TEMA9. LA NARRATIVA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX. REALISMO Y NATURALISMO

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- Obras fundamentales

- Madame Bovary (1857). Novela cumbre del Realismo que aborda el tema del adulterio y destaca por su perfección estilística y por el profundo estudio psicológico de sus personajes. Su protagonista, Emma Bovary, se siente atrapada entre un marido al que no ama (Charles), un amante pusilánime (León) y un seductor egoísta y donjuanesco (Rodolfo).

Zola o la voz del pueblo

Zola utilizó las leyes hereditarias y de la sociología en su vasto ciclo narrativo, Los Rougon-Macquart (1871-1893), compuesto por veinte volúmenes donde describió a cinco generaciones de una misma familia, mostrando siempre la importancia del determinismo genético y la influencia del medio en la evolución de sus personajes. En este ciclo destacan títulos como La taberna, Naná, Germinal, El vientre de París o La bestia humana.

Su afán era crear una obra total, en la que entremezcló dos recurrencias temáticas opuestas: por un lado la putrefacción de un mundo que se derrumbaba y por el otro la germinación de un futuro prometedor.

La novela realista inglesa

La novela de la época alcanzó una producción espectacular y su difusión siguió nuevos cauces, como las bibliotecas, las lecturas públicas y, muy especialmente, la publicación por entregas en revistas periódicas y por fascículos.

4.2.

Charles Dickens

El máximo representante de la novela realista inglesa fue Charles Dickens. La mayor parte de su obra se publicó por entregas .

Los libros de Dickens tuvieron una gran acogida en su época, sobre todo por su intensa emotividad, conseguida con la complicación de las tramas y con algunos personajes intencionadamente sentimentales y melodramáticos. En su narrativa destacan, además, los siguientes rasgos:

- La creación de personajes, especialmente lograda en su dimensión psicológica.

- La crítica de la moral victoriana y de la ineficacia de sus instituciones sociales (hospicios, tribunales de justicia, cárceles, escuelas…).

- La narración de la vida urbana, gracias a su profundo conocimiento de los londinenses.

- La variedad de registros lingüísticos de las distintas clases sociales.

El tema central de su extensa producción es la denuncia de la injusticia y de las duras condiciones de vida de los más débiles: niños, ancianos, mendigos…

- Obras fundamentales

- Oliver Twist (1837-1839). A través de la historia de un niño huérfano –que recuerda el esquema de la novela picaresca– se realiza una dura crítica social en la que se abordan temas como la delincuencia o la explotación infantil.

- David Copperfield (1849-1850). Ejemplo de Bildungsroman –término alemán con que se designa a la novela de formación– en la que Dickens incluye aspectos de su propia biografía para dar vida al personaje central, un niño huérfano que mantiene una complicada relación con su padrastro, el señor Murdstone. Su evolución, desde la infancia a la madurez, es el tema de la obra.

- Tiempos difíciles (1854). Su trama transcurre en Coketown, una ciudad ficticia situada al norte de Inglaterra. A través de la vida de sus protagonistas se nos ofrece un retrato de las condiciones de vida de la clase obrera.

- Canción de Navidad (1843). Conocido relato de Dickens en el que su protagonista, el señor Scrooge, recibe la visita de los fantasmas de las Navidades Pasadas, Presentes y Futuras. Las visiones de estos espíritus transforman su avaro comportamiento y lo humanizan.

4.2.

William M. Thackeray

Thackeray también fue un novelista crítico con la sociedad victoriana, pero su denuncia se centra más en los individuos que en las instituciones sociales.

La mayoría de sus personajes, a quienes retrató con un marcado tono sarcástico, pertenecen a las clases medias y altas, de modo que no aborda –como Dickens– la situación de las clases obreras. El narrador de su obra más conocida, La feria de las vanidades (publicada por entregas entre 1847 y 1848).

4.3.

Robert Louis Stevenson

Alcanzó celebridad por obras como su novela de aventuras La isla del tesoro (1883) o su magnífico relato de terror El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde (1886).

La novela realista rusa

La literatura rusa no fue conocida en Occidente hasta el siglo xix. De hecho, Rusia era percibida como un país particularmente extraño, lo que explica la impresión que causó el florecimiento de una literatura excepcional. La edad de oro de la narrativa rusa coincide con el Realismo y destacan autores como Dostoievski y Tolstoi.

5.1.

Fiodor Dostoievski

La obra de Dostoievski es una de las más desgarradoras de la literatura rusa, pues el escritor volcó en sus protagonistas su propio tormento personal.

Sus historias se caracterizan por la sordidez y los violentos contrastes entre personajes: los débiles oprimidos frente a los opresores despiadados.

La complejidad del alma humana se refleja en su obra, en la que temas como la degradación moral y psíquica o la vileza y el crimen son motivos recurrentes.

En cuanto a su estilo, destaca la importancia de la creación de ambientes, con descripciones muy minuciosas que contrastan con el desentendimiento del aspecto físico de los personajes. Estos son caracterizados sobre todo a través de sus palabras y acciones y, a menudo, sus desmedidas emociones tienen su traslación verbal en gritos, insultos, burlas crueles…

- Obras fundamentales

- Crimen y castigo (1866). Raskolnikov, un estudiante que vive miserablemente, comete un crimen para robar a su víctima. Preso de los remordimientos y redimido por el amor hacia una joven y bondadosa prostituta, acaba confesando su crimen. El mayor castigo no es el de la condena judicial, sino la propia culpa.

- El idiota (1868). El príncipe Mishkin se afana infructuosamente en impedir que la impulsiva Nastasia tome decisiones que dañen su reputación. La obstinación de Mishkin en la