RESUMEN DE LOST DECADES: LESSONS FROM POST-INDEPENDENCE LATIN AMERICA FOR TODAY'S AFRICA

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Los autores citan a Collier para explicar que, debido a la inestabilidad política en aquella época, en ambos territorios la población tendía a adquirir formas más líquidas de capital, en vez de inversiones o tierras. Algo que también se complementa a los procesos de balcanización en ambos países, que también afectaron al sector económico africano y latinoamericano.

Otro argumento de las similitudes africanas y latinoamericanas en el texto es que el detrimento económico también es similar en África y Latinoamérica por elecciones políticas, donde las explosiones económicas mundiales de finales del siglo XIX y mediados del XX no se pudieron aprovechar por las tendencias proteccionistas y de altos impuestos de exportación. De igual manera, la crisis económica socavó en las dos regiones la posibilidad de tener gobiernos centralizados.

Para los autores, las decisiones políticas fueron el epicentro de estas décadas perdidas: la poca fuerza que tenía el liberalismo en Latinoamérica, o el espíritu retardatario de los pueblos africanos, quienes conocían las limitaciones de sus políticas, pero no querían adoptar unas nuevas. Precisamente, para Latinoamérica la situación empezó a mejorar tras la victoria de fuerzas liberales, aboliendo la esclavitud, apoyando la secularización del Estado y eliminando monopolios públicos. También hubo acuerdos entre todas las élites económicas del continente.

De igual manera, se renovó el sistema jurídico, con nuevas constituciones y cambios en las tarifas de exportación. Esto de forma inevitable fomentó la inversión extranjera y el incremento del PIB de forma sustancial. Sin embargo, algo que los autores aclaran es que el precio de esto fue una persistente inequidad dentro de los pueblos latinoamericanos y una crónica tensión política y social. Algo similar ocurrió en África, donde poco a poco fueron aminorando las guerras civiles, donde a su vez, reformas liberales han ayudado al incremento de las exportaciones y a mejoras en la misma economía de los países africanos.

Finalmente, los autores ven el futuro de África con cierto optimismo, comprendiendo la manera en que Latinoamérica superó sus "lost decades" después de su independencia , llegando a una estabilidad económica y política. Sin embargo, los autores son conscientes del precio social que pagó Latinoamérica con su despegue económico. Por ello concluyen analizando cómo la población africana demográficamente presenta mayores índices de poblaciones de su mismo territorio, no como ha ocurrido con el continente latinoamericano, que mantuvo un flujo de colonos, propiciando los derechos de propiedades de las tierras a los nativos.

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