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Proyecto y construcción de una nación - Halperín Donghi.

Enviado por   •  3 de Abril de 2018  •  1.388 Palabras (6 Páginas)  •  330 Visitas

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Para Halperín, el alzamiento del 11 de septiembre de 1852 contra Urquiza dirigido por el Partido de la Libertad fue un punto importante en la historia del país pero que no se le da la relevancia necesaria ya que este significa una de las resistencias más fuertes que Buenos Aires tendría contra la Confederación. Mitre como portavoz de este partido, sostiene Halperín, es el signo de renacimiento de la vida política porteña, ausente durante los últimos veinte años de dominación rosista. A continuación, el autor plantea que la causa de Buenos Aires, no era tan uniforme como se planteaba.

El liberalismo que nacía intenta innovaciones profundas en la vida colectiva, algo que para Halperín era un elemento de originalidad de la experiencia de Buenos Aires en el marco hispanoamericano. También, afirma que debido a ciertas decisiones tomadas por Mitre produjeron una división en este liberalismo porteño, responsabilizando a los intensos contactos que mantuvo con el exterior y a sus acercamientos con Urquiza.

El federalismo “resurge”, según Halperín, por medio de la identificación con la oposición a la hegemonía porteña es, algo característico que el federalismo reconoce como suyo, presentando a los héroes federales siempre como provincianos (con excepción de Dorrego y al alejamiento de la figura de Rosas como federal), necesitan separarse de su pasado y pasan a mostrarse como constitucionalistas. Así también, el autor remarca el acercamiento de Sarmiento a Urquiza al momento de las elecciones presidenciales (ya que éste no contaba con el apoyo de un partido propio), y a su vez se encarga de demostrar la mala imagen que Sarmiento tenía de Urquiza en tiempos anteriores.

Más adelante, plantea que la separación de pensamiento de Alberdi de Sarmiento no se basaba en una diferencia de opinión sobre la inmigración o la inversión extranjera o la educación, entre otros temas, sino sobre la forma por la cual todos estos elementos deberían integrarse en el proyecto de transformación.

Finalizando el texto, Halperín realiza una observación de los problemas que afrontará la Argentina, marcando a 1880 como el nacimiento de una nueva etapa de la historia argentina. Aquí resalta la importancia de la “conquista del desierto” del año anterior. Roca asume como presidente del país y, para Halperín, llega el Estado central, porque la Argentina es un Estado nacional que inicia una conquista del país, siendo Buenos Aires la conquista más importante a nivel político

Sarmiento, según Halperín, le da la razón a Alberdi debido a que los cambios en la Argentina se debieron al avance del capitalismo que estaba dominando mundo. Para nuestro autor, la nueva etapa de la historia argentina no ha comenzado en 1852 con la caída de Rosas, sino en 1880, después de largas luchas, ya que se caracteriza por una alianza entre el Estado nacional y los sectores dominantes de la economía argentina, cuyos objetivos en común eran la construcción de este Estado.

Así, el pensamiento de Alberdi, según Halperín, era el camino correcto, salvo por una excepción ya que el Estado no es un instrumento pasivo de una élite económica cuyos objetivos a largo plazo comparte, pero con la cual no ha alcanzado coincidencia de intereses y aspiraciones. La republica verdadera de Alberdi necesita de un régimen electoral menos falseado puede ayudar a ampliar el control de la sociedad sobre el Estado para evitar poderosas arbitrariedades, una solución compartida por Sarmiento.

Para finalizar afirma que la Argentina de 1880 no está segura de haber concluido el proceso que debía dejar como herencia un país nuevo y que luego va a empezar a emprender otro. Halperín se pregunta si es posible una república verdadera, siendo esta la que debe ser capaz de ofrecer libertad e igualdad, como bases de una forma política y duradera.

En esta obra, Tulio Halperín Donghi se dirige a un lector que tiene conocimientos previos sobre el tema, da por sentado saberes previos y por lo tanto no se encarga de realizar citas sobre textos, sino que utiliza los nombres de los autores y señala diferentes cuestiones sobre ellos, lo cual exige un conocimiento extenso sobre los personajes que aparecen en este texto.

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