La verdadera independencia de México

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se “independiza” de España, a través del Plan de Iguala, derivado de los Tratados de Córdoba, en los cuales el proyecto de Iturbide y Guerrero establecía ofrecer el trono de México a Fernando VII, rey de España, pretendiendo regresar al dominio que, se supone, habían logrado erradicar con esos 11 años de lucha.

Así que el pueblo mexicano ya cansado de vivir bajo órdenes de los españoles, rechazo que Fernando VII o algún otro gobernante europeo tomará el mando de la nación, así que básicamente no hubo de otra más que ser independientes. Así México se convirtió en una nación libre y soberana.

Así que si ahora analizamos la versión oficial y la versión no tan oficial, nos damos cuenta que quizá no hay nada que celebrar el 15 o 16 de septiembre, porque básicamente era una lucha de poder e inconformismo entre españoles nacidos en España y españoles nacidos en la Nueva España, ni más ni menos.

Posiblemente si estos criollos no hubiesen estado en desacuerdo en cómo se les trataba y en cómo se les excluía, no hubiese existido tal movimiento. Básicamente podemos decir que gracias a los españoles nos independizamos de estos mismos.

“La Independencia de México nace al intemperie porque no era ni lo buscado ni lo querido” (María Luisa Aspe Armella)

R E F E R E N C I A S

• Gutiérrez Escudero, A; (2008). El inicio de la independencia en México: el cura Hidalgo. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, 10() 227-257. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28201916

• Bringas, N.R. (2014). El perverso legado del movimiento de independencia. Recuperado de: http://www.poblanerias.com/2014/09/el-perverso-legado-del-movimiento-de-independencia/