MARX capitulos I-IV

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El dinero es un producto necesario en el proceso de intercambio, y me permite comparar las mercancías. El dinero es mercancía, y al igual que todas las mercancías solo puede expresar su propia magnitud de valor relativamente, en otras mercancías. Su propio valor lo determina el tiempo de trabajo requerido para su producción.

Capitulo III.

La expresión del valor de una mercancía en oro constituye su forma de dinero o su precio. El valor de un producto que tiene x cantidad de trabajo humano, se expresa en una cantidad de mercancía dineraria que contiene x cantidad de trabajo humano. El dinero tiene dos funciones, como medida del valor en cuanto encarnación social del trabajo humano y como peso metálico fijo. El oro por más de que cambie su valor sigue prestando siempre el mismo servicio.

En las sociedades no capitalistas el sistema de intercambio es M – D – M. En cambio en las sociedades capitalistas el polo es el dinero, y las mercancías son un medio para que circule el dinero y no al revés, D – M – D’.

Capitulo IV.

La circulación de mercancías es el punto de partida del capital. El producto ultimo del mercado es el dinero, y este la primera manifestación del capital. La circulación en la sociedad capitalista es

D – M – D’, y el incremento que se produce por encima del valor originario, ese excedente, es el plusvalor, en la circulación se modifica su magnitud de valor, y este movimiento lo transforma en capital.

El capitalista no es igual al atesorador, el capitalista busca el movimiento infatigable de la obtención de ganancias. La formación del plusvalor y por consiguiente la transformación de dinero en capital, no puede explicarse ni porque los vendedores enajenen las mercancías por encima de su valor, ni porque los compradores las adquieran por debajo de su valor. La única forma de generar más valor es agregándole una cantidad mayor de trabajo.

La fuerza de trabajo es la única mercancía que cuando se consume genera valor de cambio. La fuerza de trabajo es una mercancía, y puede ser mercancía siempre y cuando su propio poseedor la ofrezca y la venda como misma. Pero para que pueda venderla debe poder disponer de la misma, es decir ser propietario libre de su capacidad de trabajo. El y el poseedor de dinero deben ser personas jurídicamente iguales y el trabajador solo debe vender un tiempo determinado de su fuerza. Y la segunda condición es que este despojado de los medios de producción y que por lo tanto no tenga otra mercancía que vender más que su propia fuerza de trabajo.

La naturaleza no produce portadores de dinero o mercancías, y por otro lado personas que solamente tienen su fuerza de trabajo. Sino que es el resultado de un desarrollo histórico. El valor de la fuerza de trabajo como cualquier mercancía se determina por el tiempo de trabajo necesario para su producción, es decir, el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de subsistencia necesarios para la conservación del poseedor de aquella. El límite es la subsistencia, es el valor de la masa de mercancías sin cuyo aprovisionamiento diario el portador de la fuerza de trabajo no puede renovar su proceso vital.

El proceso de consumo de la fuerza de trabajo es al mismo tiempo el proceso de producción de la mercancía y del plusvalor. El consumo de la fuerza de trabajo, al igual que cualquier mercancía, se efectúa fuera del mercado o de la esfera de la circulación.

El único poder que reúne al poseedor de dinero y al poseedor de fuerza de trabajo es el egoísmo, el de sus intereses privados, el que los pone en