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“República Federal Centroamericana”

Enviado por   •  28 de Diciembre de 2018  •  6.692 Palabras (27 Páginas)  •  386 Visitas

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El federalismo fue una idea-eje del pensamiento político de esos años, especialmente a partir de 1821. Fue defendida como un instrumento para romper con el centralismo y la hegemonía ejercida por Guatemala durante el período colonial. Sus principales defensores fueron José Matías Delgado en El Salvador, Dionisio de Herrera en Honduras y Juan Mora en Costa Rica. La fallida anexión a México fortaleció la convicción de la conveniencia del sistema federal y, la Constitución de 1824, reforzaría el concepto.

Las ideas de los mercantilistas, fisiócratas y liberales corrieron por los países centroamericanos sin importar su procedencia; lo importante eran los objetivos de las nuevas repúblicas. Se destacan las gestiones de los liberales Mariano Gálvez y Francisco Morazán, entre 1829 a 1838, como impulsores de varias reformas de corte liberal, por ejemplo, la confiscación de las propiedades eclesiásticas, el impulso a una reforma agraria, en donde en algunas oportunidades se llegó a despojar de sus tierras a grupos indígenas para asignarlas a inmigrantes blancos.

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Período presidencial de Manuel José de Arce.

Manuel José de Arce tomó posesión de su cargo el 30 de abril de 1825, su plan de gobierno, a juicio de sus Memorias, se apoyaba en dos ejes cardinales: uno, cumplir exactamente las leyes y, el segundo, rodearse de los hombres más competentes en el nuevo orden de cosas.

Al inicio de su gestión, los problemas financieros eran los más apremiantes. Arce actuó con las mejores intenciones, adaptándose a las limitaciones que la Constitución había establecido para el cargo, tampoco intentó “halagar a los dos partidos”, ni mucho menos instarles a una confrontación. Pareciera que la idea de Arce era hacer un gobierno de coalición, pero los liberales guatemaltecos se negaron a acompañarlo. Pronto surgieron confrontaciones entre él y el jefe del estado de Guatemala, el liberal Juan Francisco Barrundia, en parte como producto de las fuertes personalidades de estos personajes.

Poco tiempo después, un segundo evento enfrentó a Arce con las autoridades del Estado de Guatemala, cuya capital se había establecido en la ciudad de Antigua Guatemala. Decidieron estas trasladar la capital del Estado a la ciudad de Guatemala, en donde residían las autoridades federales, y como no tenían edificios para instalar sus dependencias, el jefe de Estado ordenó ocupar las casas de dos particulares, quienes pidieron protección al gobierno federal y éste los amparó. En diciembre de 1825, se renovó la mitad del Congreso Nacional, como resultado el Partido Liberal se convirtió en la fuerza dominante. En su discurso de inauguración del Congreso Federal, el uno de marzo de 1826, Arce pidió una actitud de cooperación, pero los liberales capitalinos continuaron obstaculizando su gestión.

Resultado de las continuas pugnas entre el Presidente y el Congreso, así como entre éste y las autoridades del estado de Guatemala, se fueron disolviendo sucesivamente el Congreso, el Senado y la Corte Suprema de Justicia; de tal forma que Arce quedó como única autoridad y dueño de la situación. Hay dos versiones sobre estos hechos: una, que atribuye a Arce una unión con los conservadores guatemaltecos y, una segunda, expresada por el mismo Arce, que consistía en la necesidad de defender la autoridad frente a la ilegalidad e inconsecuencia de sus opositores.

Los liberales guatemaltecos, trataban por todos los medios destituir a Arce, quien fue defendido con decisión por los conservadores. Tanto el Congreso como el Senado entraron en conflictos entre ellos, que no pudieron ser resueltos, a tal grado que el Congreso cerró sus sesiones el 30 de junio.

Los argumentos que justificaban la realización de este evento eran, en primer lugar, la gravedad de los hechos con respecto a la institucionalidad de la República Federal y, en segundo lugar, la inoperancia manifiesta de la Constitución. Además, por sugerencia hecha por sus aliados, las autoridades del Estado salvadoreño, convocó a elecciones en el estado

La invasión de las tropas salvadoreñas tomó al gobierno federal por sorpresa, pues por un lado, no contaba con un ejército adecuadamente preparado y, por el otro lado, tenía a sus efectivos disperso. Parece ser que Arce no le había dado importancia a la concentración de tropas en el lado salvadoreño, en las ciudades de Santa Ana y Ahuachapán, por lo que la invasión lo tomó por sorpresa. El ejército salvadoreño, al que pomposamente se le había bautizado como “Ejército Aliado Protector de la Ley”.

Frente a los hechos consumados, Arce reaccionó rápidamente y, el 16 de marzo, depositó la presidencia federal en el vicepresidente Beltranena, asumiendo directamente el mando del ejército federal.

La guerra civil.

Arce, en solamente cuatro días, improvisó un ejército y se lanzó a la campaña; por su parte, el vicepresidente Beltranena trató de impedir la lucha y le pidió al jefe del ejército invasor precisar los motivos de la agresión, así como detener su marcha en espera de nuevas órdenes.

Ambos ejércitos se enfrentaron el 22 de marzo en las afueras de la ciudad de Guatemala, Los jefes salvadoreños “huyeron antes de terminarse las acciones y algunos de ellos, antes de comenzar” Se esperaba que Arce persiguiera a los derrotados y se tomara San Salvador, pero éste no lo hizo. Pero Arce reorganizó e incrementó sus tropas y, a mediados de abril, ocupó la ciudad de Santa Ana. La situación política se había verdaderamente polarizada tanto en Guatemala como en El Salvador. Por fin, el 18 de mayo de 1827, Arce después de muchas indecisiones, se vio forzado a atacar las fortificaciones Milingo, pueblo cercano a San Salvador. Derrotado, Arce pierde la confianza de los conservadores guatemaltecos, quienes le retiran todas las iniciativas como presidente federal.

Los salvadoreños presentaron una nueva propuesta de paz, pero insistían en que se trasladara el gobierno federal al Estado de El Salvador, exigencia que fue rechazada por los guatemaltecos. En vista de esa negativa, las autoridades salvadoreñas intentaron entonces instalar en suelo salvadoreño al Congreso federal.

La Asamblea del Estado de El Salvador había acordado aceptar el decreto del 5 de diciembre, pero el vicejefe Prado, obstaculizó el arreglo. Por su parte, Arce envió al ejército federal al mando del oficial inglés Guillermo Perks. Con propósito de establecer la paz, Arce había ordenado al ejército federal abstenerse de invadir el territorio salvadoreño, cuando menos hasta el 15 de febrero fecha

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