RESEÑA DE “PSICOLOGÍA DEL MEXICANO EN EL TRABAJO”.
Enviado por karlo • 20 de Mayo de 2018 • 2.153 Palabras (9 Páginas) • 428 Visitas
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Menciona también que la “corrupción somos todos”, por supuesto que sí. Somos corruptos inclusive cuando callamos la obra del corrupto, somos corruptos al mentir, a afirmar cosas que no nos constan, al tirar basura, al hacernos “pendejos” cuando de colaborar se trata, al callarnos somos corruptos. Los gobernantes son corruptos porque se roban el dinero del pueblo, pero la corrupción es como tal la acción de corromper o corromperse el error de hacer, no engloba en sí el robar.
El capítulo sexto, “la dependencia ancestral”, nos hace memoria a ese país independiente dependientemente de la forma de ser y de actuar del gobierno, de la familia, el ambiente las tradiciones, la naturaleza y el poderoso vecino”. ¿Qué tan difícil es éste proceso de dejar de ser independientes para ser libres? Quizá hasta el término de independencia nos hace dependientes a una idea de deseo de libertad, debemos llamarlo como es, libertad pura y única.
El capítulo séptimo, “la auto devaluación del mexicano” es ahora una forma más personal de describir nuestra conducta:
Nos dejamos influenciar por los demás, entonces no tenemos criterio. Somos fanfarrones, ahora les llamamos “chacas”, nos gusta presumir de lo poco que tenemos, o si tenemos mucho, para no demostrar inferioridad ante nada. Impuntuales para todo, ni en lo laboral lo tomamos en serio. Miedosos al qué dirán. Gastamos en lo que no debemos. Somos sentidos cuando realmente no debemos: si de las personas no nace hacer algo que deseamos para nosotros, es aceptable, es una forma de respetar inclusive se agradece ese voto de sinceridad.
Lo más relevante en éste capítulo es el disimulo de las situaciones; lo cual nos hace recordar la película reciente llamada: la dictadura perfecta. Donde hace mención en toda ella sobre como la televisión como medio masivo controlador de los mexicanos, es fiel aliado del gobierno, al encubrir la realidad de lo que está pasando en el pueblo. Además, de hacernos ver los asesinatos tan común, como haber matado a una hormiga al pasar por la calle. Nos ha hecho fríos y déspotas para actuar en contra de.
El capítulo octavo: “la sociedad mexicana actual”, nos explica por qué aun no podemos confiar en el padre; siempre lo vemos como un ser superior, sin escrúpulos ni sentimientos, quizá no tan literal, pero inconscientemente o a tal grado que no confiamos en él.
La mujer mexicana: Llena de hijos, llena de labores en casa, lavar, planchar, rezar, y CASADA, qué molesto es escuchar esto. ¡¿Por qué una mujer tiene que estar casada para ser feliz?! La mujer tiene que independizarse antes que nada. De hecho, empezábamos a ver ese cambio en la mujer, ese sentido de inclusión en la sociedad, su opinión. Pero ahora nos estancamos, ¿Cuántas jóvenes adolescentes salen embarazadas antes de los 20 años? Su preparación profesional no acabó, algunas ni comenzó, embarazadas de un hombre que ni sabe qué es la manutención de un hijo, y si hablamos de familia de un hogar. En el libro quizá, por el año en que fue escrito, no se refleja esta situación porque esto se disparó desde hace poco, sería buen objeto de estudio descifrar el factor fulminante de éste fenómeno.
El capítulo noveno: “el trabajador mexicano”: Nos afirma que la escuela es la educación del trabajador jornalero, siempre que no concordamos con el profesor, nos catalogan de rebeldes, maleducados, desobedientes, hasta hiperactivos, cosa que sólo es la reacción ante el rechazo.
Tenemos esa visión del trabajo como un medio para subsistir; no amamos lo que hacemos, por eso no hacemos las cosas de la mejor manera posible. No aprendemos a valorar para qué somos buenos, entonces nos conformamos con algo que nos da para comer.
Así entonces, no decidimos ser líderes, nos aterroriza el hecho de ser rechazados. Nos da miedo también el fracaso. Y asimismo, pensamos que el liderazgo se ve reflejado en la riqueza, cosa que para nada tiene que ver una cosa con la otra. Quizá si lo enfocamos en lenguaje empresas, podremos deducir que sí, si una empresa es líder en el mercado debe ser una empresa evaluada en millones. Pero el liderazgo personal, es el hecho mismo de una actitud diaria. Ser líderes para provocar un efecto en los demás.
IMPORTANTE: sobrevaluamos necesidades de la relación o necesidades sociales cuando no podemos complacer necesidades de crecimiento. Nos resignamos a encontrar pareja cuando no somos “buenos estudiando”, nos estancamos en situaciones tan banas como el hecho de ser amado; si la realidad es que debemos ser amor para amar, y si queremos amarnos debemos crecer, y así después podremos amar. Pero siendo reales y como diría Hoyer: cada individuo tiene su pirámide de Maslow, no podríamos tener la misma.
En el capítulo décimo: “otras culturas, otras culturas laborales”: Es de personas observadoras, entender por qué otros países triunfan más económicamente hablando. Las tres posturas más relevantes que menciona fueron:
- El estadounidense transforma su entorno, el mexicano se auto modifica para amoldarse.
- En Japón no hay individualismo, ni desconfianza. Alto sentido del deber, trabajan duro, perseverantes y disciplinados, y ven el trabajo como una forma de su crecimiento y desarrollo.
- Cora del Sur, Taiwán y Hong Kong. Humildad para aprender, establecer valores de calidad total, invertir en desarrollo tecnológico.
Quizá sean mencionadas para la capacidad de análisis y adoptamiento de ellas en nuestra vida laboral, pero sin la intención de volver a envidiar los vecinos.
En el capítulo onceavo: “los aspectos más positivos de nuestra psicología”, ya lo más esperado del libro, encontrar ese lado bueno del mexicano; nos trata de disfrazar o de entender que no todo lo malo que tenemos, es para lo malo, sino también para trascender. Somos apegados a la familia, porque apoyamos y protegemos lo nuestro. Convivimos, si, es bueno relacionarse entre personas con tus mismos ideales de la vida, y también con las que no, porque te retroalimentas de ellos. Como somos metiches y nos gusta sentirnos incluidos nos gusta ser tomados en cuenta y valorados como trabajadores; por ello del ponerse la camiseta de la empresa es difícil si no nos sentimos identificados.
En el doceavo y último capítulo: “desarrollo de actitudes laborales positivas”, dice la mejor frase para el cambio del mexicano en el trabajo: podemos parar de la mentalidad de siervos y empleados a la mentalidad de empresarios. Es un trascurso difícil porque son herencias ya biológicas, que incluimos como genético, pero
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