándose una Junta de Gobierno encabezado por el Gral. Ricardo Pérez Godoy y luego el general Nicolás

8 Extraída de Contreras y Cueto (2004). Historia del Perú Contemporáneo. Pág. 301.

Lindley. Frente a esta oposición de las Fuerzas Armadas ante el Apra, un grupo de apristas conocido como el “Apra Revelde” se levantaron en guerrillas bajo la conducción de Luis de la Puente Uceda. Un año después, nuevamente se convocaron a elecciones presidenciales, esta vez con el apoyo tácito de las Fuerzas Armadas y la Democracia Cristiana Fernando Belaunde Terry ganaba las elecciones. Belaunde, un gran demócrata, arquitecto de profesión, representaba a la clase media, había fundado el Partido Acción Popular.

El gobierno de Belaunde se iniciaba con una de las medidas democráticas, como fueron las elecciones municipales, que rompió una larga costumbre de designar autoridades locales de manera arbitraria. La mayoría de las alcaldías fueron ganadas por la alianza Acción Popular – Democracia Cristiana. Si bien Acción Popular había ganado las elecciones presidenciales, en el congreso se había formado una oposición conformada por el APRA y la UNO (Unión Nacional Odriísta), quienes desde el congreso bloquearon las iniciativas del gobierno, que más tarde traería consecuencias de estabilidad política en el país.

Fernando Belaunde traía consigo un paquete de reformas que incluía el arreglo del problema del petróleo con la International Petroleum Company (IPC) en Talara, la integración de la selva hacia el desarrollo a través de la extensión de las carreteras de penetración y una vía que atraviese de norte a sur por la selva llamada “marginal”, una reforma agraria que modernizara la tecnología agrícola y encaminada a terminar con los latifundios de corte feudal, obras de vivienda popular y apoyo a la industria nacional, los que generaban grandes expectativas en el país.

Según Contreras y Cueto “La oposición del Congreso, primero, y los desaciertos en la política económica, en segundo lugar, le impidieron a Belaunde desarrollar su programa con coherencia. El asunto de la IPC se sumergió en un mar de idas y venidas y fue motivo de escándalos y acusaciones mutuas y posteriormente de sesudas tesis doctorales acerca de las relaciones de dependencia y dominación entre una empresa transnacional y estado nativo. Aunque Belaunde logró sacar adelante una ley de reforma agraria, tuvo que recortarla en sus alcances por enfrentarse a poderosos intereses. Por ejemplo, la ley dejó intactos los latifundios de la costa, asidero de la oligarquía, y en la práctica la aplicación de la legislación avanzó sólo lentamente, llegando a expropiar su gobierno un poco más de un millón de hectáreas, del total de veintisiete millones de hectáreas cultivables del país. La carretera marginal de la selva, que integró por primera vez la región de la selva al resto del país con carreteras asfaltadas, y conjunto multifamiliares de vivienda para la clase media de Lima, como los de la residencial San Felipe, fue el saldo más positivo de su gobierno. A ello podría sumarse la creación del Banco de la Nación, en reemplazo de la Caja de Depósitos y Consignaciones y algunas obras públicas importantes, como el nuevo aeropuerto de Lima”.

Sin embargo, la crisis económica de 1967, la sequía en la costa, la disminución de la inversión extranjera, desembocaron en una devaluación considerable del sol. La crisis fue enfrentada por el gobierno con elevación de impuestos y paralización de

importantes obras, consecuentemente el desempleo. El Congreso se había convertido en un obstáculo para el gobierno, que censuraba permanentemente al gabinete ministerial. La renovación de contrato con la IPC en 1968 para la explotación de los

yacimientos de la Brea y Pariñas que desató un escándalo, al desparecer la página once y la aguda crisis política por la pugna entre el Ejecutivo y el Congreso, generaron en las Fuerza Armadas un malestar y en octubre de 1968 realizaron un golpe

militar encabezado por el General Juan Velasco Alvarado, desterrando a Fernando Belaunde Terry y enviándolo al exilio.

1.2 El gobierno de las Fuerza Armadas

El 3 de octubre de 1968 se inicia el gobierno encabezado por una junta militar más significativo de nuestra vida republicana, por los grandes cambios que significó y por el tiempo de duración, este proyecto gubernativo duró nada menos que doce años, hasta el 28 de julio de 1980. Cabe