Principales características de la sociedad mexica

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Las esculturas aztecas hechas con piedra y terracota tuvieron como su característica principal su monumentalidad ya que representan las ideas de fuerza y de grandeza de los mexicas, un gran ejemplo es la piedra del sol que representa la concepción cosmogónica de los mexicas en donde se representa a Tonatiuh dios solar o a Tlaltecuchtli diosa solar del inframundo.

En cuanto a la arquitectura los mexicas la utilizaron para expresar su visión del mundo, a pesar de que Tenochtitlán es su centro urbano más conocido también construyeron importantes estructuras alrededor de su imperio para imponer su ideología a los pueblos conquistados un ejemplo es el templo mayor que representa a las montañas y el lugar donde brota el agua y donde su orientación va de acuerdo con la concepción del universo.

En la literatura la cultura mexica utilizó a las tlacuilos (escritores) y los cuicani (poetas) que eran altamente respetados y se creía que su talento era hereditario e intuitivo, los tlacuilos se especializaban en decoración de templos y en la elaboración de códices y los cuicani se dedicaban a la composición de poesía y representación escénica acompañada por instrumentos de viento, La poesía náhuatl se elaboraba tanto con prosa como con versos y además trataba de temas cosmogónicos llamados teotlatolli, históricos, mitológicos, religiosos también llamados teocuícatl, militares o yaocuícatl y profanos un ejemplo es el poema tlacuilo: el pintor.

Ciencia: En cuanto a la ciencia los mexicas se desarrollaron en áreas muy diversas como lo son la medicina (conocían parte de la anatomía humana y reducían las fracturas óseas) y parte de este conocimiento médico lo desarrollaron gracias los sacrificios humanos en honor a sus dioses, en la botánica daban un buen tratamiento a las enfermedades utilizando plantas autóctonas de la región en las que usaban aceites y resinas para fabricar ungüentos junto con plantas raíces y hojas además de que hacían infusiones, brebajes, polvos y purgantes con jugos de diversas plantas.

Ellos desarrollaron a su vez un gran conocimiento astronómico y gracias a ellos pudieron tener cierta idea de los planetas y conocían el movimiento de las estrellas creando observatorios o utilizando pirámides.

Cosmovisión: Uno de los aspectos más conocidos de la cultura mexica es la religión y esto se debe a un gran número de fuentes de información como lo son los códices, restos materiales y los textos coloniales que muestran su importancia. El pueblo mexica era profundamente religioso y construyó una particular visión del mundo (cosmovisión), uniendo ideas antiguas de Mesoamérica e introduciendo nuevas. Su cosmovisión regulaba la vida política, económica, social y cultural de la sociedad.

En su visión la tierra representa a la separación horizontal entre los 13 cielos y los 9 inframundos. En el universo se encontraba en los primeros cielos los planetas y los astros, representados todos por un dioses; las capas superiores se habitaban por los dioses como Tláloc, el dios de la lluvia y Chalchiutlicue, en lo más alto se encuentra el Omeyocan, “el lugar de la dualidad”, donde se originó todo el universo, creado por Ometecuhtli y Omecihuatl. Esta pareja divina (Ometeótl) creó a todos los demás dioses y en particular a Xipe Totéc, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli.

Estas divinidades fueron los creadores de los elementos (fuego, agua, viento, tierra) y de los hombres (Quetzalcóatl) y desde rumbos respectivos del universo actuaban a veces como fuerzas en conflicto que provocaban catástrofes y guerras. Los cuatro dioses principales, alternadamente, habían creado las diversas humanidades que existieron y el mundo había existido varias veces consecutivas; a cada edad le llamaron Sol y los seres de cada una de ellas fueron siempre superiores a los de la edad anterior; cada una de las edades corresponde a una de las cuatro fuerzas primordiales: agua, tierra, fuego y viento. Los mexicas vivían en la quinta edad o Quinto Sol, llamada Sol cuatro movimiento Nahui Ollin. En la tradición mexica la lucha entre los opuestos Quetzalcóatl y Huitzilopochtli.

Debajo de la tierra se encontraban los 9 inframundos a los cuales se accedía en el centro del universo (las cuevas de las pirámides). En este lugar los muertos tenían que pasar varias pruebas antes de descansar por completo. En el fondo se encontraba el Mictlán donde reinaba otra pareja divina la cual está conformada por Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl.

La cosmovisión mexica añade a su visión del mundo aspectos de las religiones de pueblos antiguos de Mesoamérica y agregan elementos nuevos como la deidad Huitzilopochtli que no se conocía en otras culturas mesoamericanas. La lucha de su dios tutelar con Quetzalcóatl representa la dualidad en el mundo natural y humano, y a su vez parece simbolizar la fuerza de la sociedad mexica como una nueva potencia en el centro de Mesoamérica. Es justamente en la época del imperio mexica en la que se escribe el mito de Huitzilopochtli como dios tutelar distintivo de su pueblo. En él, aparece como el nuevo Sol que debe mantenerse en movimiento, en vida, por medio de la vida misma: la sangre fresca de los sacrificados y los guerreros, que entregan su vida en el campo de batalla para alimentar al Sol.