Reporte: Las Reformas Borbónicas

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A primeros años del siglo XIX el propósito de las Reformas Borbónicas se habían cumplido, los ingresos de la corona se habían multiplicado por cuatro, los novohispanos pagaban casi un setenta por ciento más que los contribuyentes de España, a pesar de ellos las guerras europeas en las que seguía envuelta la corona, en especial los gastos militares que implicaba la defensa de sus fronteras en las colonias americanas, hacían insuficiente cualquier cantidad de dinero. El Nuevo Rey Carlos IV y sus ministros cayeron en franca desesperación, se vieron obligados a tomar medidas extremas como pedir préstamos y donativos a los hombres e instituciones más ricas del imperio. Así, en la Nueva España los poderosos consulados y comerciantes de México, Veracruz y Guadalajara; así como el tribunal de minería sirvieron al Rey Carlos IV para recaudar grandes cantidades en el menor tiempo posible. Sin embargo la urgencia del monarca no conocía límites, el propio Rey se apropió de los recursos de pueblos y villas más humildes.

En 1804 el Rey ordenaría la aplicación de una medida extrema que terminaría de empobrecer e indignar a los ciudadanos novohispanos; mediante un decreto real, obligo a la iglesia entregarle los recursos que tenía guardados en un fondo especial, compuesto por los pagos de muchos ricos y pobres le daban para que efectuare misas para la salvación de sus almas; este ahorro de Capellanías y obras pías eran normalmente usado por la iglesia para financiar la actividad económica de muchas haciendas ganaderas, agrícolas y mineras. El préstamo que el rey sacó de la iglesia dejó a la Nueva España en una situación de crisis, propicia ya para un levantamiento armado.