Parcial historia - teatro gropasono

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La burguesía pronto, se vuelve conservadora: priman los valores del orden, los de la familia, del ahorro y del trabajo además de la restricción del acceso de las clases populares al poder político, dando lugar a una democracia restringida. Las clases trabajadoras reclamaban una democracia política al mismo tiempo que surgían las aspiraciones de las clases medias a una mayor participación en el poder político: se disminuyó la renta requerida para votar, favoreciendo a las clases medias en detrimento de la trabajadora. De igual forma, la revolución francesa concedió derechos civiles para todos los miembros de la población, pero de eso no se derivaba que se extendiesen formas de representación y gestión política a sectores más amplios que el personal gobernante: la opinión pública, nueva forma de legitimación del poder en reemplazo de la naturaleza divina del poder real, no era la opinión de la mayoría sino que era la de los hombres ilustrados, de letras, cultos, que se oponían al populacho, opiniones múltiples plagadas de prejuicios y pasiones. Estos hombres ilustrados, eran quienes podían ser representantes del pueblo. Como consecuencia del cambio de legitimación del poder, la iglesia, estamento privilegiado durante la sociedad feudal, fue colocada bajo el poder del Estado y sus miembros pasaron a integrar el elenco de funcionarios públicos.

La burguesía, tenía su esencia en el esfuerzo personal que le permitía a cada uno de sus miembros detentar poder e influencias. Sus miembros tenían la capacidad de mandar e influenciar a otros, presupuestos, creencias y formas de actuar comunes. Ésa capacidad de mandar e influenciar, presuponía dominación y la inferioridad de quienes eran mandados o influenciados y esa inferioridad se basaba en la falta de méritos personales que los habían llevado al fracaso y se debía a la debilidad moral o espiritual. La victoria de los burgueses en la lucha por la supervivencia, se debía a sus aptitudes y cualidades morales lo que les permitía adaptarse a la nueva situación y los convertía en superiores en relación a quienes no lo lograban precisamente por la falta de aptitudes o cualidades morales. Esta ideología denominada darwinismo social, permitió justificar la superioridad de los burgueses (tanto social como políticamente) y ubicarlos en un estadio superior de la evolución humana, dejando en los estadios inferiores a las mujeres y obreros, quienes debían serles leales y estar satisfechos obligatoriamente.